En el que conversamos por mensaje

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Sam


Y sin más, salí de la habitación, brinqué a mi balcón y entré a la mía con la respiración acelerada. No podía comprender del todo lo que acababa de suceder, pero al parecer, mi cuerpo había leído las señales del suyo y me había puesto muy nerviosa. Avancé a la cama y me recosté justo en el momento en el que el celular sonó. Lo saqué de mi bolsa y observé el mensaje de Adam.

¿Lograste convencerla?

                                                                                                          

Sí, logré hacerlo. Parece... entusiasmada. En especial porque tú irás también.


¿Así que me usaste como cebo?


 Pensé que sería el modo más fácil de hacer que aceptara.


Le diré a Don que se ofrezca mañana para llevarla. ¿Sam?


 ¿Qué sucede?


Traje de baño.


  Mierda.

Fruncí el ceño. Lo había olvidado. Dejé el celular, me puse de pie y me dirigí a mi armario. Lo abrí y registré mis cosas rápidamente. No había nada. Ni un solo mentado traje de baño. Maldije en todos los idiomas que conocía y regresé a la cama con expresión ofuscada.

Inexistente.


Ja, ja, ja. ¿Por qué no le pides prestado uno a tu prima?


De solo pensarlo se me puso la piel de gallina. No iba a regresar a su alcoba; al menos no ahora.


Tiene demasiado busto a comparación de mí.


Lo he notado


 Pervertido


No es algo que se pueda dejar de lado


 ¿Te gustan las chicas voluptuosas?

Un silencio incómodo y yo me retracté de haber preguntado algo tan personal. Me sonrojé por la vergüenza y quise borrar el mensaje, pero él ya lo había visto y simplemente respondió después de unos segundos:

No si no son tú. Buenas noches, Sam.






N/A: Hola a todos! Espero que los capítulos anteriores les hayan gustado. Esta vez estoy a tiempo con la actualización :)

Un juego peligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora