Capítulo 45

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—Ya llegue, pero ella no parece estar aquí—Hablo él chico a través de la línea, le había prometido a su madre hablar cuando llegara a su verdadera casa, y eso era lo que había hecho. Justo en cuanto puso un pie en su hogar, dejó su única maleta caer en el piso de madera, y comenzó a escanear cada rincón de la casa, buscando a la joven de cabellos rubios y ojos zafiro. La joven que lo había hecho volver a Tokyo, donde no había nada para él, donde el mundo sería agresivo y abusivo en su contra, donde el olor de la contaminación hacia que su nariz pícara y donde el ruido de la gente era más del que le gustaría, pero volvió porque aquella joven ya tenía su corazón entre sus manos.

Volvió porque aquella chica lo había hecho sentir importante. Le había hecho sentir que la vida finalmente tenía sentido. Le había hecho sentir amado. Le había dado todo lo que pedía y más. Ella había dado más de lo que él alguna vez pudo, y por eso se sentía agradecido. Por eso no había podido olvidarla, y por eso quería pelear por ella. Quería pelear para que todo funcionara, sin importar la distancia o los problemas que podrían presentarse en un futuro.

—Si, si, ya revise en todos lados de la casa. No está— Gruño el chico de mala gana mientras revolvía violentamente la mezcla en un bowl. No había cocinado solo en un rato, y, aunque era un tanto extraño después de haber cocinado a lado de su madre durante tanto tiempo, no le desagrada para nada. Nunca antes se había puesto a pensar que tanto le gustaba cocinar, no hasta que encontró a su madre. Le encantaba cocinar para su familia en general, pero aún más le había encantado ver cada una de las reacciones que tenía su novia ante ellas. Había amado ver cómo arrugaba la nariz y cerraba los ojos cuando comía un platillo picante, o como se iluminaba su mirar al probar un platillo con decenas de especias perfectamente balanceadas. Ni hablar de cómo daba grandes bocados y sonreía al probar algo dulce.

Se preguntaba si así se sentía su madre cuando él comía las cosas que preparaba. Cuando estuvo en la casa de sus padres había tenido tantos recuerdos. El sabor de la cocina de su madre, aunque aun un tanto diferente, había sido como el que había probado tantas veces cuando era tan solo un pequeño cachorro. Después de eso pudo entender con claridad porque, cada vez que tomaba una mordida de aquellas barras de pan secas, y tomaba tragos de aquellas sopas, se sentía tan melancólico. Extrañaba los sabores de la cocina de su madre... No podía recordar con claridad cuál era su sabor, pero sabía que los extrañaba. Sabía que dentro de su pecho había un sentimiento que le hacía añorar algo que ni siquiera podía recordar.

—No sé dónde está, ni si volverá temprano. Solo espero que este bien.—El joven hizo una pausa en la que su madre le hacia mas preguntas acerca del paradero de la joven. —No, no, no. No tenía otro lugar a donde ir. Revise el calendario, no tiene ninguna junta hoy, su escuela comienza en una semana, y no creo que esté en una entrevista para ningún trabajo. Te aviso si tengo noticias, tengo que terminar la cena.—Antes de que la mujer mayor pudiera seguir hablando, Katsuki colgó la llamada y continuó con su tarea de hacer la cena. No era tan tarde, a penas eran pasadas las seis de la tarde, por lo que no estaba realmente preocupado. A esa hora usualmente la joven salía a dar paseos por ahí, por lo que planeaba sorprenderla preparando una buena cena que seguramente le encantaría.

[...]

La cena estaba lista. El delicioso olor invadía cada parte de aquella morada, y la manera en que el híbrido incluso había conseguido velas y flores para la ocasión hacían ver de aquella ocasión especial. Claramente, si la joven preguntaba si se había tomado todas las molestias para eso él solamente negaría, diciendo que había cortado las flores por error y que ahora tenía que hacer algo con ellas. No tenía una explicación para las velas, pero posiblemente se lo atribuiría a un apagón. Todo se veía tan delicioso, y el mitad pomeranian no podía esperar para que la joven llegará. No podía esperar para ver su rostro lleno de impresión ante tal gesto. No podía esperar para ver sus lágrimas de felicidad. No podía esperar para escuchar sus disculpas y nuevamente besar sus dulces y suaves labios como si fuera la última vez...

[...]

La comida ya se había enfriado. Era una verdadera pena, considerando que el joven había puesto su alma y corazón en esos varios platillos. Literalmente había ido al mercado para comprar todo lo que necesitaba. Quería consentir a la mujer que se había robado su corazón. Quería hacerle saber que tanto lo sentía. Quería demostrarle que tanto deseaba volver con ella. Apenas eran las ocho de la tarde, el sol se había ocultado, pero aún era temprano, por lo que preocuparse para este punto aún era bastante apresurado. Tal vez había ido a ejercitar. Usualmente la gente va a ejercitar después de una ruptura, ¿no?

[...]

Había comido solo. Se había asegurado de dejar comida para la joven, pero el que no haya llegado para cenar si que lo había tomado por sorpresa. Sus esponjosas orejas estaban ocultas en su cabello, y su cola no se había meneado en un rato, no desde que estaba cocinando la cena. Mentiría si dijera que no se sentía levemente decaído. Había puesto tanto empeño... y la joven no había estado ahí para verlo. Era realmente una pena. Ya era medianoche y la joven aún no se dignaba a mostrar su precioso rostro en su propia casa.

[...]

Ya eran las dos de la mañana, y, aunque el chico intentaba con todas sus fuerzas mantener su mente tranquila, no podía evitar sentirse extremadamente ansioso. No había noticias de (Nombre) aún. No sabía dónde estaba, ni donde podría estar. No sabía que había pasado con ella, pero sabía que debía de estar cerca. Debía de estar por algún lado, no pudo simplemente desaparecer. 



¡Hola! ¿Me extrañaron? Pfft, a quien engaño, nadie me extraña. Como sea, hoy es un mal día, por lo que me alegra haber escrito antes de que todo se haya ido a la mierda, por otro lado, ¡la próxima semana iré a mi primer baile! ¿No es genial? Tendrá temática de mascarada, o como sea que se llame, básicamente debemos de llevar mascaras de carnaval, y todo se vera increíble.

En otras noticias, este será el único capítulo de esta semana, porque, aunque el siguiente ya este medio hecho claramente quiero hacerlas sufrir. Aun no corrijo el de Un Alfa Roto y me estoy estresando un poco, porque no solo tengo que corregir ese adefesio mal hecho, sino también hacer un capítulo, o tal vez edite más que solo eso, no lo sé. Solo quiero que esa historia tenga mas emociones. Tiene que ser perfecta, y aun no llega a ese nivel, así que veré que hago. También tengo que escribir un ensayo para la escuela, y, aunque tengo compañeros, según ellos yo escribo "bien perrón", así que tengo que encargarme de toda la escritura, mientras ellos presentaran y eso. Ya saben, trabajos en equipo.   

Como sea, gracias por leer, estrellita, comenten, lean mis otras historias, no se hagan. 

Shi No Tenshi Itte Iru

Híbrido!  Katsuki Bakugou x tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora