Capítulo 37

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Rota

Lobo y Galya. Dos chicos que desde que eran pequeños habían vivido juntos. Lobo había perdido a su madre y Galya a su padre.

Paul Davies y Sabrina Petrov, merecían ser felices. Ambos empezaron una relación que juntó ambas familias.

Sabrina ya sabía cuál era el oscuro trabajo de Paul y aún así su amor fue más fuerte. Ella había estado en peligro más de una vez por culpa de los Cuervos. Lo que ellos no sabían, era que el señor V anterior al padre de Sisi, tenía una oscura intención con Sabrina.

A pesar de todo, los cuatro eran felices y vivían una vida aparentemente normal.
Pero Paul y Sabrina no eran los únicos que tenían una gran atracción por el otro. Según fueron pasando los años, la relación entre Galya y Lobo fue estrechándose cada vez más.

El frío y serio Lobo, fue ablandándose cada vez que pasaba un poco de tiempo Galya. Ambos eran muy parecidos, pero su relación se veía limitada, pues ambos eran hermanastros.
El tiempo pasó y Galya fue olvidándose poco a poco. Cuando Sabrina murió, Lobo creyó que esas barreras habían caído. Pero no fue así...y más cuenta se dio cuando vio que Galya y yo comenzamos a salir.

Pero ella y yo rompimos. Ella se sentía confundida, cree querer a alguien, pero no sabe a quién. En cuanto a Lobo, nunca dejó de amarla. Pero ahora que había sufrido una tradición por su parte, sentía un gran vacío. Pero debía mantenerse estable, la muerte de Paul trajo una horrible crisis a la mafia. No podía volver a caer en lo mismo que con la muerte de su padre.
Lobo había perdido para siempre a Galya.

O eso creía él...

[...]

1 semana después

-Casa nueva, vida nueva- Dije con una pequeña sonrisa.

-Menos mal, porque el sofá era incomodísimo- Contestó Braxxter haciendo una mueca de dolor.

-Sí, estaba harta. Aunque fue una buena idea turnarnos el sofá- Dijo Galya.

Lisa apareció por el ascensor que llegaba a nuestro nuevo gran ático. Lleno de ventanas, muy iluminado y perfecto para nosotros.

-Vaya casaza- Dijo mirando a todas partes.

-¿Te gusta?- Pregunté.

-Sí, es genial- Dijo acercándose a nosotros.

-Gracias por no pensar mal de mí, Lisa- Dijo Galya mirándola. Ella sonrió.

-Me cuesta creer que tú, que viviste tanto tiempo con Paul, de verdad nos traicionaras- Contestó con una pequeña sonrisa.

-¿Cómo está Lobo?- Pregunté mientras nos sentábamos en los sofás del gran salón.

-No muy bien, se le nota que intenta disimular cómo claramente se siente mal- Contestó Lisa- Y no creo que sea solo por tu "traición"- Dijo haciendo comillas con sus dedos y mirando a Galya.

-Es normal, la muerte de su padre, lo de Galya, se le ha juntado todo- Dije.

-Por no hablar de que la mafia va en decaída. Busca ayuda de los Tinaja y no va a poder conseguirla- Añadió Galya.

-Los Tinaja no van a ayudarle, después de haber roto tratos con ellos cuando ocurrió el atentado, no. Minguito podrá ayudar a los Lobos un tiempo, pero no negociará con ellos- Dijo clara Lisa.

Suspiré pesadamente.

[...]

-Oye Galya ¿Puedo hacerte una pregunta?- Galya asintió mientras se sentaba en su cama al lado de Lisa- ¿Fue fácil romper con Fargan?- Galya se sorprendió al oír esa pregunta.

-No llevábamos mucho tiempo, así que sí, él simplemente me entendió y sentía lo mismo que yo, así que no fue un gran drama. Quedamos como amigos- Explicó ella- ¿Por qué lo preguntas?- Lisa suspiró- ¿Es por James? ¿Quiéres romper con él?

-Sí, desde hace bastante tiempo lo pienso. Odio discutir con él sobre el mismo puto tema. Es un celoso y además narcisista- Dijo sincera.

-Bueno, al menos te has dado cuenta- Añadió Galya, está rió y Lisa sonrió- Siento decirte Lisa, que no será tan fácil romper con James. Fargan y él son dos personas completamente diferentes- Contestó Galya.

-A pesar de ser un celoso y egocéntrico, me voy a sentar mal por él. Llevamos mucho tiempo juntos- Dijo Lisa.

-Lo siento mucho, amiga- Dijo Galya.

Ambas se abrazaron en modo de apoyo.

[...]

Lisa entró por la puerta de su casa y se sorprendió al ver a James esperándola.

-Hola cariño- James se acercó y le dio un pico a Lisa. Ella se sorprendió, hacía tiempo que él no la recibía aquí.

-¿No deberías estar en la mafia?- Preguntó ella.

-Sí, pero me he hecho una escapadita- Contestó- Te hice la comida.

Lisa cada vez estaba más sorprendida. Solo cuando empezaron a estar juntos, él actuaba así, hacía tiempo que James no hacía esas cosas.

-Gracias, James- Contestó Lisa mirando a su novio.

-No es nada, cariño. Ve a cambiarte ¿Te parece bien que después de comer vayamos a pasear, cómo solíamos hacer antes?- Preguntó James.

-Yo... está bien- Dijo Lisa. James sonrió.

Lisa se fue al cuarto para cambiarse. Aún estaba sorprendida. Ella quería romper con él y de repente, James parecía un gran novio.

Lisa negó con su cabeza y se miró al espejo. No lograba entender qué era lo que ocurría.
De repente, James había vuelto a lo de antes. Lisa no se fiaba ni un pelo.

Lisa empezó a cambiarse a una ropa algo más normal y no de mafia como la que llevaba. Cada vez la sonaba menos lo que James hacía. Él quería ser el mejor de la mafia, como mucho, ser la sombra de Lobo. De repente había dejado su trabajo por un día para pasar tiempo para ella ¿Qué era lo que estaba pasando?

Lisa quería recogerse el pelo, sin embargo, no encontraba su goma para recogerlo.

-¿Dónde lo habré metido?- Se preguntó buscándolo en su mesilla de noche.

Comenzó a buscarla por todas partes de la habitación, hasta que se agachó enfrente de la mesilla de noche de James y empezó a buscar en ella.
Se dio cuenta de algo que la dejó impactada.

Los condones que él tenía allí, estaban pinchados. Absolutamente todos, ni uno se salvaba. En ese momento Lisa cayó.

Ahora todo tenía sentido y el porqué James se comportaba así. Lisa se sentía traicionada.
Sin ningún remordimiento, comenzó a hacer una maleta grande y guardar toda su ropa.
Después salió y la sonrisa de James desapareció por completo.

-¿Qué pasa, mi amor? ¿Por qué llevas esa maleta?- Preguntó acercándose a ella.

-¿Enserio pensabas que no me iba a dar cuenta, James?- Preguntó Lisa antes de empezar a caminar. En ese momento, James se dio cuenta y entendió todo.

-Oye, Lisa, déjame explicarte- Dijo él poniéndose enfrente de ella.

-¿Qué me tienes que explicar? ¿Qué rompiste tus condones para dejarme embarazada?- Preguntó Lisa dolida.

-Yo te quiero Lisa y estábamos mal, pensé que si te quedabas embarazada la cosa mejoraría entre nosotros- Explicó sincero. Ella sabía que le decía la verdad, pero no podía soportar tenerle ya.

-Lo siento, James, pero lo nuestro se terminó. Mañana vendré a por el resto de mis cosas- Dijo antes de salir por la puerta con su maleta.

James se quedó allí, destrozado. Había perdido todo lo que él quería y por su culpa.

Lisa por otra parte, se sentía traicionada, él sabía perfectamente que ella no iba a poder deshacerse del bebé, aunque fuera no deseado y quiso dejarla embarazada sin pensarlo ambos.
Empezó a llorar de impotencia. Todo había pasado muy rápido para ambos.

Continuará...

Callejeros [Fargan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora