Capítulo 10

4.2K 464 73
                                    

Ambos híbridos se levantaron al sentir un enorme temblor el cual les preocupo bastante, estaban a punto de salir corriendo de el edificio por mera seguridad hasta que notaron que realmente eras solo tu.

Te sentiste aún peor de lo que ya lo hacías por despertar a ambos por tus inseguridades y ansiedades.

Mientras tanto los híbridos solamente se preguntaban el cómo pudiste liberar tus brazos de las cobijas, se veían arañados, como si un gato te hubiese dado una buena pelea, y algunos de ellos estaban sangrando, no habían muchos arañazos graves, pero de igual manera el mirarte así no era nada bueno.

Tu mientras tanto seguias rascando tus brazos, el sentir tus uñas rasguñar tu piel e incluso separarla se sentía placentero en esos momentos, tu ansiedad te estaba carcomiendo viva, cosa que los híbridos apenas se daban cuenta, tal vez estaban muy preocupados pensando que quien te había hecho sonrojar más, o quien te hacía sentirte mejor.

Katsuki se sentía de cierta manera culpable, pero Shinso simplemente no pudo soportarlo, no se sentía tan listo como para verte en ese estado.

Sonará cobarde, pero el chico se levanto y dejo al pomeranian solo, finalmente había dejado el apartamento, justo cuando tu mas lo necesitabas.

El pomeranian te miro fijamente, y al notar como seguias arañando tus brazos te sentó en su regazo y te abrazó de manera fuerte.

Tus uñas ya no podían seguir dañando tu piel, en cambio solo sentías muy de cerca el aroma y la calidez de el canino.

—TN... Cálmate, estoy aquí...—Comenzó a decir

—Porque no te vas como Shinso lo hizo? Porque sigues aquí? Porque me soportas? Acaso sientes lastima por mi? Piensas que no puedo cuidarme sola? Estás aquí solamente por caridad? O porque te doy todo lo que necesitas? —Comenzaste a preguntar.

El abandono de el violáceos te había golpeado como un baldazo de agua fría, acaso no eras suficiente para nadie? Acaso todos los que te rodeaban estaban ahí solamente por que sentían pena por ti? Si, eso era lo más seguro, y realmente era algo que cada noche te carcomía por dentro.

Al sentir las manos de el pomeranian tomarte aun mas fuerte te provoco un pequeño escalofrío.

Por primera vez estabas preguntando las cosas que ante tu mente eran más que comprobadas ser verdad.

—No... No siento lastima por ti... El te podra dejar, y podrá irse cuantas veces quiera, pero yo siempre estaré aquí contigo—Dijo él hundiendo su cara un tu cuello, intentaba hacerte sentir querida, intentaba hacerte sentir que eras suficiente, pero eso no te ayudaba tanto.

—Entonces porque todos se van?—Preguntaste, te diste la vuelta en un intento de verlo a la cara, que te respondiese eso viendote a esos grandes y cristalinos ojos los cuales ahora solo rogaban por respuestas y apoyo, un apoyo el cual nunca recibías.

Usualmente tus ataques de ansiedad pasaban cuando estabas sola, cuando estabas en tu habitación, y estos eran poco frecuentes y nada autodestructivos, era simplemente llorar y temblar como nunca para terminar en un vacío.

Pero las pastillas que combatían la ansiedad se habían acabado unos días atras. 

Te sentías mejor, no pensaste el poder necesitarlas, pero cuando las cosas pasaron con tu hermano... Todo fue tan rápido que no pudiste ir por ellas, no pudiste tomar la doble ración que siempre tomabas cuando las cosas se salían de tus manos.

El hibrido olfateo, olias a temor, eso era lo unico que podia oler, temor. Tu delicioso olor a vainilla y fresas estaba siendo totalmente opacado por todo esto.

Tus brazos aun intentaban seguir dañandote, pero Katsuki era mucho más fuerte que tu.

—Todos se van porque no se dan cuenta de lo que tienen, y saben que cuando vuelvan aun estarás ahí, esperandolos con los brazos abiertos y esa linda sonrisa la cual solo tu tienes—Gruño, estaba volviéndose cursi solamente por ti, solo tú le escucharías decir tantas estupideces como él las llamaba.

El mitad canino se había dado cuenta de como tus amigos aprovechaban tu generosidad para usarte y volverte a dejar en la soledad, cosa que obviamente le irritaba bastante.

El no sabia nada de ser una buena persona, a la que todos quieran o admiren, pero tenía muy en claro que hacer esto simplemente era injusto para ti.

—Yo estoy aquí, y no me iré de aquí hasta que te calmes...—Dijo de una manera calmante, tu dejaste de temblar de una manera tan brusca, de hecho si que te habían confundido minutos atrás con un sismo de alta magnitud.

Porque shinso se habia ido asi? No se suponía que era uno de tus mejores amigos, o espera... Kirishima es tu hermano y también se fue, ya no puedes culpar al felino por su decisión.

El mitad pomeranian te levanto y camino contigo en brazos de manera nupcial hacia el comedor, donde te sentó en la mesa.

—Espérame un segundo aquí, si?—Pregunto el a lo que tu suspiraste de manera pesada y asentiste sin más remedio.

El chico caminó descalzo por el comedor, continuo a través de el salon principal para terminar en la puerta principal.

Tu comenzaste a sentirte ansiosa una vez más, ahora el tambien te iba a abandonar?

Escuchaste como abrió la puerta, salió un momento de el departamento y luego volvió a entrar.

Cerro la puerta con candado y soltó un gruñido de molestia.

—Maldita rata...—Murmuró para sí mismo tomando el teléfono de la casa.

Sus dedos marcaron rápidamente el número de Shinso y se colocó el teléfono al lado de el oído.

Después de escuchar su buzón de voz comenzó a hablar.

—Mira pequeña rata, se que fuiste a tu hogar, y mas te vale decirle esto a el imbecil de pelo de mierda, si quieren volver a siquiera dirigirle la palabra a TN mas les vale que vengan a su departamento y le pidan perdón de rodillas!—Exclamó él con clara rabia, tu sonreiste intentando volver a tus cabales, vaya, tal parece que había alguien sobreprotector en tu vida.

Suspiraste sonriendo y limpiaste las lagrimas de tus mejillas, te sientes mejor después de escucharle hablar así.

Y era verdad, todos se aprovechaban de tu amabilidad, por lo que siempre salías lastimada al final. Debías de terminar con todas esas relaciones tóxicas las cuales siempre terminan mal.

Pero no querías hacerlo de una manera brusca, realmente te aterraba el perder todos los que alguna vez tu consideraste amigos.

—Katsuki... Puedes venir por favor—Dijiste levantándote de la mesa, estabas un poco desubicada por tanto temblor pero podías mantenerte de pie.

—Que quieres, fea?—Preguntó entrando nuevamente a el comedor.

Híbrido!  Katsuki Bakugou x tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora