Los hermanos Potter siempre adoraron Halloween. Solían disfrazarse e ir a pedir caramelos por todo el vecindario, pero aquel año todo fue diferente.
Aquel Halloween marcó un antes y un después en la vida de Imogen.
Aquel Halloween, dejó de ser la misma.
Era de noche y toda la casa estaba en silencio. James y Lily estaban ya acostados cuando escucharon un ruido extraño en la planta de abajo.
-Seguro que es uno de los juguetes de Harry- murmuró James somnoliento- voy a apagarlo.
Cuando bajó las escaleras se extrañó al ver que no había ningún juguete. De pronto, llamaron a la puerta.
Lily se levantó de golpe y bajó.
James se asomó por la mirilla y se le congeló la sangre. Voldemort estaba entrando por la verja del patio.
Mierda, sabía que debería haber sido Canuto.
-¡Lily, coge a Harry y vete!¡Es él!- gritó alarmado.
No tenía su varita, pero conseguiría darle algún tiempo. En ese momento supo que iba a morir. No tenían más tiempo y Harry debía ponerse a salvo. Lily debía ponerse a salvo.
James pudo ver en la cara de su mujer que quería impedírselo, pero los dos sabían lo importante que era la vida de Harry.
Escuchó el ruido de los pies de Lily subir corriendo hacia la habitación de Harry. La puerta fue derribada de golpe y con un estruendo.
Debería haber sido Canuto.
Pettigrew los había traicionado. Uno de sus mejores amigos lo había condenado a muerte. Sirius debería haberse quedado como guardián. Debería haber insistido más. No debería haber dejado que Sirius lo convenciera. Sirius era predecible, pero nunca habría hecho esto.
Una ráfaga de luz verde. Le quedaban unos pocos segundos.
James Potter era excelente. De los mejores de su clase, un líder dentro de la Orden. El hombre que esperaba que Harry tuviera como modelo a seguir algún día. Se lo dio todo a Lily. Siempre le sonreía a su hijo. Se convirtió en animago por Remus. Acogió a Sirius. Fue el apoyo incondicional de su hermana. Siempre estuvo ahí para la gente. ¿Y ahora? Ya no estaría más. Ahora necesitaba su varita. Necesitaba darle tiempo a Lily. Ahora necesitaba a sus amigos. A su hermanita.
Su hermana. Sin duda, le dolía en el alma saber que iba a hacerle daño.
Lo siento.
Un estruendo. Debía haber sido Canuto.
...
Imogen se levantó de golpe al escuchar el llanto de su Regulus. Eran las 3 de la mañana todavía.
-Hey- dijo mientras lo acunaba- ¿una pesadilla?
- ¿Todo bien?- preguntó Remus somnoliento, asomándose por la puerta.
Imogen asintió, pero frunció el ceño.
-En verdad, tengo una sensación extraña en el pecho- lo miró- no sé.
Alguien llamó a la puerta. Remus frunció el ceño, preocupado.
-Han llamado con el código de la Orden- murmuró.
La chica abrió la puerta con su bebé en brazos. Era Dumbledore.
-¿Profesor?- dijo preocupada- ¿qué pasa?
-Creo que es mejor que se siente, Imogen- respondió en tono serio- usted también, señor Lupin.
El corazón de Imogen iba a mil por hora. Sabía que iba a recibir las noticias.
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it isn't in my blood [black]
FantasySus años en Hogwarts fueron los mejores de sus vidas. Pero las risas se fueron apagando cuando se vieron forzados a convertirse en los soldados de una guerra que amenazaba con arrasar con todo lo que alguna vez quisieron. Donde Imogen Potter conoce...