Llamas Gemelas [Terminada]

(47) En Esta Vida Y En La Siguiente

Valentina

Mire el reloj aun quedaba una hora para salir, me coloque algo de maquillaje, peine mi cabello, este día lo llevaría liso y mientras me lo cepillaba veía las canas que tenía y sonreí, no eran muchas, eran muy pocas en comparación a las de que tenía Juliana, en este mismo momento estaba en el baño se estaba arreglando. Me coloque mi collar, aros y me puse un poco de perfume.

-Ya estoy lista, amor —decía Juls saliendo del baño.

—Yo igual —le dije.

—¡Wow! Pero que bella te vez —me dijo, a pesar de los años que llevamos juntas me sigo poniendo nerviosa y me sonrojo con sus coqueteos.

—Ya, no es para tanto —le dije —Es solo un vestido.

—Pero te vez hermosa en él —me tomo de la cintura —Si no fuese esta salida tan importante, te hubiera quitado ese vestido y te hubiera hecho el amor todo el día —yo sonreí.

—Estoy creyendo seriamente que solo soy un objeto sexual para ti —le dije divertida.

—Puede ser —me sonrió de lado —Es que me encanta sentir tu piel junto a la mía, besarte, acariciarte. Te amo.

—Yo también te amo —le dije, sonrió y nos besamos un momento antes de bajar y unirnos con nuestros hijos.

—Que bueno que bajan, ya era hora — habló Martina con los brazos cruzados.

—¿Y David? —pregunté.

—Esta en el baño, lleva mucho rato ahí — me contesto, camine hasta el baño y toque—¿David, esta todo bien?

—Seguro esta vomitando de los nervios — dijo Martina soltando una carcajada.

—No te burles de tu hermano —la regaño Juls.

—¿Qué? No sería la primera vez —le dijo, en eso escuché que giraban la perilla y se abría la puerta.

—David —le dije al salir, estaba bien peinado y olía bastante bien —¿Qué te he dicho de encerrarte en el baño?

—Que no hay que hacerlo por que podemos tener un accidente —contestó agachando la cabeza —Lo siento —se disculpo haciendo un puchero.

—Esta bien, pero no lo vuelvas hacer, ¿prometido?

—Lo prometo, mami —contestó con una sonrisa.

—Pero que guapo estas —le dije, volvió a sonreír y se sonrojo —Hueles muy bien y reconozco ese perfume —le dije a David y mire a Juls —¿Porque tan guapo?

—Seguro esta así para que Mia lo vea.

—Cállate —le dijo David molesto.

—¿Quien es Mía? —pregunte.

—Es una compañera, es de nuestra edad, pero va en el salón de al lado.

—¿Y te gusta esa niña? —le pregunte.

—No se, pero es...linda —me contestó.

—Es una pesada, creída y mala persona.

—Eso no es verdad —la reto David.

—Sus amigos se burlan de ti y ella no hace nada y tú te dejas humillar —ahora ella lo reto a él.

—¿Eso es cierto? —le pregunte seriamente.

—Ella no es mala, solo no...sus amigos no son buenos —me contesto.

—Pero si ella fuese buena te ayudaría y no dejaría que sus amigos te molesten, ¿no? — solo me miró —¿Porque te molestan? —me señaló sus gafas rojas con marcos de silicona —¿Porque usas lentes? —el asintió.