Ella rubia,
Él pelirrojo.
Ella Sangre Pura.
Él Traidor.
Ella Serpiente.
Él León.
Ella Slytherin,
Él Gryffindor.
Ella Malfoy,
Él Weasley.
*Primer fanfiction de Fred Weasley en español en llegar al 1M de lecturas* (Noviembre/20/2020)
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"Querida Gemma.
Antes que nada quiero disculparme por no haberte escrito durante mucho tiempo, aunque no olvido que tú tampoco lo has hecho.
Muchas felicidades por haber cumplido la mayoría de edad. Sé que ya sabes lo que eso significa, además de que ya puedes hacer magia fuera de Hogwarts y eso está bastante bien. También se acerca el día en que te casarás con alguien digno de ti con el cual se va a poder...
Aventé el pergamino abajo de la cama al no poder soportar seguir leyendo aquello. Tenía bastante tiempo sin hablar con mi tía Bella y ahora hasta tocar el pergamino que había estado en sus manos me daba náuseas.
Aún el cielo estaba completamente oscuro, era muy temprano por la madrugada pero Fleur había insistido demasiado con que dejara la ventana abierta por la noche y ahora sabía por qué.
Hubo un momento en que mis ojos se abrieron y tres lechuzas estaban en mi habitación aún con los paquetes amarrados a las patas. Inclusive pareciera que sabían en donde se habían metido, pues no ululaban ni un poco.
Cada una llevaban los paquetes que eran los regalos que venían desde Francia, y uno de ellos olía bastante bien así que decidí abrir ese primero que era el de Isabelle.
En una pequeña taza con la torre Eiffel veían unos cuántos panecillos de colores, se llamaban macarrones o eso me parecía.
En la carta que venía adjunta decía que los había hecho con ayuda de su abuela y que había decidido hacerlos y no comprarlos porque los macarrones caseros que hacía su abuela eran los mejores de todo el país. De hecho me había escrito también que estaban pensando poner un negocio familiar.
Nunca había probado uno pero apostaba lo que fuese a que ninguno sabía mejor a los que me había mandado.
El siguiente paquete que abrí fue el de Rosalie que venía adjunto con el de Camille. Ésta última me mandó una pequeña escultura del Arco del Triunfo y Rosalie una parecida de la Torre Eiffel.
Las observé por unos minutos y me asombré de todos los detalles que contenían, así que decidí que algún día iría a París para conocerlos.
Fleur mandó algo parecido a ellas, solo que era una bola de cristal que contenía agua y de nuevo estaba ahí la escultura más icónica de la capital francesa. En el agua rondaban algunos pequeños brillos que hacían que me enamorara más y más de eso.
Las lechuzas salieron por la ventana y antes de ponerme de pie para cerrarla, tomé otro de los macarrones de la taza.
Para cuando iba a cerrar la ventana, dos figuras entrando rápidamente a mi habitación impidiéndomelo y cuando volteé, una de ellas estaba en mi cama intentando recobrar el aliento.
