(33) Un Halloween De Terror

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Juliana

Habían pasado dos semanas desde que Diego encontró al cachorro, un día viernes en la tarde lo fui a buscar al trabajo de Val, era donde pasaba la mayor parte del tiempo. Luego fui al colegio por Diego ya que salía temprano y fuimos juntos al veterinario. La veterinaria nos dijo que la cachorra estaba en perfectas condiciones, que tenía casi tres meses. Diego casi llora cuando le colocaron a la cachorra sus primeras vacunas por que esta comenzó a llorar y estaba algo inquieta.

-¡Listo! —exclamó la veterinaria al terminar —Ahora la vamos a inscribir — tomo un papel y un lápiz y anoto algunas cosas —¿Qué nombre le vas a poner? — hizo la pregunta mirando a Diego que tenía bien protegida a su mascota

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-¡Listo! —exclamó la veterinaria al terminar —Ahora la vamos a inscribir — tomo un papel y un lápiz y anoto algunas cosas —¿Qué nombre le vas a poner? — hizo la pregunta mirando a Diego que tenía bien protegida a su mascota.

—Eh...no se, aun no lo pienso...mmm — comenzó a pensar —¡Ya se! ¡Bala!

—¿Bala? —pregunté confundida alzando una ceja.

—Es que corre como una bala cuando escucha que mamá llega a la casa — contestó.

—Tiene lógica —y ese nombre escribio la veterinaria y otros datos más, antes de terminar nos dijo cuando teníamos que volver por las próximas vacunas y también había que colocarle su chip. Luego de eso nos despedimos, nos subimos a mi auto y fuimos a comprar algunas cosas al supermercado.

*     *     *


Diego jugaba con Bala mientras yo preparaba la cena, Val me había llamado para decirme que a mi suegra y Ruby la habían llevado a comprar unas cosas, que luego me contaría de que se trataba.

La comida ya estaba lista y serví para Diego y para mi, Bala también comía su comida en un rincón cerca de nosotros, en eso vi que dejó de comer, sus orejas se movieron al igual que su cola que se movía de un lado a otro, ladro y corrió como una bala hacia la puerta con emoción, esta se abrió, era Val. Bala se movía de un lado a otro feliz, me levante para ayudarla, tomé unas bolsas que traía.

—Gracias, amor —le di un corto beso y ella se agacho para tomar a Bala y esta comenzó a lamer toda su cara —Hola hermosa, si yo también te extrañe.

—¡Mami! —Diego corrió y la abrazo.

—Hola mi pequeño —le dio varios besos en la cara —Veo que estabas comiendo —le dijo mientras limpiaba resto de comida en la comisura de sus labios, Diego sonrió y asintió.

—Deja esas cosas en el sillón —me pidió.

—¿Qué son? —pregunté curiosa.

—Ya lo veremos —me contestó caminando tras de mí junto a Diego —¿Como les fue con el veterinario?

—Muy bien —le contestó Diego —Le pusieron sus vacunas...tenía una aguja larga, le dolió mucho... —contaba, tomó a Bala que estaba al lado de Val —...y tiene que volver por otras vacunas más adelante...y...y ya tiene nombre, mami.

Llamas Gemelas [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora