Capítulo 15

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Fin del trato parte 2

Dory salió de la oficina de Lobo. Desde el pasillo escuchó a los chicos gritar.

-¡Intrusos en la plantación!

En ese momento, Dory se acordó de nosotros. 

-Mierda- Musitó Dory antes de ponerse a correr hacia su coche.

Se puso a conducir lo más rápido que pudo. Los nervios no la dejaban pensar, pero al pasar cerca de la comisaría supo a quién pedir ayuda.

Dory entró en la comisaría y vio a Omar leyendo unos papeles mientras salía de una de las habitaciones. 

-¡Omar!- Dijo desesperada mientras iba hacia él.

-¿Dory? ¿Qué ocurre?- Preguntó Omar.

-Tenemos problemas, graves, muy graves- Dijo mirándole.

Omar dejó los papeles en la mesa de recepción y ambos se reunieron fuera de la comisaría, algo alejados de ella.

-¿A qué te refieres con problemas muy graves?- Preguntó Omar.

-Los Lobos han invalidado el trato con nosotros, ya no trabajamos con ellos y tampoco podemos ir a la plantación de forma libre.

-¿Qué?- Preguntó Omar.

-Y eso no es lo peor de todo, Braxxter y Fargan están ahora mismo en la plantación recogiendo- Omar abrió los ojos como platos- Y los Lobos se han enterado ya de que ellos están allí. No sabía qué hacer- Omar suspiró y miró hacia la comisaría- Tengo dos subfusiles de asalto y dos fusiles de asalto en camino para mí, puedo avisar a Carlos y...

-No- Omar interrumpió a Dory mientras no apartaba la mirada de la comisaría- Así que no hay más tratos con los Lobos ¿No?- Omar lanzó una mirada hacia Dory que hasta ella notó, cómo él, había tenido una idea muy buena.

Mientras tanto, nostros seguíamos recogiendo droga.

-Después todo esto para el Vanilla-Dije.

-Y luego a bañarnos en pasta- Ambos reímos ante el comentario de mi hermano.

Pero nuestra risa terminó rápido cuando oímos pasos. Mi hermano me miró y dejó lo que estaba recogiendo en el suelo.

Ambos miramos hacia atrás y habían dos personas apuntándonos. Mi hermano y yo levantamos las manos por acto reflejo.
Nos dimos cuenta que llevaban una máscara de lobo y la chaqueta de cuero propia de la gente del Vanilla.

-Escuchar, mi hermano y yo podemos estar aquí por orden de los Lobos. Pertenecemos a los Tinaja García- Mi hermano se levantó parte de la camiseta, enseñando su tatuaje de la familia gitana.

-Los Lobos y los Tinaja ya no tienen trato, por lo tanto ninguno de los dos podéis estar aquí- Dijo uno de los hombres.

[...]

Los hombres nos ataron y nos pudieron de rodillas a ambos, uno al lado del otro. Ambos nos miramos.

-¿Por qué habéis cerrado el trato con los Tinaja?- Preguntó mi hermano.

-No es asunto vuestro- Dijo uno de ellos.

Se pusieron a hablar entre ellos un momento y uno se retiró afuera. El otro se alejó bastante de nosotros.

-¿No sabrás algún truco para escapar?- Pregunté susurrando a mí hermano.

-¿Por qué das por hecho que yo sé la forma de escapar?- Preguntó él, también susurrando.

-Has trabajado con un grupo de gitanos mecánicos y delincuentes y con una mafia, algo sabrás, digo yo- Contesté.

-Tú has estado en la cárcel- Dijo Braxxter. En ese momento me callé, puesto que tenía razón. Él me miró- Escúchame, mejor no enfadarlos, ninguno de los dos traemos armas como para enfrentarnos a ellos.

Suspiré, y seguí mirando al suelo como antes. El hombre se acercó a nosotros.

-Mi jefe ha dicho que os ejecute...pero no sé si sería lo más divertido- Dijo el hombre.

Me entraron ganas de insultarle, pero recordé las palabras de mi hermano sobre no enfadarlos, recordemos que tiene una pistola en la mano.

Me limité a mirarle. Intercambié miradas con él por un momento, pero pareció una eternidad.

-Qué pena, me caíais bien- Dijo él.

Tenía ganas de matarle la verdad, pero debía mantenerme tranquilo. Noté que mi hermano me miró un momento y luego volvió a mirar a la suelo.

Pensaba seriamente si esta iba a ser la última vez que íbamos a estar aquí. Nos habían quitado las comunicaciones, así que no podíamos llamar a nuestros amigos.

Me di cuenta que el chico llevaba un pinganillo, en la oreja, supongo que para comunicarse con su compañero. Llevó una mano a su oreja y podía escuchar un sonido a través del aparato, supongo que su compañero le estaba hablando.

-Me acaban de comunicar que hay policía fuera- Dijo él.

Mi hermano y yo nos miramos, cómo era posible que eso fuera así, si nosotros no hemos llamado a la policía.

-Nosotros no hemos llamado- Dijo mi hermano.

Al chico se le veía muy enfadado.
De repente la policía apareció por la puerta.

-¡Arriba las manos!- Exclamó uno de ellos.

El hombre, a regañadientes, dejó la pistola en el suelo y levantó las manos.

En ese momento, apareció Omar y fue hacia nosotros. Los policías arrestaban al hombre.

-¿Cómo sabíais que estábamos aquí?- Preguntó Braxxter mientras Omar nos soltaba.

-Os lo explico en el coche ¿Estáis bien?- Preguntó Omar.

Ambos asentimos y finalmente éramos libres. Omar nos llevó hacia su coche patrulla. Vimos a los dos hombres esposados en otro coche.

[...]

-¿Cómo nos habéis encontrado?- Pregunté.

-Dory fue a comprar armas al Vanilla y no le dieron el descuento que tendríamos por ser Tinaja, ya que el trato entre la mafia y nosotros se ha roto- Dijo Omar mientras conducía.

-¿Qué? ¿Por qué?- Preguntó Braxxter.

-Por el atentado, los Lobos nos ven débiles para seguir con el trato- Dijo Omar- Dory recordó que estabais aquí y fue a avisarme. He venido con la policía porque iba a ser mucho más efectiva que unos pocos Tinaja.

-Nos has salvado la vida, Omar, no sé cómo agradecerte- Dije mirándole. Él sonrió.

-Que me inviteis a unas copas no estaría mal- Contestó antes de reír.

Los tres reímos y fuimos camino a la gran cárcel de las afueras de la ciudad.

Una vez allí, los policías nos cachearon, por suerte, no llevábamos nada extraño.

También nos preguntaron qué había pasado y tuvimos que inventarnos una historia convincente.

Salimos con Omar a fuera mientras el resto de policías se encargaban de los dos hombres de la mafia.

-¿Qué pasará ahora?- Preguntó Braxxter.

-Lo más seguro, es que estéis en el punto de mira del Vanilla- Contestó Omar- Tendréis que tener cuidado.

-Todavía no entiendo porqué nos han echado tan rápido de la mafia- Dije cruzandome de brazos.

-Porque son una mafia, no tienen ni un poco de empatía, si tienen que ejecutar a alguien lo van a hacer y da igual que sea su amigo de toda la vida- Contestó Omar.

Los tres suspiramos.

Continuará...

Callejeros [Fargan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora