No había querido arreglar las cosas con Emily y al parecer ella no quería arreglar las cosas conmigo. Gracias a las familias de las que provenimos, ambas éramos muy orgullosas.
Pero ésta vez no era por orgullo el hecho de que no quisiera hablar con ella, sino que me di cuenta de que no sentía la necesidad de hacerlo.
Había pasado bastante tiempo con Fleur y su grupo, y eran tan divertidas que cuando pensaba en los últimos meses que la pase con Emily, automáticamente me preguntaba: ¿Por qué estaba con ella?
La seguía queriendo, y le tendré el cariño que siempre le he tenido, pero creo que ambas estábamos cambiando y ya nuestra amistad no es la misma desde hace un tiempo.
La gente había comenzado a hablar de eso, pues les parecía muy extraño el vernos completamente separadas, pues siempre habíamos sido únicamente nosotras dos. De lo que no habían hablado hasta el momento había sido de que me rodeaba de una nacida de muggles, probablemente era porque las otras chicas eran de familias francesas muy reconocidas del mundo mágico, aunque no me sorprendería para nada el que mis padres me hicieran una visita para reprenderme por eso. Hasta ahora no había pasado.
Draco no me había comentado nada pero sabía que no le agrada la idea de que hable con ella, aunque claramente nunca me había visto tener una conversación real con Isabelle, en las que hay risas y cumplidos. Si lo hubiese visto, no habría dudado en notificarles a mis padres por medio de una carta.
Ese día era lunes y como la noche pasada me había quedado hasta tarde en el gran salón platicando con mis nuevas amigas, me había levantado un poco más tarde de lo normal, así que cuando entré a la sala común de mi casa, vi a un gran grupo de personas junto al tablero de anuncios y a las chicas las escuchaba murmullar sobre lo que habían leído.
No era necesario acercarme a leerlo para saber de lo que se trataba, papá nos había dicho a Draco y a mí que nos darían la notica después de la primera prueba y ésta ya ha pasado.
—Un baile de navidad —dijo uno de los chicos de séptimo que estaba ansioso por postularse como cazador para el equipo de quidditch ese año, se había enojado mucho cuando se enteró de que no habría torneo—. ¿Para ésta tontería quitaron el quidditch?
Al parecer seguía enojado.
Y al parecer ninguna chica querrá ir con él al baile por amargado.
Me dirigí a la puerta sin decir algún comentario al respecto, era verdad que no me hacía ninguna ilusión ese baile, pero también era verdad que no me molestaba. Me daba completamente igual.
Aunque, si me hubiesen dado a elegir entre el quidditch y ésto, todos ya sabríamos lo que habría elegido.
En el gran comedor había más gente de la que estaba acostumbrada, eran muy raras y contadas las veces que me despertaba tarde, así que para mí no era normal que hubiese más de veinte personas tomando el desayuno cuando yo llegaba.
—Crei que ya estabas camino a clases —me dijo Viktor en cuanto me senté a su lado en el comedor.
—Se me hizo tarde pero no pasa nada —respondí encogiéndome de hombros y tomando unos panqueques de la bandeja que tenía más cercana.
—¿Ya les dijeron sobre el baile? —Preguntó colocando sus cubiertos sobre el plato frente a él que ya estaba vacío.
—Nos pegaron un anuncio, si —respondí sin darle mucha importancia.
—¿Te gustaría ir con alguien en especial? —Preguntó.
—A decir verdad, podría ir sola, no me importaría en lo absoluto —respondí encogiéndome de hombros nuevamente—. ¿Vas a invitar a alguien?
—Si... aunque no sé ni cómo decirle, no le hablo...
—¿Qué mujer en Hogwarts no te habla? —Le dije con una pequeña risa sarcástica.
¡Por favor! Es Viktor Krum, cualquier chica le diría que sí.
—Hay una... —respondió muy pensativo y cuando lo volteé a ver, vi que había una pequeña sonrisa en su rostro, así que dejé de hacer lo que estaba haciendo y pregunté directamente:
—¿Quién es esa chica que no te habla y que te gusta?
—Nunca dije que me gustara —respondió a la defensiva.
—Eso es más que obvio, Krum... ya dime, ¿quién es?
Viktor se quedó callado unos segundos como si estuviera pensando en las palabras que iba a decir. De pronto su mirada viajó a la puerta del gran comedor y por ésta iba saliendo una chica menor, cuyo cabello esponjado nunca pasaba desapercibido.
—¿Granger? —Pregunté con una de mis cejas enarcadas, claramente me sorprendía pues nunca había escuchado a alguien decir que Hermione Granger le parecía atractiva. De lo único que se habla es de su increíble cerebro y de cómo les gustaría tenerlo en sus cabezas.
—A mí no me importa el status de la sangre, creo que te lo había dicho...
—No es por eso que me sorprendo, pero olvídalo —respondí sacudiendo mi mano para que ya no le tomara importancia alguna—. Hermione es algo distinta a las demás... tendrás que pensar en algo muy bueno para que acepte...
—Se lo pediré en la biblioteca —me dijo regresando la mirada hacia mí, pues al parecer se había quedado en el punto por el que ella había desaparecido—. Sus amigos nunca van con ella...
—¿La has estado observando?
—Solo un poco —se encogió de hombros.
—No negaré que eso es perturbador pero allá tú...
—¡Gemma! —Escuché que alguien me llamaba y con solo escuchar la voz, ya sabía quién era—. ¿Viste el anuncio en la sala común? —Preguntó Terence sentándose a mi lado como ya había acostumbrado desde que inició el ciclo escolar.
—No me hizo falta verlo para saber de qué se trataba —respondí sintiendo (como normalmente) el codo de Viktor en mis costillas.
—Podríamos ir juntos, ¿no crees?
De pronto sentí que todo se quedó en silencio pero no, todos seguían con sus conversaciones. Lo que había pasado es que mi cerebro se había desconectado de mi cuerpo.
Es decir, no escuchaba ningún ruido en absoluto más que mi propia voz interior diciéndome y pidiéndome a gritos que le dijera que no. Que lo rechazara.
—De acuerdo —dije asintiendo con la cabeza.
Eres una estúpida.
—Bien —respondió con una sonrisa y se levantó de la mesa—. Te veo después... necesito ir a clases... —E inmediatamente se fue.
—¡No digas nada! —Le dije a Vicktor antes de que dijera algo. Éste solo sonrió juguetonamente y bebió un trago de su jugo de calabaza—. Soy una estúpida, le hubiera dicho que no.
—Tú lo has dicho.
Eso no hubiera pasado tres años atrás, cuando podía decir no a cualquiera que me pidiese algo y yo no quisiera hacerlo. No me habría sentido mal.
No me gusta la nueva Gemma.
Pero sacudí mi cabeza rápidamente y me pusé de pie de igual manera.
No hay nueva Gemma.
No puede haber una nueva Gemma.
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El Traidor que me Enamoró | Fred Weasley | ET#01 | ✔
FanfictionElla rubia, Él pelirrojo. Ella Sangre Pura. Él Traidor. Ella Serpiente. Él León. Ella Slytherin, Él Gryffindor. Ella Malfoy, Él Weasley. *Primer fanfiction de Fred Weasley en español en llegar al 1M de lecturas* (Noviembre/20/2020) Publicada el:...