(10) Pasión

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Valentina

El bosque de noche se veía más tenebroso, aun que llevaba la linterna encendida. Me sentía en una película de terror, donde el asesino saldría en cualquier momento de la oscuridad a atacarme. El ambiente se sentía húmedo, pero al mismo tiempo hacía calor.

Seguí caminando entre tropezones, ya que mis pies se enredaba en la maleza del suelo. Por fin llegué a la laguna, se veía hermosa de noche con la luz de la luna, mire a mi alrededor y vi a Juls estaba a unos metros de mi, estaba sobre una roca recostada y con las piernas colgando, me acerque lentamente y la mire desde arriba, tenía los ojos cerrados y los brazos estirados hacia los lados.

-¿Estas cómoda? —le pregunté, abrió los ojos dando un sobresalto, pestañeo varias veces.

—Val —susurro, se levantó un poco para sentarse, yo me senté a su lado con las piernas colgando igual que ella, le sonreí.

—¿Qué haces aquí?

—Quería estar un rato sola —contestó.

—Oh... Bueno, entonces mejor me voy para no molestarte —le dije triste, me levante.

—No...quedate, no me molestas —me dijo, me dio una media sonrisa y me volví a sentar —ya estuve sola por un rato —nos mirábamos de vez en cuando y sonreímos — Val... —la mire —¿Tú y Teo...ustedes dos tienen algo?

—Si —conteste, su mirada se entristeció y bajó la vista —Tenemos una amistad — levantó la cabeza tan rápido que creí que se había hecho daño en el cuello.

—Pero a él le gustas.

—Lo sé, me lo confesó, pero yo no puedo corresponderle, no siento lo mismo —le dije, nos miramos intensamente —¿Por qué? ¿Celosa? —pregunté coqueta y divertida.

—Si —respondió sin titubear —Mucho —su mirada siempre me ponía nerviosa y no podía mantenerla, pero ahora era diferente, si podía mantenerla, ver sus ojos me hacía sentir tranquila, en paz, otra vez esa sensación de que si la conociera de toda la vida. De reojo note que la luz del lugar cambió de color, era de un amarillo brillante, Juls también lo noto y miramos las luces en nuestro alrededor — Luciérnagas.

—Si.

—Nunca había visto tantas juntas. Bueno, nunca había visto una en vivo y en directo—le dije emocionada —. Son hermosas.

—Si, lo son —su voz sonaba diferente, volví a mirarla, y note que ella a mi no me había dejado de mirar, estábamos muy cerca, su mirada iba de mis ojos a mis labios y de vuelta, volvió hacerlo y se quedó en mis labios, tomó mi barbilla con suavidad y me beso, no los movió, solo estaban unidos, sus labios se sentían muy bien a pesar de que no se movía. Tomé la iniciativa y la bese suave y pausadamente, Juls acariciaba mi mejilla con su pulgar, mientras yo me sostenía con mi mano en su hombro, con el beso floreció miles de sensaciones que estaban escondidas, mi corazón latía de una manera que no conocía, mariposas en mi estómago revoloteando, tuvimos que separarnos un momento por la falta de oxígeno, unimos nuestras frentes, reímos nerviosas, rose su nariz con la mía varias veces ella cerraba los ojos por la sensación— ¿Debemos volver? —preguntó en un susurro cerca de mis labios.

—¿Tu quieres volver? —ella negó —Yo tampoco —sonrió. Me aleje, me seguía con su mirada extrañada, me levante —Hace calor, ¿no? —me saque la polera, las zapatillas y el short quedando solo en ropa interior, se levantó y también se sacó su ropa quedando solo con la interior, me acerque a ella, no la bese, solo rosaba mi nariz por su rostro, sentía su respiración agitada, tomé sus manos y las puse sobre mi cadera, fui dejando pequeños besos en su rostro mientras sus manos recorrían mi espalda de arriba a bajo, yo seguía con los pequeños besos ahora en su mandíbula, baje una de mis manos hasta sus bóxer y acaricie su miembro sobre la tela, soltó un leves gemidos, le di un corto beso en los labios y me aleje unos centímetros, ella no alejaba su vista de mi ni en lo que hacía, desabroche mi sostén, trago seco al ver mis senos y luego me quite las bragas, nunca me había desnudado frente alguien, pero con Juls sentía confianza y nada de pudor, ella me imitó y también se sacó su ropa interior, mire a bajo, por lo que oía de las  conversaciones de Karina y sus amigas que eran siempre de Juls y su "amiguito" pues yo más bien diría que es un "amigote" me mordí el labio, tomé sus manos comenzamos a caminar de espaldas, ella no quitaba sus ojos de mi y me hacía sonrojar. Solo espero que me perdone por lo que iba hacer —. Perdoname.

—¿Qué? —preguntó sin entender, pero no respondí nada y la lance a la laguna, solo escuché su grito y el sonido del agua —¡Valentina! —grito enojada, yo reía, tomé vuelo y también me lance. Nade un poco — Estas loca —me dijo cuando salí del agua, pero tenía una sonrisa en los labios.

—Tal vez lo estoy un poco —ella negó sonriendo, me acerque a ella y la bese sin que se lo esperara, esta vez el beso era con más pasión, tenía rodeado su cuello y ella mi cintura, ladeo la cabeza para hacer el beso más intenso, el agua estaba tibia. Estábamos en la parte de la laguna donde el agua cubría la mitad de nuestros senos, sin dejar de besarnos y acariciarnos caminamos hacia atrás hasta toparnos con una pared de rocas, me separe de ella y comencé a besar su cuello, baje hasta sus senos, los levanta un poco para poder besar y chupar sus pezones la mire sin dejarlos, tenía los ojos cerrados, al terminar con ellos mire unos segundos a Juls y me mordí el labio, me sumergi y comencé hacerle sexo oral bajo el agua, sentí sus manos sobre mi cabeza que presionaba para que fuera más rápido, dentro de mi boca mi lengua jugaba con su pene, hasta que acabó dentro, salí a la superficie, su mirada era diferente, sus ojos estaban brillando por el deseo, tomó mi nuca y me beso apasionadamente, ahora ella tenía el control, me giro y ahora era yo la que estaba de espaldas a la pared, levantó mis dos piernas para que las enredarlas en su cintura, solté un gemidos al sentí su miembro presionar mi centro, por debajo del agua con una de sus manos tomó su pene y con la punta acarició de un lado a otro, desde mi clitoris hasta mi centro, lo hizo unas tres veces hasta que entró en mi con suavidad, aun así gemi, las embestidas eran lentas, al igual que nuestros besos, luego comenzó a moverse más rápido, nuestras respiraciones estaban tan agitadas que ya no nos besamos, nuestros labios se rozaban sintiendo nuestro aliento caliente entre jadeos y gemidos, las embestidas eran cada vez más rápidas, Juls se afirmó de la pared y yo me abrace a su cuello, ella escuchaba mis gemidos y yo los de ella, besaba mi lóbulo que me hacía estremecer, yo mordía su cuello, mis paredes apretaron su pene y aceleró más sus embestidas que fueron tres más hasta que acabamos las dos juntas, nuestro grito de placer se perdieron en el habiente, salió dentro de mi y nos quedamos ahí un rato más besándonos y relajar nuestras respiraciones.

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Chio 🐾🐾🌈

Llamas Gemelas [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora