Capítulo 1

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[Actualizado: Agosto 22, 2020]

Meses Antes

—¿Ves a lo que me refiero?— Preguntó aquel chico de cabellos pelirrojos teñidos totalmente furioso mientras notaba como la chica tenia problemas para mantener sus ojos abiertos. No podía controlar a su hermana, y el que su propia sangre sea una gran cabeza dura no le ayudaba en lo absoluto a tomar cargo de ella. Sus padres siempre lo hicieron sentir responsable por aquella chiquilla de ojos azules y cabellos rubios, y el verla de aquella manera le daba la sensación de que estaba haciendo un pésimo trabajo. Aunque no había manera de ayudar a que su hermana mejore si es que ella no cooperaba, el chico aun se sentía responsable de la seguridad y estado físico de su pequeña compinche.

—Lo lamento mucho pero debo irme. ¡Mi casa me espera!— Contesto la joven entrando al tren de manera apresurada. (Nombre) Kirishima no era conocida por ser una gran fanática de los sermones y regaños de su hermano mayor, pero amaba saber que por lo menos una persona se preocupaba por ella de una manera genuina y desinteresada. Su hermano, por otro lado, rodó los ojos lleno de irritación. ¿De qué servia cuando el le hablaba? Era como hablarle a el muro de Berlín, un muro especial en la historia, pero al fin de cuentas es solo un muro.

¿Quién era ella? ¿Qué pasó? ¿Cómo conocía a nuestro pelirrojo favorito? Bueno hay que decir que son muchas preguntas, y la mayoría muy buenas y razonables, pero eso realmente no importa en este instante. No importa quien era, importa lo que será. No importa qué pasó, importa lo que pasará. Finalmente, comienza nuestra historia.

Actualidad

La chica de los inmensos ojos zafiro suspiro totalmente rendida. Estaba exhausta. No podía con tantas responsabilidades de la universidad. Simplemente, era imposible para alguien como ella el llevar una vida poco estresante. Estudiar todo el día y prepararse constantemente para sus exámenes le daba mucho estrés, en comparación con su dientudo hermano, quien había obtenido un buen puesto en la comandancia de policía local. Tal vez su paga no era tan buena, pero considerando que se saltó sus estudios universitarios, su paga era impresionante.

Al entrar a su pequeño departamento individual, (Nombre), intentando encontrar un poco de alivio para sus adoloridos pies, se quito los zapatos que llevaba puestos, colocandolos justo a su lado. Finalmente podría encontrar un poco de paz y comodidad en su atareado día. La chica suspiro con alivio sintiendo como sus pies sentían una suave briza ahora fuera de su prisión de cuero sintético, pero, antes de que continuara disfrutando aquellos pequeños placeres de la vida, un ruidoso estruendo invadió sus oídos.

"Demonios" Pensó la chica. Ella se conocía a si misma. Sabia que tan estúpida era, o mejor dicho, curiosa. "La curiosidad mato al gato" Se repitió mentalmente. ¿Cuántas veces no hemos escuchado esa mierda? Es una frase celebre, pero tan estupida como escupir para arriba. Es simplemente estúpido el pensar que la humanidad ha llegado tan lejos debido a su curiosidad, pero alguien haya sido tan hipócrita para decir esas palabras juntas de la manera en la que lo hizo. Por esa misma razón, (Nombre) no pudo evitarlo. Quería saber que había sido eso. Necesitaba saberlo, así que se encamino a pasos rápidos hacia el lugar del que provenía aquel sonido tan contundente: El callejón justo al lado de su departamento.

A la chica de cabellos rubios no le tomo ni siquiera tres minutos el llegar a aquel callejón. Estaba realmente desesperada por saber, lo cual había hecho que comenzara a correr tan pronto como había salido de su departamento, cabe destacar que lo único que calzaba eran sus calcetas de un color azul marino. Viendo directamente hacia aquel lúgubre y húmedo callejón con olor a moho, y a esa hora de la noche, sus nervios y radares que le decían que se retirara comenzaron a sonar, pero (Nombre) ya estaba decidida a terminar con eso. Estaba decidida a ver que era lo que se encontraba en lo profundo de aquella sofocante oscuridad.

Mientras la rubia caminaba cada vez mas adentro de aquel lugar, se dio cuenta de una cosa: Su corazón le decía que hiciera una cosa, y su mente que hiciera otra. Mientras su mente le decía que corriera en la dirección contraria llena de pavor y miedo por aquel lugar, donde seguramente le depararía una muerte o violación segura; su corazón le rogaba que siguiera caminando. Le aseguraba que lo que sea que la esperaba justo ahí seria una de las mejores cosas en su vida, y siendo una chica que se guía bastante por sus emociones momentáneas y ese instinto dentro de su pecho, continuo caminando.

—¿Q-Quien esta ahí?— Tartamudeo la chica, quien para este momento ya había sacado su teléfono para iluminar, aunque sea un poco, con su linterna. Evidentemente, aunque su linterna le ayudara a sentirse más segura, eso no quitaba el hecho de que seguía aterrada, pero su madre no había criado cobardes rajones. Ella no daría la media vuelta hasta saber que sucedía. Para la terrible suerte de la chica, lo que la recibió no fueron palabras, fue un gemido de dolor tan fuerte y estridente, que aquel silencio del callejón se volvió nada mas que un recuerdo cercano. Segundos antes, la chica solo lograba escuchar su corazón palpitando fuertemente y su respiración entre cortada debido a aquel increíble nerviosismo, y en un momento como este desearía volver a aquel silencio tan asfixiante.

—¡Si algo me pasa, mi amigo va a hacer hasta lo imposible para encontrarme! Esta en mi departamento conmigo.—Mintió. Evidentemente, esa mentira tenia muchas contradicciones bastante obvias, pero su cerebro no lograba pensar correctamente en momentos como estos. Si su amigo varón estaba con ella, entonces ¿por qué ella había ido sola si estaba tan preocupada por su seguridad? ¿Dónde estaba él? Además, ¿qué si era un híbrido? Era muy fácil para un híbrido detectar cuando alguien estaba mintiendo, y eso era una habilidad peligrosa en momentos semejantes.

Mientras las piernas de (Nombre) flaqueaban ligeramente, aquel silencio se mantenía tan presente que aquel gruñido de antes parecía nada mas que una alucinación lejana, y para este punto, la chica se debatía mas seriamente cual de sus instintos seguir, ya que aquel ambiente tan extraño se había vuelto algo pesado. Su mente gritaba "¡SAL DE AHÍ, AHORA!" pero su corazón susurraba dulcemente "Sigue avanzando. Estarás bien." con paciencia.

A cada segundo la luz decaia cada vez mas, pero el colmo llego cuando sus calcetines se mojaron de alguna sustancia espesa y extraña. Siendo honesta, incluso yo, la narradora, en momentos como esos me lo pensaría dos veces si debería de seguir avanzando, pero considerando que la rubia no se molesto en averiguar que era eso... pues es razonable el hecho de que haya seguido avanzando, porque si hubiese sido de otra manera, seguramente ya estaría corriendo a toda velocidad a la estación de policía completamente alarmada .

—¿Hola?— Repitió ella, finalmente llegando al final de aquel corredor. Mientras su corazón dejaba de parar un segundo, sus inmensos ojos miraban fijamente aquella figura la cual estaba entre la basura. "No," pensó ella "¡Es un maldito híbrido de peleas!" pensó aun más alarmada mientras cubría la mitad de su rostro con sus manos. Su cola esponjosa llena de sangre, y aquellas orejas animales en la cima de su cabello alborotado. Los ojos carmín de aquel chico la miraron por un par de segundos, y, sin muchas fuerzas restantes, se desmayo. Aquella mirada le había indicado todo lo que necesitaba saber... Por esa misma razón se apresuro a llevarlo a su departamento.

Híbrido!  Katsuki Bakugou x tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora