Capítulo 7

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El primer atraco

Llegamos de nuevo al taller de los gitanos, Ángel, Dory y Minguito ya estaban cambiados.

-Ay, payos ¿Habéis hecho el pedido?- Preguntó Ángel.

-Sí, ya lo hemos hecho. En total serán 200.000- Contestó Braxxter.

-¡Válgame! Vale- Contestó él- Por cierto os tengo que dar una cosa a cada uno. Pero os la daré después del atraco.

-Iros a cambiar, nos vemos en el garaje central- Dijo Minguito.

Dory, Ángel y Minguito se fueron hacia sus respectivos coches.
Debo decir que eran coches muy buenos. Eran tres Lamborghini tuneados al gusto y estilo de cada uno.

El de Ángel era negro, con algunos reflejos azules.
El de Minguito gris y el de Dory blanco mate.
Daba gusto verlos.

Mi hermano y yo fuimos a nuestra casa y nos encargamos de cambiarnos de ropa.
Ángel nos recomendó las máscaras.

Mi pelo estaba largo así que decidí agarrarmelo en una pequeña coleta.

-¿Hace cuanto no te cortas el pelo?- Preguntó mi hermano entre risas.

-Mucho- Contesté de la misma forma.

Bajamos con las máscaras en la mano. La mía de búho y la de mi hermano de un demonio.

Los coches de Dory y Ángel nos tomaron por sorpresa en la puerta de nuestro bloque.
Era muy de noche y no había nadie por la calle. Y aunque lo viera no creo que llamaran a la policía. La gente aquí es demasiado delincuente como para llamar a la policía.

Me monté en el coche con Dory y mi hermano con Ángel. Fuimos de camino al sucursal del banco, según Dory.

-Pensaba que íbamos a atracar una tienda- Dije mirando a Dory

-Cambio de planes por Minguito- Contestó ella.

Me quedé mirándola estaba totalmente seria y concentrada. Se veía hermosa así.
Ella se dio cuenta y me miró, cuando se dio cuenta de que yo tenía mi mirada puesta en ella se sonrojó y volvió a mirar a la carretera de inmediato.

-¿Pasa algo?- Preguntó nerviosa.

Reí un momento.

-Es que parece que esto del atraco te ha quitado la timidez que tenías esta mañana- Contesté- ¿Llevas mucho tiempo haciéndolos?

-Es como un hobby y no es el primero que hago con Minguito y Ángel. Tú los sigues y todo sale bien- Contestó segura de sus palabras.

Me sentía mucho más tranquilo. Sin embargo me emocionaba estar en el mismo que coche de Dory. Debía admitirlo, hace años que no tengo una relación y mucho menos sexo.

Dory me atraía físicamente, la verdad. Quizá debería proponerle algo, pero algo pasajero. Y si acepta resultará que ambos disfrutaremos.
Pero mejor lo hago después del atraco.

Llegamos la sucursal del banco. Dentro habían dos hombres trabajando. Enseguida les apuntamos con las pistolas y tuvieron que arrodillarse.

Uno de ellos fue obligado a ir a la caja fuerte con Ángel y Dory. Mi hermano se quedó escoltando a Minguito mientras este estaba esperando en la puerta.

-¿Qué tenemos que hacer ahora?- Pregunté

-Tomar esto- Dijo Minguito dándonos un especie de micrófono muy pequeño.

-¿Qué es?- Pregunté.

-Un micrófono que te modula la voz. Lo fabrican los Tinaja. Con esto no pueden saber nuestra voz real- Contestó Braxxter.

Las alarmas no tardaron en dispararse. En la parte de atrás comenzó a escucharse el sonido de la caja fuerte abrirse.

Después de unos minutos, un coche de policía llegó.
Del coche se bajó quien menos esperaba, Omar. Se acercó corriendo a la puerta.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó Braxxter.

-Me llamaron. Escucharme, habéis pillado un buen momento para robar. Algunas personas han ido al punto de la cocaína a recoger y se han saltado las alarmas de la policía, ellos están allí y tardarán bastante en venir. Os da tiempo a escapar- Dijo agotado.

-¿Qué hacemos?- Pregunté mirando a Minguito.

-Pues escapar, avisaré a los demás- Dijo él corriendo hacia la caja fuerte.

-¿Qué hacemos con el rehén?- Preguntó Braxxter.

-Dejarle aquí- Contestó Omar.

Nos asustamos al Omar recibir un mensaje de lo que ellos llamaban «H50».

-La policía está de camino- Ángel salió enseguida con las bolsas de dinero junto a Dory.

Omar se apartó para que pudiéramos salir. Una bolsa la metimos en el coche en el que iban Braxxter, Minguito y Ángel.

Y la otra en el coche en la que íbamos Dory y yo. Ni siquiera nos dio tiempo a pensar a dónde debíamos ir, cuando las sirenas de policía empezaron a sonar.

Omar se metió dentro del banco, era él solo así que «socorrió» a los rehenes.

Salimos rápido hacia la misma dirección ambos coches y nos separamos en un cruce de dos caminos. Escuchaba los disparos de la policía, miré por el retrovisor y venía un coche detrás de nosotros.

Dory se movía con el coche demasiado bien y apenas las balas rallaban la pintura del vehículo.

Cogí mi pistola, bajé la ventanilla y comencé a disparar al punto débil, las ruedas.

Conseguí pinchar la rueda delantera, pero una bala me dio en el brazo. Metí el brazo de nuevo en el coche mientras soltaba un gemido de dolor.

-No puedo regresar al taller si estos aún nos siguen- Dijo Dory mirándome.

El coche de policía se movía extraño, su rueda delantera estaba pinchada. Dory me miró y agarró su pistola.

Sacó el brazo por la ventana, de la misma forma que lo había hecho yo antes, y empezó a disparar a la otra rueda.

Dory aceleró cuando el coche de policía empezó a dar vuelta de campana.

Empezaba a marearme y a jadear, no es la primera vez que me disparaban en alguna parte del cuerpo, pero no recordaba como dolía.

-Aguanta Fargan, hasta que lleguemos al taller- Oía la voz de Dory un poco distorsionada.

Al ver que no obtenía respuesta de mi parte, aceleró aún más y fue de camino al taller de los Tinaja.

Continuará...

Callejeros [Fargan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora