TREINTA Y CUATRO

23K 1.9K 319
                                    

Por un momento mi mente se quedó en blanco sin saber qué hacer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por un momento mi mente se quedó en blanco sin saber qué hacer. Una parte de mí siempre supo que algo así pasaría, pero la otra me decía que nada malo pasaría, que nadie nos descubriría y que esto terminaría sin que nadie lo supiera.

El sol se estaba escondiendo pero aun así pude ver el rostro sorprendido de Emily cuando volteé hacia ella. Pude haber fingido que estaba discutiendo con Fred, pude haber fingido cara de asco por estar tan cerca de él. Pero no podía. No podía hacerle eso a él, y no podía hacerme eso a mí misma porque lo quiero y sé que no estaba mal querer a una persona.

—Hubieras venido tú primero en lugar de enviar a tu amiguita —dijo Fred poniéndose de pie frente a las cosas que por pura suerte Emily aún no había visto.

—Yo no envié a nadie —respondió Emily negando con la cabeza.

Fred era un genio pero no me agradaba la idea de fingir que nos había encontrado juntos por el hecho de que había ido a defenderla.

—Eso no fue lo que Malfoy dijo —agregó Fred y en ese momento supe que debía de intervenir pero no se me ocurría nada que decir.

—Supongo que fue una equivocación hacerlo —dije por fin y pude ver un ligero alivio en el rostro de Fred por el hecho de que había improvisado justo como él—. Y como yo no tengo nada que hacer aquí, me largo...

Metí las manos en mi túnica y salí caminando rápidamente de ahí.

Ya no sabía qué más decir y sabía que lo arruinaría en cualquier momento. Sabía que tenía que fingir durante el tiempo que esto dure, pero ya no quería hacerlo. Me gustaría poder decirlo, me gustaría estar con él justo como Isabelle se paseaba por los pasillos junto a George.

¿Por qué era tan difícil de comprender? ¿Por qué la gente tenía ideas estúpidas en la cabeza?

—¡Gemma! —Escuché la voz de Emily detrás de mí cuando cruzaba un pequeño y solitario jardín—. ¡Espera!

Escuché sus pasos acelerarse y luego sentí su brazo tomar el mío, ante lo cual yo deshice el agarre.

—No soy tonta —dijo cuándo se colocó frente a mí—. Sé que no estabas ahí con él por mí.

Reí ligeramente y di un plauso.

—¡Felicidades! Mereces quinientos puntos para tu casa, Emily —le dije sarcásticamente.

"¿Tu casa?" —Preguntó cuidadosamente como si algo se le estuviera escapando—. ¿Desde cuándo te refieres a Slytherin de esa forma?

—Tú deberías saberlo, alguna vez me dijiste que me conocías mejor de lo que yo me conocía a mí misma...

—Y era cierto...

—¡Claro que no, Emily! —Le dije fastidiada.

—Estábamos hablando del Weasley —dijo retomando el tema. La recordaba más despistada—. ¿Por qué estabas con él? No parecías precisamente disgustada... parecías cómoda...

—¿Y qué si lo estaba? El mundo no se va a acabar por eso —respondí cruzándome de brazos.

—¿Te estás dando cuenta de lo que dices?

—Soy consciente de mis palabras —asentí, su mirada cambió, sus cejas se juntaron y ahí supe que ya lo sabía—. ¿Qué esperas? ¡Ve y grítalo, dile a todo el colegio lo que acabas de descubrir, arruina mi vida que al cabo eso es lo que siempre quisiste!

—Yo no quiero arruinar tu vida —dijo negando con la cabeza—. Lo que me escuchaste decir aquel día, no era cierto... o bueno, si me molestaba acompañarte a tus entrenamientos, pero solamente eso fue verdad.

—Sonabas muy segura...

—Yo sabía que seguías en el dormitorio.

—Eres una cínica —le dije dándome la vuelta para regresar al castillo.

—No —dijo ella colocándose frente a mí de nuevo impidiéndome el paso—. Estaba celosa de que tuvieras nuevas amigas, por eso dije aquello... quise hacerte saber que yo también podía tener nuevas amigas...

—Pues no me importa la razón por la que lo hayas dicho —dije negando—. Estoy mejor con ellas, ellas nunca harían algo así por "celos estúpidos"...

—Porque ellas te tapan tus secretos —dijo ella riendo—. Esas no son amigas, Gemma... ellas no se dan cuenta de que lo que estás haciendo está mal, no puedes estar con él porque es un Weasley... estás comprometida con alguien que puede darte todo lo que quieras, con Terence nunca te va a faltar nada y estás poniendo en peligro tu futuro por una aventura...

—¿Cómo estás tan segura de que solo es una aventura? —Pregunté no siendo capaz de escuchar más cosas como esas—. ¿Por qué no puedes creer que realmente lo quiero?

—Porque eso no es posible, Gemma —respondió como si fuese lo más obvio del mundo—. Siempre fuiste una niña caprichosa, seguramente solo es eso... déjalo y en unos días todo volverá a la normalidad...

—No, no es otro de mis caprichos —dije completamente harta de escucharla—. Estás haciendo exactamente lo que hacen mis padres... tú no sabes lo que siento, Emily, tú no sabes lo que he pasado y como ellas y Fred me han ayudado... tú no sabes nada.

—Déjalo y te prometo que no diré nada.

Me quedé callada y sorprendida.

Me estaba dando un ultimátum y de no haber sido por la situación en la que estábamos me habría reído como nunca lo había hecho.

—Algún día me lo agradecerás —dijo Emily dando unos pasos lejos de mí.

Por un momento me sentía tranquila porque todo terminaría, probablemente si mis padres lo sabían, quedaría como traidora pero podría estar libremente con Fred.

Pero sabía que mis padres no lo harían tan fácil, sabía que ellos no se quedarían de brazos cruzados viendo como su única hija iba por la vida con un Weasley junto a ella.

Y me dio miedo de nuevo.

¡Pretrificus Totalus!

Escuché que alguien gritó y regresé de mis pensamientos, lo primero que vi fue como el cuerpo inerte de Emily caía sobre el pasto y cuando volteé hacia atrás vi una cabellera rojo zanahoria caminando rápidamente hacia mí.

—¿Estás loca? —Preguntó cuándo estuvo frente a mí—. Si, de eso no me queda duda...

—¿Qué es lo que haces? —Pregunté juntando mis cejas.

—Oye... debo admitir que me equivoqué contigo —dijo un poco apenado—. Creí que solo era algún juego tuyo, y mi hermano de verdad te quiere...

—George, yo realmente quiero a Fred —le dije completamente seria.

—Ya lo sé —dijo escogiéndose de hombros—. Lo acabo de escuchar... y no voy a dejar que por culpa de Aldridge tus padres te linchen o algo parecido... ahora, ¿sabes borrar la memoria?

Reí ligeramente y asentí con la cabeza para después juntos caminar hacia donde Emily se encontraba.

El Traidor que me Enamoró | Fred Weasley | ET#01 | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora