Ella rubia,
Él pelirrojo.
Ella Sangre Pura.
Él Traidor.
Ella Serpiente.
Él León.
Ella Slytherin,
Él Gryffindor.
Ella Malfoy,
Él Weasley.
*Primer fanfiction de Fred Weasley en español en llegar al 1M de lecturas* (Noviembre/20/2020)
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Me dejé caer en el asiento junto a Emily con el libro que había sacado de la biblioteca y el que mis padres me habían comprado. Mi cabeza se quedó encima de los libros y sentí como mi cabello se desplomaba por la mesa.
—Te desvelaste de nuevo —dijo Emily negando con la cabeza desaprobatoriamente.
Asentí con la cabeza.
Tenía tres días soñando lo mismo, el maldito Weasley por alguna extraña y horrible razón no salía de mi cabeza. Me daba muchísimo miedo soñar con él, es por eso que me cuesta trabajo dormir, tenía miedo que al cerrar los ojos apareciera él ahí con sus ojos azules rondando por mi cabeza.
—Mi prometido me dijo que cenaría hoy con nosotras —dijo haciendo que mi piel se erizara por completo. Me acomodé bien en el asiento consiente de que mi cabello se había alborotado, pero aun así no le hice nada—. Claro... si no te molesta...
—No, claro que no me molesta, Emily —respondí abriendo el libro de pociones para distraerme. El tema de los matrimonios arreglados me ponía nerviosa—. Eres mi mejor amiga, ¿Por qué me molestaría que tu prometido cenara con nosotros? —Pregunté pasando las páginas del libro sin ver algo en concreto.
—Bueno... has tenido un humor muy extraño estos días, es decir, siempre has sido así pero... no conmigo —dijo y en su voz note un poco de resentimiento.
Suspiré.
—Lo siento, he tenido unos sueños no muy agradables —me encogí de hombros—. No es nada contra ti...
—¿Y de qué tratan esos sueños? —Preguntó con toda la atención en mí, por eso Emily era mi mejor amiga, porque cuando la necesitaba, ella ahí estaba para mí.
Pero aunque le tuviera toda la confianza del mundo, no podría contarle lo de los sueños con el Weasley, pensaría que me estaba convirtiendo en una traidora, y no quería que pensara eso.
—No me gustaría recordarlo, lo siento, Em —hice una mueca esperando que ella comprendiera, y para mi buena suerte, lo hizo.
—Intenta cerrar tu mente a esas cosas —dijo colocando una de sus manos en mi hombro—. Sea lo que sea que sueñes...
En ese momento entró Snape sin ser nada discreto, detrás de él se escabulleron rápidamente los Weasley hacia una de las mesas que estaba hasta el fondo del aula, regresé la mirada hacia donde estaba Snape e intenté hacer que mi cuerpo se tranquilizara.
—Cierren los libros —dijo Snape colocando unos calderos en la mesa que estaba en el centro del aula—, acérquense si quieren ganar puntos para sus casas...
Me levanté de mi asiento junto con Emily y nos acercamos como Snape lo había dicho, los de Gryffindor se comenzaron a acercar de la misma manera y cuando estuvimos todos alrededor de la mesa, Snape habló:
