Ella rubia,
Él pelirrojo.
Ella Sangre Pura.
Él Traidor.
Ella Serpiente.
Él León.
Ella Slytherin,
Él Gryffindor.
Ella Malfoy,
Él Weasley.
*Primer fanfiction de Fred Weasley en español en llegar al 1M de lecturas* (Noviembre/20/2020)
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La semana pasó increíblemente lenta, ya no sabía qué hacer para hacer que pasara más rápido. Los deberes estaban aumentando demasiado, nunca en los seis años que llevaba estudiando nos habían dejado tanta tarea. Sabía porque lo hacían, pues éste año tendríamos que presentar los E.X.T.A.S.I.S.
De cualquier manera, no veía a nadie tan estresado como yo. Y es que yo tenía mis deberes de Premio Anual y a eso se le había sumado deberes de Capitana.
Puesto que Umbridge aprobó nuestro equipo en menos de veinticuatro horas, las audiciones para los puestos libres ya habían sido. En el puesto de cazador, encontré a un chico de mi curso al que nunca le había hablado, él resultaba ser bastante distante con los demás, solo se concentraba en lo suyo y realmente me sorprendió que se presentara en las audiciones, pero más me sorprendió su forma de volar.
—¿Gemma?
Una voz tímida y desconocida me llamó a unos metros de mí y cuando volteé hacia la persona me sorprendí al ver al chico que estaba parado frente a unos cuantos metros.
—Eres... Simmons, ¿verdad? —Pregunté no muy segura.
—Si —respondió dando un pequeño asentimiento con la cabeza—. Alfie Simmons.
—Alfie, si —dije como si lo hubiera sabido—. ¿Qué es lo que necesitas?
—Ah... bueno, ¿las audiciones ya terminaron? —Preguntó sin deshacerse de su tono tímido.
—Si —respondí un poco extrañada—. No vi tu nombre en la lista —dije bajando la mirada al pergamino para comprobar.
—No me anoté, pero si no te importa... quisiera audicionar.
No voy a mentir diciendo que me ponía muy feliz el dejarlo hacer la audición, era ya tarde y realmente no había visto buenos jugadores lo que me tenía estresada.
Pero acepté y al parecer eso lo puso feliz.
Tuve que jugar con él, puesto que ya todos se habían ido, inclusive las personas en las gradas que habían observado, ya no estaban. Yo estaba por irme también pero preferí quedarme unos minutos más para sumergirme en mi propia desgracia.
Y es que no estaba siendo exagerada o dramática, los mejores golpeadores resultaron ser Crabbe y Goyle y ellos eran unos brutos.
Pero mi día mejoró cuando me fue difícil quitarle la quaffle a Alfie y el cómo tenía mucha facilidad para desplazarse por el campo. Agradecí mentalmente que había accedido a hacerle la audición.
—Se supone que no debes saberlo hasta mañana —le dije cuando caminábamos por el campo hacia el interior del castillo—. Pero bienvenido al equipo, Alfie.
