Capítulo 38

1.1K 157 43
                                    

¿Cómo habíamos comenzado esto? Todos sabemos cómo comenzó la historia, una joven encantadora y caótica encontró un día un híbrido. Él estaba asustado, justo como ella. Él estaba roto, claramente mucho más que ella. Ambos estaban solos, y ambos estaban descubriendo juntos un mundo que alguna vez les dio la espalda. Ambos vieron la belleza de las cosas triviales al lado del otro. Ambos descubrieron que tan encantadores podrían ser los defectos, y que tan basto podría ser un mundo si tan solo lo compartías con alguien que valía la pena. Impresionantemente, ninguno se hizo dependiente al otro. Aunque hubiese sido encantador decir que era su otra mitad, y que se hacían sentir completos, la verdad es que solamente disfrutaban suplementarse a sí mismos. Querían compartir su vida con el otro.

El tiempo había pasado, y claramente aquella magia llamada amor había florecido como cualquier árbol de cerezo. Justo como en aquel sueño... ¿Lo recuerdan?

Aunque aquel amor fuera evidente, y la joven no podía imaginarse al lado de nadie más, la realidad es que de vez en cuando tienes que tomar decisiones difíciles, y una de esas decisiones difíciles era dejar libre al híbrido que la había acompañado y la había ayudado. Ella lo conocía perfectamente, sabía que aunque quisiera Katsuki no se iría de su lado. Su tonto orgullo siempre le haría sentir que debía algo, y no podía permitir eso. Ahora nuestra querida protagonista debía de pretender que esa maldita magia no existía para poder darle libertad al chico frente a ella. Quería ver como Katsuki era feliz, quería verlo con toda su alma, pero, maldita sea, con solo saber que él estaba bien, vivo, y podía quedarse con esas personas que por tanto tiempo había buscado... Con eso le bastaba.

Incluso si ella no podía estar a su lado en aquellas mañanas llenas de sonrisas, o en esas tardes llenas de serenidad, eso no hacía ninguna diferencia.

—¿Ahora me dirás qué mierda sucede?— preguntó el chico, sacando a la joven de sus pensamientos abruptamente, y mostrando con claridad cómo recordaba a la perfección aquello que atormentaba a su novia. Recordando aquel acuerdo que ambos habían tenido la noche anterior.

Las manos del joven estaban dentro de sus bolsillos, y aquella feroz mirada escarlata lo hacían ver intimidante, o al menos eso pensaría cualquiera que no conociera su lado dócil y agradable. Ese lado que sólo nombre podía presumir el reconocer a la perfección.

Cuando aquellas palabras habían salido de la ronca voz del chico, los ojos de nuestra querida protagonista, (Nombre), comenzaron a picar, mientras que su precioso rostro de piel blanquecina ardía con intensidad. Tenía miedo de la respuesta de aquella pregunta que no se atrevía a hacer. Tenía aún más miedo de alejar a Katsuki de su vida. Tenía miedo de volver todas las tardes después de su universidad o trabajo a casa para ser recibida por aquel sofocante silencio y aquella terrible soledad.

Se limitó a no decir nada, e intentar calmarse, porque sabía a la perfección que si pronunciaba cualquier palabra rompería en llanto, y mostraría a la perfección como no pensaba realmente lo que decía.

Katsuki, claramente alarmado por como los ojos de su novia se habían llenado de lágrimas tan súbitamente, únicamente alzo sus puntiagudas y esponjosas orejas al igual que su cola de pelaje rubio, alerta ante cualquier razón que haya podido causar dicha reacción tan atípica de parte de su novia. (Nombre) negó levemente con la cabeza, pero no como una respuesta ante aquella pregunta, sino como una muestra de que le diera un par de segundos para recomponerse.

Sus ojos zafiro se recorrieron rápidamente hasta la cascada a su costado, enfocando su audición en el sonido rítmico y calmante del agua impactando entre sí. Supongo que eso ayudó bastante, porque, aunque realmente estaba al borde del llanto, ninguna lágrima rodó por sus mejillas.

El puente de madera debajo de los pies de (Nombre) comenzó a tambalearse de un lado al otro, como si la madera intentara arrebatarle con ferocidad su equilibrio y como si el mundo le estuviera dando una señal. ¿Acaso era un terremoto? No. No lo era. Era el mismo temblor de su cuerpo. Era aquel miedo que la recorría demostrándose físicamente. Eran aquellos nervios e inseguridades que la atormentaban incesantemente escalando por debajo de su piel, haciéndola temblar.

—Yo-- — Comenzó ella, pero las palabras simplemente parecían desaparecer antes de siquiera llegar a sus labios. No quería que su voz saliera quebradiza, pero al mismo tiempo no quería mostrarle que no le importaba. Le importaba mucho, pero simplemente no quería provocar que el joven tomara una decisión errónea. —Amor, esta vez no quiero que pienses en mí, ¿bien? Quiero que pienses con claridad y que no te sientas presionado.— Finalmente logró decir. El chico, preocupado y listo para recibir cualquier mensaje que (Nombre) pudiera decirle, asintió, pensando que no sería tan serio. Que cualquier cosa que ella dijera sería fácil de superar, porque ya habían hecho tanto juntos, y había dejado tanto atrás para enfocarse en un futuro, que simplemente pensaba que ambos como pareja siempre serían invencibles.

—¿Quieres quedarte aquí en Tsuwano con tus padres?—

El chico, inocente ante la situación y a lo que la joven se refería con exactitud, sonrió radiantemente, mostrando aquellos grandes y puntiagudos colmillos caninos. (Nombre) podría jurar que era lo más feliz que lo había visto en mucho tiempo, y también podría jurar que escuchó a la perfección como su corazón se rompía en mil pedazos al ver como el canino hacia aquella expresión. ¿Recuerdan lo que dije antes? ¿Eso de que (Nombre) podría seguir siempre y cuando supiera que Katsuki estaba feliz?

Eso es pura maldita mierda. Mierda con la cual debería de vivir.

Claramente, el chico no había pensado en ningún segundo el abandonar a (Nombre), al contrario, lo que él pensaba era que ambos se mudarían a una hacienda cercana a la de sus padres, para, de esa manera, seguir en contacto y ser una bonita familia. Quería disfrutar una vida con aquellas personas que amaba. Era una vida pacífica, y adoraba saber que (Nombre) le estaba ofreciendo esa dicha.

O por lo menos eso pensaba por ahora el alma soñadora del chico...



¡Hola bbs! ¿Me extrañaron? Seguramente no mucho porque actualice la semana pasada. De cualquier manera, se vienen muchas cosas en esta historia. Pensaba que el final tomaría un par de capítulos, pero literal, ha tomado hasta ahora como seis y aun falta bastante contenido...

Aún tendrán bastante que leer, supongo. Por otro lado, quiero publicar el tercer capítulo de Un Alfa Roto, considerando que algunas de ustedes comentaron mucho en ello, lo cual me alegra.

Veremos que pasa este fin de semana.

¡Gracias por leer!

Híbrido!  Katsuki Bakugou x tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora