Ella rubia,
Él pelirrojo.
Ella Sangre Pura.
Él Traidor.
Ella Serpiente.
Él León.
Ella Slytherin,
Él Gryffindor.
Ella Malfoy,
Él Weasley.
*Primer fanfiction de Fred Weasley en español en llegar al 1M de lecturas* (Noviembre/20/2020)
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Cuando abrí la cortina de mi cama, como era de esperarse no había nadie aún despierta. No entendía por qué les era muy difícil despertarse temprano, o probablemente yo era la rara que prefería poder desayunar tranquilamente en lugar de tener que ir corriendo a clases con el cabello mojado, el rostro adormilado y el estómago vacío.
Probablemente yo era la loca.
Abrí el cajón de mi mesa de noche junto a mi cama, y de ahí saqué un calendario que nos habían dado en las Tres Escobas una vez que fui con las chicas y diario marcaba la casilla del día anterior. Era inicio de mes así que cuando cambié de hoja, pude ver la primera casilla con un círculo negro alrededor del número.
Era primero de abril.
Día de los inocentes, día en que todo el mundo se hace bromas por todo el castillo, es de hecho, el día favorito de Peeves.
Y por si no fuera poco, coincidía con el cumpleaños de los gemelos Weasley, quienes se encargaban de hacerle saber a todos en el colegio, quiénes eran los reyes de las bromas.
Algunos esperaban ansiosos el día para reírse de las víctimas de los pelirrojos, inclusive cuando muchas veces eran ellos las víctimas. Nunca nadie sabía a quién le tocaría, de hecho Fred me había contado que ni ellos lo sabían, simplemente colocaban cosas por todo el castillo y los que fueran muy poco suertudos serían el centro de atención.
Afortunadamente a mí nunca me había tocado ser víctima de una de sus bromas, las llamaban April-Weasley-Jokes y cada año tenían castigo pues no eran precisamente discretas.
Había encargado a Flourish and Blotts el libro: "Todo y Más sobre Transformación"*. Sé que Fred no es precisamente fan de los libros y de la lectura, pero últimamente ha estado leyendo bastantes libros de pociones y tranformaciones para crear más productos. El libro que le compré es uno de los pocos libros que la biblioteca de Hogwarts no tiene ni siquiera en la sección prohibida, según Madame Pince ese libro era considerado más para las escuelas que se encargan de impartir profesiones. Así que supongo que es bastante bueno.
También había encargado algunas cosas de la tienda de zonco, pero lo que me hacía mucha emoción eran los dos estuches de mantenimiento del equipo de quidditch y los bats que encargué para ambos. No sabía que vaya a pensar George del regalo, pero la verdad es que no me importaba. Me apetecía regalarles algo.
Todo eso estaba debajo de mi cama en una mochila a la que le había hecho el encantamiento de extensión indetectable para que nadie sospechara nada.
—¿Y esa mochila? —Me preguntó Emily cuando me la colgué en el hombro.
La que usualmente usaba, era completamente negra con algunos detalles verdes, la que llevaba en ese momento tenía detalles plateados y me la había mandado mi madre por Navidad con una carta que ni siquiera había leído.
