Capítulo 29

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El retorno parte 1

Estaba en mi cama, eran altas horas de la madrugada y aún Galya no había vuelto. Estaba muy preocupado. No quería que pensara que tenía la entrada prohibida a esta casa. No fue mi intención que entendiera eso.

Agarré el móvil y la llamé. No cogía la llamada.
Empezaba a debatir si ir a buscarla o no.

Me decanté por la primera opción. Me vestí con ropa de calle y salí de mi habitación. En ese momento, Braxxter también salió de la suya.
Se me quedó mirando.

-¿Todo bien?- Preguntó él.

-Galya aún no ha venido a casa- Contesté

-¿Crees que los Cuervos mataron a Paul y montaron el atentado a los Tinajas?- Preguntó.

Le notaba demasiado confundido y sabía que tenía un debate interno.

-No lo sé...solo sé, que para algo justo, necesitamos pruebas de ambas partes- Contesté sincero.

Este tiempo, me había dado qué pensar. Sentía que la fe a los Lobos nos había cegado a ambos. El estar en deuda con Lobo por no habernos matado cuando pudo. Quizá no habíamos tratado del todo bien a Galya y Sisi.

-Ve a buscar a Galya- Dijo después de asentir ante lo que le había dicho.

En ese momento salí de casa. Bajé el portal y, para mi sorpresa, allí estaba Galya.
Estaba sentada en un pequeño escalón.

-¿Qué haces ahí?- Pregunté- Vas a coger frío, Galya.

-¿No estás enfadado?- Preguntó.

-No...- Contesté con un suspiro- Solo hay algo que no consigo entender- Ella me miró- ¿Por qué confiaste tan rápido en ellos?- Galya se levantó y se apoyó en la pared.

-Porque estoy harta de esta guerra que nunca va a terminar. Desde pequeña he estado metida en esta mierda. Han pasado los años y nunca acaba. Sisi y yo solo queremos que esto termine y que ambas mafias sean socias o al menos, que no se ataquen entre ellas- Contestó sincera.

-Entiendo cómo te sientes Galya, pero son nuestros enemigos...- Ella bajó la cabeza- Lo siento, cariño, pero vamos a necesitar muchas pruebas que limpien a los Cuervos.

Me acerqué y la abracé.

Una vez que nuestro abrazo acabó, ambos fuimos a casa y nos dormimos.

[...]

Esta vez, fui yo el que decidió ir a casa de Lobo para hablar con él. Dejé mi coche en uno de los aparcamientos.

El sitio estaba totalmente desierto, casi daba miedo. Era una hacienda con helipuerto incluido. Recordaba cuando mi hermano y yo entramos en la mafia oficialmente. También cuando los Lobos nos trajeron hasta aquí para juzgarnos.

Entré en la casa, la puerta estaba peligrosamente abierta, no estaba cerrada con llave. Subí las escaleras, esta casa era grandísima.

Fui a la primera habitación que había al girar a la derecha. Abrí la puerta y acerté.

Lobo estaba mirando por la ventana, sentado en uno de los sillones que había enfrente.
Él se giró hacia mí. Estaba serio, sin embargo, no estaba como Galya dijo.
No tenía los ojos ni rojos ni llorosos.
Me acerqué y me senté en el sillón de al lado.

-Hola- Saludé.

-Hola...- Su voz sonaba como siempre, solo que muy seria.

Ahora pensaba si el Lobo que visitó Galya y el que estoy visitando yo hora, era el mismo.

Callejeros [Fargan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora