Les había escrito una carta a mis padres porque no quería ir a casa para Navidad, estaba completamente segura de que ellos invitarían a la familia Higgs para pasar estos días juntos. Así que les inventé que tenía muchos deberes por hacer y que quería aprovechar las vacaciones para poder ponerme al corriente con el repaso de mis apuntes porque me preocupaban los E.X.T.A.S.I.S.
No esperaba que estuviesen de acuerdo, pero aun así ellos respondieron que si tenía muchas cosas que hacer, me quedara en el colegio. No necesitaron decírmelo dos veces. Draco había decidido ir a casa con mis padres, aunque la idea no le gustaba demasiado pues sería la primera Navidad que no pasábamos juntos.
—¿Te enteraste? —Me preguntó Alfie sentándose en el otro extremo del sillón en el que me encontraba.
Ya todos se habían ido a sus casas, en Slytherin éramos muy pocos los que nos quedamos en el colegio, entre esos pocos se encontraba Alfie lo cual agradecí pues no me gustaría estar completamente sola, y él se había convertido en algo así como mi mejor amigo.
—¿De qué? —Pregunté de vuelta mientras le daba un sorbo al chocolate caliente que había llevado a la sala común.
—De lo que le pasó al padre de los Weasley —me dijo en voz baja.
Con el tiempo me había dado cuenta de que a la familia de Alfie no les importaba rodearse de personas cuya sangre no era pura, lo cual era algo bueno, pues así no estaría alrededor de comentarios crueles hacia los demás.
—¿Arthur Weasley? —Pregunté dejando la taza en la pequeña mesa que estaba delante de nosotros—. ¿Qué le pasó?
Al parecer aún era muy buena escondiendo mis emociones.
—Una serpiente lo atacó —dijo encogiéndose de hombros, por un momento noté que le incomodaba hablar de eso. O más bien, como si sintiera empatía hacia la familia—. Según mi padre, estaba muy grave...
Claro que lo iba a saber, su padre era sanador y trabajaba en San Mungo.
—¿Y eso cuando pasó?
—Antier —respondió—. Dice que todo fue muy extraño, llego a San Mungo y no dieron muchos detalles...
—Espera... —dije interrumpiéndolo—. Dijiste... "estaba" muy grave, ¿a qué te refieres con eso?
—Mi padre me dijo que por un momento creyó que no iba a poder hacer algo por él, pero aunque actualmente está muy malherido, está estable...
Me quedé un poco más tranquila, pero aun así decidí que el día siguiente iría a la lechucería a enviarle una carta a Fred. Ahora entendía porque los últimos días de clases no lo había visto.
Los días pasaron y Fred me había escrito diciendo que su padre se encontraba mejor y que habían podido ir a visitarlo al hospital, también me dijo que lo que había pasado no me lo podía decir en una carta por si llegaban a interceptar a la lechuza con la que me la enviaría. Dijo que en cuanto regresara al colegio me contaría todo y yo no podía imaginar lo grave que debió de haber estado el asunto como para no podérmelo contar por este medio.
El año pasado, Navidad no había sido especialmente perfecta, al menos no el inicio del día. Nunca había pasado un veinticinco de diciembre en el colegio más que por el baile del torneo, así que fue buena idea quedarme. El banquete había sido muy bonito y aunque el profesor Dumbledore no había estado presente, dejo pequeños regalos para todos en las mesas correspondientes, un detalle que sin duda a Alfie y a mí nos sorprendió. Era su primera Navidad en el colegio también.
El veinticinco por la mañana, Alfie y yo abrimos nuestros regalos juntos, teníamos prácticamente toda la sala común para nosotros, puesto que los otros que se quedaron, no salían de su habitación. Así que no nos preocupamos en ser silenciosos.
—¿Quién te lo mandó? —Le pregunté cuando me enseñó un reloj muy bonito al que le había quitado la envoltura muy emocionado. No fue precisamente difícil notar su sonrojo ante mi pregunta—. ¿Tu novia?
Él se encogió de hombros y noté que el color en sus mejillas se había intensificado aún más.
—De acuerdo, no haré preguntas —dije levantando mis manos en seña de rendición.
El negó con la cabeza rápidamente y subió la mirada hacia mí.
—Hay algo que debes de saber de mi —me dijo bajando inmediatamente la mirada hacia su regazo.
Ambos nos encontrábamos sentados en el suelo frente a la chimenea.
—¿Qué es? —Pregunté intentando buscar su mirada pero fue inútil.
—A mi... bueno... no me gustan las chicas —soltó tomándome por sorpresa.
Nos quedamos callados unos momentos, mi cerebro aún intentaba procesar la información. No me importaba en lo absoluto sus preferencias, me costaba más admitir que me había tenido la confianza necesaria para contarme algo como eso.
—Lo supe desde que era pequeño, antes de entrar al colegio... supongo que es por eso que no encajé en ningún grupo aquí —dijo encogiéndose de hombros—. ¿Qué piensas?
En ese momento no supe que me pasó, pero simplemente me lancé hacia él y lo abracé fuertemente.
—Gracias por confiar en mi —le dije cuando me separé de él—. Te has convertido en un muy buen amigo, y no sabes lo feliz que me pone que me hayas confesado algo así.
Él sonrió ligeramente.
—Gracias por no juzgar... cuando comenzaste a hablarme, creí que serías completamente diferente, bueno... por como eras antes —dijo un poco avergonzado a lo que yo respondí con una risa.
—He madurado —me encogí de hombros y seguimos abriendo nuestros regalos.
Desde que Alfie me había confesado eso, sentí que nuestra amistad se había hecho aún más fuerte, aunque me sentía mal porque yo no tenía el valor de contarle lo que tenía con Fred, pero la verdad es que no me sorprendería si ya lo supiera.
Mamá me estuvo mandando cartas como loca, probablemente mandaba unas cuatro a la semana, veía el rostro de su lechuza y parecía fastidiada de tantos viajes que hacía, así que para el final de las vacaciones decidimos mandar a la lechuza de Draco para dejar a la de mamá descansar un poco. De cierta forma la comprendía, eran las primeras vacaciones "oficiales" que pasábamos separadas, el año pasado al menos nos habíamos visto en noche buena, no por motivos que me encantaran, pero lo habíamos hecho.
Las personas regresaron de sus vacaciones y era divertido ver como a todos se les notaba en el rostro que no querían estar en el colegio más. Cuando vi a los Weasley, se les notaba cansados, supongo que habían tenido unas vacaciones estresantes por el accidente de su padre.
—Se supone que no debo hablar de esto —me dijo Fred cuando estábamos sentados en el sillón de la sala de menesteres.
—Entonces no lo digas —le dije negando.
Él me imitó.
—Mi padre fue atacado por una serpiente mientras estaba en una "misión" —dijo utilizando como comillas dos de sus dedos de cada mano—. La Orden del Fénix ha regresado...
Me quedé callada ante lo que dijo, cuanta confianza tenía en mí como para decirme algo como eso.
—Eso explica por qué Dumbledore se ha ausentado mucho este curso —dije comprendiendo—. ¿Cómo está tu padre?
—Mucho mejor —dijo sonriendo—. Le dieron permiso para pasar Navidad con nosotros...
—Eso es genial —comenté sonriendo ante las buenas noticias.
—¿Y Alfie anduvo por aquí durante las vacaciones? —Preguntó enarcando una de sus cejas haciéndome reír.
Si solo supiera.
—Si —respondí ensanchando mi sonrisa—. Se ha convertido en mi mejor amigo...
Fred negó con la cabeza divertidamente para después besar mis labios.
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El Traidor que me Enamoró | Fred Weasley | ET#01 | ✔
FanfictionElla rubia, Él pelirrojo. Ella Sangre Pura. Él Traidor. Ella Serpiente. Él León. Ella Slytherin, Él Gryffindor. Ella Malfoy, Él Weasley. *Primer fanfiction de Fred Weasley en español en llegar al 1M de lecturas* (Noviembre/20/2020) Publicada el:...