Capítulo 27

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Recogieron las cenizas del joven. La chica tomaba con ambas manos aquella urna plateada. Salieron de aquella funeraria. No hubo ninguna ceremonia. (Nombre) argumento fuertemente de que no tenia dinero para lograr hacer una ceremonia realmente grande, por lo que solo quería llevarse las cenizas de su familiar. Se alejaron del lugar. No habia razón para mantenerse en ese lugar con olor a muerte mas de la cuenta. 

—Katsuki, haremos otra parada antes de ir a casa, espero que no te moleste— Dijo la chica. Katsuki, quien aun sentía su estomago revuelto, solamente logro asentir y enroscar su cola, mientras que sus orejas bajaron hasta ocultarse en su cabello. Realmente deseaba volver a casa y quedarse en cama hasta el día siguiente. No se sentía preparado para salir con (Nombre) ese día en especifico. No quería siquiera estar cerca de ella sabiendo de que él fue el asesino de su hermano. Pero ya estaba fuera de casa. Ya no habia nada que hacer. Ahora solamente podía seguir a la chica de cerca hasta el lugar en el que ella quería ir. 

[...]   

El taxi los dejo en medio de la nada. Ahora Katsuki si que se estaba poniendo nervioso. ¿Qué pasa si ella quería abandonarlo ahí? ¿Qué pasa si el era el que salía primero del taxi y entonces ella cerraba la puerta detrás de el para dejarlo ahí? ¿Qué pasa si ella ya lo sabia? ¿Qué pasa si ella ya no lo quería? ¿Qué pasa si ella lo abandonaba ahí? 

—Vamos sal, que no tenemos todo el día. Yo le pagare al taxista, dame un segundo.—Dijo la chica sacando su cartera. El contrario alzo las orejas, y la vio mientras fruncía el ceño. Entonces ella bufo y rodo los ojos al ver que Katsuki no la obedecía, pero suponía que era por los instintos protectores que tenia. Después de pagarle al hombre, le dio las gracias, tomo la vasija plateada, y luego salió del automóvil con el chico detrás de ella. 

[...]

—¿Qué mierda hacemos aquí?— Pregunto el chico, a lo que la contraria sonrió. Si, era raro estar justo en medio de la nada, en un barranco el cual dejaba ver un pequeño lago, la inmensidad del bosque, y el infinito cielo. Nuevamente Katsuki enrosco su cola. ¿Qué pasa si ella lo tiraba de ese barranco? ¿Qué pasa si ella no quiere solamente deshacerse se él? ¿Qué pasa si ella lo quería muerto por matar a su hermano? Era justo. Diente por diente. 

—Quería hacer algo...— Dijo la chica poniéndose de rodillas cerca del barranco. En ese momento abrió la vasija. —Cuando era pequeña, mis padres, Kirishima y yo veníamos aquí a acampar. Decían que viajes familiares nos ayudarían a unirnos como familia.— Una sonrisa amarga se formo en los labios de la chica. —Creo que era porque, como Kirishima era mayor que yo, el sí que entendía perfectamente que su hermanita no era de la misma familia.— Dijo abrazando levemente la vasija y apegándola a su pecho. Sus delicadas manos tomaban el frio metal, y sus ojos bajaron para ver las cenizas dentro de aquel cacharro de metal color plateado. —Recuerdo encontrar este lugar y nunca querer irme... Sé que mi hermano de sangre solo vio una cara del mundo, y quiero que, si no vio la belleza del mundo en la vida, logre hacerlo en la muerte— En ese momento la chica dejo a las cenizas caer por el barranco, las cuales fueron llevadas por el viento, y esparcidas por el mundo. —Quiero que por lo menos en la muerte sienta liberad...— Termino ella. 

Katsuki no pudo evitar sentir como su corazón era aplastado, sentándose al lado de la chica que le gustaba, quien, para este punto, ya comenzaba a llorar. Sus sollozos destrozados y tan fuertes como cualquier trueno hacían un eco ensordecedor en los oídos de Katsuki, quien no podía evitar pensar que por su culpa (Nombre) estaba llorando. 

Los sollozos de la chica acallaban los sonidos naturales del bosque, pero esa no era la peor parte. La peor parte fue cuando ella intento buscar las manos de Katsuki para obtener algún tipo de apoyo emocional. Lo peor fue cuando comenzó a gritar de dolor, mientras solamente veía el bosque, esperando que su hermano, por lo menos en la muerte, logre encontrar la paz que nunca pudo obtener en vida. Por otro lado, Katsuki no logro hacer nada mas que ver a la joven derrumbarse. Ella fue la misma que habia dicho que no significaba nada el que su hermano muriera, ¿por qué ahora estaba llorando? ¿por qué ahora él se sentía tan culpable? ¿Por qué él no pudo dejarse matar por aquel chico?

—Pero... A ti no te importaba...— Murmuro Katsuki, a lo que la contraria volteo a verlo. 

—No es que no me importara. Simplemente no sabía que pensar. ¿Cómo podría no importarme después de que lo intente todo y dejé tanto atrás para buscar a la única persona que seguía compartiendo mi sangre? Deje becas atrás para quedarme en una ciudad que no me quiere solamente para seguir buscando. Me metí en problemas buscándolo. Deje mi alma atrás para lograr buscarlo y al final enterarme que estuvo siempre muerto. Siempre pensé "(Nombre), estarás bien si lo encuentras, no importa de que manera. Vivo o muerto. Con saber que le sucedió estarás satisfecha". Siempre pensé que estaba lista mentalmente para lograr afrontar la realidad, pero ¿Cómo podría después de saber que lo único que quedaba de mi verdadera familia murió a un lado de una carretera, en desesperación y desangrándose porque no pudieron abandonarlo cerca de un hospital, o en un lugar en el que, por lo menos, tendría un poco de posibilidad de vivir... No lo sé Katsuki.— 

—Pero no lo entiendes, (Nombre). ¿Cómo demonios podría no sentirme tan malditamente preocupado después de que me dijiste que estabas bien, y ahora sales con esa mierda de que realmente te sientes terrible por su puñetera muerte? ¿Cómo mierda podría sentirme seguro? ¿Cómo demonios podría siquiera verte a los ojos ahora? Desde que vi su maldita foto no puedo siquiera pensar como diablos me permites mantenerme en tu hogar. ¡YO FUI! ¡YO SOY QUIEN LO MATO! ¡JODER!— Dijo el chico ahora llorando.


Híbrido!  Katsuki Bakugou x tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora