T R E S

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Dejé mi escoba recargada en una pared para apretar la liga que sostenía mi cabello en una coleta, seguía enfadada por haberles dejado meter a Harry Potter al equipo de quidditch, pero si yo estaba enfadada no sabía cómo estaba Draco. Él y Potter se habían convertido en enemigos desde el primer momento en que entraron a Hogwarts.

—¿Qué pasa, Malfoy?

Rodeé los ojos al escuchar de nuevo esa voz. Negué con la cabeza y tomé el palo de mi escoba.

—¿Están asustados porque tenemos a Potter?

Volteé hacia ellos colocando mi mano izquierda en mi cintura mientras recargaba mi peso en una de mis piernas.

—¿Están enojados porque aún tenemos la copa? —Pregunté sonriendo—. En lugar de molestarme, deberían de preocuparse para poder golpear las Bludgers —reí.

—Y tú deberías prepararte mentalmente porque tus uñas se van a romper —sonrió cínicamente uno de los dos.

Ni siquiera sabía cuáles eran sus nombres.

Sonreí, me di la vuelta y comencé a caminar.

—¿Esa escoba no es muy pesada para ti, huesitos?

Ese día Gryffindor nos ganó, todos decían que se debía al nuevo buscador de su equipo, yo decía que había sido pura suerte; porque un niño de once años no podía ser mejor que Terence de catorce. Simplemente no lo podía ser.

Era el banquete de halloween y en la mesa de Gryffindor aún se hablaba de la derrota que habíamos tenido

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Era el banquete de halloween y en la mesa de Gryffindor aún se hablaba de la derrota que habíamos tenido. No me molestaba en lo absoluto porque era claro que les emocionaba ganar, cosa que en dos años no hicieron, inclusive el año pasado Hufflepuff estuvo arriba de ellos.

—Gemma —me saludó Terence sentándose junto a mí—. ¿Cómo está la chica más bella de todo Hogwarts?

—Ya déjalo, Terence —negué con la cabeza y me estiré para tomar un pastel en forma de caldero.

—No lo voy a dejar —me dedicó una sonrisa y al igual que yo, tomó un pastel—. ¿Qué tal van tus nuevas clases?

—No te interesa —rodeé los ojos en dirección a Emily haciendo que soltara una risita.

—Claro que me interesa —dijo haciéndome voltear hacia él, tomándome del mentón—. Tú me interesas...

Reí y me volteé soltándome de su agarre. Introduje mis dedos en mi cabello cambiando mi fleco de dirección. Con una mirada le indiqué a Emily que nos fuéramos al otro extremo de la mesa, me levanté y me dirigí por el pasillo que separaba nuestra mesa de los de Gryffindor.

—¿Por qué no le das una oportunidad? —Preguntó Emily poniéndose junto a mí.

—Porque es un idiota —sonreí y me encogí de hombros restándole importancia—. Además, Draco está aquí... si le dice algo a papá, estoy...

Pero no pude terminar de decir lo que quería, porque me tropecé con algo que había en el piso, me tomé de lo primero que pude embarrando así mi pastel en forma de caldero, escuché una de las carcajadas que más odio y un quejido.

Cuando regresé la mirada vi a uno de los gemelos con parte de la cara y el cabello embarrado de pastel, el otro al ver lo que pasaba se quedó callado.

Sonreí y limpié mi mano en el hombro de la comadreja, los que estaban por ahí en la mesa de Gryffindor solo veían algo sorprendidos la escena.

—Otra bromita que a los Weasley no les sale bien —dije cínicamente cuando vi el pie del otro gemelo en el pasillo—. Y tú deberías sentarte bien —le dije al que tenía el pie en el pasillo—. ¿Acaso no tienes modales? Bueno... mi padre me ha dicho en qué tipo de "casa" —hice comillas con mis dedos—, viven... así que creo que no sabes lo que son los modales...

—¿Y tú sí? —Preguntó la comadreja con el pastel en el rostro.

—Son actitudes que las personas como yo —puse énfasis—. Tenemos —sonreí—. Y que personas como tú (cabe mencionar que estamos en diferentes niveles) no... y bueno, realmente no fue un placer tener esta conversación con ustedes pero para su mala suerte, me tengo que ir —sonreí cínicamente de nuevo cuando ellos me fulminaron con la mirada y seguí caminando.

Pero las puertas se abrieron y entro el profesor Quirrell corriendo y con el rostro pálido.

—¡TROL! —Gritaba desesperado—. Hay un trol en las mazmorras... creí que...

Y se desplomó en el suelo.

Volteé a ver a Emily quien me veía con terror, si el trol estaba en las mazmorras se suponía que no podríamos dirigirnos ahí a resguardarnos, nuestra sala común estaba cerca de las mazmorras.

—¡Silencio! —Gritó Dumbledore poniéndose de pie ante el alboroto que se había causado. Yo seguía donde me había quedado, estaba en shock—. Prefectos, dirijan a sus compañeros a sus salas comunes...

—¡Draco! —Grité cuando vi que él junto a Crabbe y Goyle se dirigían hacia la entrada—. ¡Draco! —Corrí esquivando y empujando a la gente—. ¿A dónde crees que vas? —Le pregunté tomándolo de la túnica—. No podemos ir a la sala común...

Aproximadamente después de media hora el profesor Snape llegó al gran comedor por nosotros para dirigirnos a nuestra sala común. Pude notar que estaba cojeando de una pierna, pero no le di mucha importancia.

El Traidor que me Enamoró | Fred Weasley | ET#01 | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora