Híbrido! Katsuki Bakugou x tu

Capítulo 26

—Creemos que un hombre llamado "Kito Kawasaki" quien lo apunto para una pelea de híbridos, y cuando perdió lo dejo en una carretera lejos de la ciudad para no morir, y nadie logro encontrarlo hasta hoy. Creemos que estaba vivo ya que estaba algunos metros lejos de la carretera— Dijo el hombre antes de tomar un sorbo de su té. ¿Cuánta cara dura puede tener una persona para lograr tomar té después de decirle a alguien que su hermano esta muerto? Katsuki, preocupado de la reacción de (Nombre) volteo levemente a ver a la chica, quien solamente miraba atónita al hombre.  

—¿Nos esta diciendo que su hermano estuvo años muerto al lado de una puñetera carretera de mierda?— Preguntó Katsuki, a lo que el contrario asintió exclamando un leve "Así es jovencito" a lo que Katsuki frunció el ceño. 

—¿Y que harán con los restos?— Pregunto la chica mirando hacia la alfombra antes de tomar un trago de su taza de té, a lo que el hombre, negó con la cabeza levemente. 

—Aun no lo sabemos, esperábamos que usted, por ser su familiar, lograra decir que quiere hacer.—

—Quiero que cremen sus restos, haré el papeleo yo misma si es necesario, le conseguiré una acta de defunción y... esas cosas— Murmuro, a lo que el hombre asintió. Mientras tanto, y ante la reacción casi fría y sin alma de (Nombre) solamente frunció levemente el ceño. ¿Cómo habia...? Simplemente no habia manera de... ¿Cómo podía verse tan calmada en una situación como esa? ¿Cómo una persona que busco tanto podría reaccionar de esa manera al saber que su hermano estaba muerto? 

—Entonces eso haremos ahora. Si me disculpan, debo irme. Agradezco mucho el té— Dijo el hombre levantándose, a lo que Katsuki, sin miedo y molesto, gruño tan alto como pudo y le indico con la mano hacia donde debía de irse para encontrar la puerta. Tan rápido como el hombre habia entrado a aquella casa, habia salido, aunque, evidentemente, primero se termino su taza de té. Después de escuchar la puerta abrirse y cerrarse el chico se digno a decir alguna cosa. 

—¿Estas bien?— Pregunto el rubio, a lo que la chica volteo a mirarlo. 

—Si. Estoy bien.— Dijo sonriendo tenuemente aun viéndolo, a lo que Katsuki frunció el ceño aun más. Simplemente no podía creer que (Nombre) logrará mantenerse en una sola pieza después de todo lo que habia hecho y cuanto tiempo habia esperado solamente para encontrar alguna noticia de su, ahora, difunto hermano.  

—Maldita sea (Nombre), dime que mierda esta pasando por tu cabeza porque no soy un jodido adivino. Esta bien sentirte triste. Tu hermano esta muerto. ¡Joder!—La chica negó con la cabeza, tan calmada como cualquier persona normal. 

—Katsuki, estuve buscándolo años y años. No es como si nunca hubiera pensado de que estaba muerto. Prefiero saber esta verdad a seguir viviendo en el dolor e incertidumbre de la duda. Estoy bien. Me alegra saber lo que realmente paso. Además, nunca llegue a conocerlo realmente, ¿Qué lo diferencia de un extraño?— Pregunto la chica levantándose del sofá y revolviendo el cabello del chico mientras caminaba tranquilamente a dejar los trastos en la cocina. Esa tranquilidad era desconcertante.

—Que él no era un extraño, (Nombre). Comparten sangre—Exclamo el rubio cenizo, frunciendo el ceño lleno de rabia. No entendía como esa chica era la misma que habia conocido meses atrás. Simplemente no entendía como no estaba destrozada. El mismo estaba destrozado, y ni siquiera era su hermano. El se encontraba furioso. Lo tiraron en una carretera, ¿Acaso no pudieron tirar su cuerpo en la ciudad? ¿Por qué no le darían la oportunidad de encontrarse a un ángel a él también? ¿Por qué mierda no pudieron encontrarlo antes? 

Estas preguntas ponían a Katsuki enfermo. Le quitaban el apetito y la sed, pero lo que mas le enojaba, es que la persona que se supone que debería de estar llorando y extrañándolo, su familia, no hubiese siquiera soltado una lagrima. 

—La sangre no significa nada, y ambos lo sabemos, Katsuki. ¿Qué quieres que haga? ¿Qué enmarque su fotografía?—Pregunto la chica, a lo que el contrario, aun rabioso la miro mal. No le habia agradado el tono con el que habia dicho esas palabras. Lo habia dicho como si no quisiera tener la foto de su hermano en la pared, como si no deseara ver el rostro de uno de sus familiares perdidos cada vez que caminara por el pasillo, o que estuviera en el salón principal

—¡Cuando menos, si! Maldita sea (Nombre), ¿Cómo demonios puedes ser tan putamente insensible? — Pregunto el chico, a lo que la contraria solamente bufo. 

—Esta bien, enmarcare su foto, sácala del sobre, y yo traeré un marco de su tamaño de mi habitación—Dijo la chica yéndose hasta las habitaciones. Mientras tanto, el chico soltó un suspiro y hurgo en aquel sobre de papel amarillo, donde varios papeles, seguramente con la información del hermano de nuestra querida protagonista, se encontraban. Primero saco los papeles de información. La altura, peso, color de cabello, raza, madre y padre, dueño anterior, entre muchos otros datos, insignificantes y sin demasiada importancia, estaban. 

Finalmente, y listo para ver el hermano de (Nombre) saco la foto de un joven de cabello rubio, ojos azules y una placa. La comida en su estomago se revolvió en cuestión de segundos, y no pudo evitar levantarse y apresurarse hasta el baño mas cercano a la estancia para ahí soltar lo que habia desayunado. Eso no puede ser. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡MIERDA! ¡MIERDA! ¡ESO NO PUEDE ESTAR PASANDO! 

Tal vez algunas de ustedes ya lo habían supuesto. Seguramente ya lo veían venir. Seguramente es bastante evidente. El chico que habia visto Katsuki en aquella foto, fue el primer hibrido que el habia matado para sobrevivir. Bueno, eso pensó. ¿Qué haría (Nombre) al enterarse? ¿Cómo lo trataría después de saber que él habia sido el responsable de la muerte de su hermano mellizo? ¿Cómo podría verla a los ojos después de esto? ¿Acaso perdería todo lo que ella le habia dado? ¿Cómo podría vivir el con eso? 

Cerro la puerta del baño con el pie, e intento mantenerse en silencio aun sentado justo frente al inodoro. Las lagrimas recorrían sus mejillas mientras el temor comenzaba a apoderarse de él. Si (Nombre) se enteraba... Si ella lograba enterarse... Pero el debía de decirle. El tenia que decirle. Con esos simples pensamientos no pudo evitar el volver a vomitar. Intentaba no sollozar tan alto. Intentaba negarse  a si mismo que (Nombre) podría hacerle eso a él. Intentaba convencerse de que (Nombre) siempre será ese ángel que perdona todo, pero seria simplemente estúpido pensar que eso seria posible.