47 》Sobrevive.

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Andaba de un lado a otro, caminando con lentitud y se perdía entre sus pensamientos mientras comenzaba a balbucear y negar con la cabeza, hablaba consigo misma y se debatía

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Andaba de un lado a otro, caminando con lentitud y se perdía entre sus pensamientos mientras comenzaba a balbucear y negar con la cabeza, hablaba consigo misma y se debatía.

El olor metálico de la sangre de Baxter y la pierna de Gabriel inundaba el sótano que una manera desagradable.

—Soy un asesino —escuché la voz de Gabriel y sentí una punzada en el pecho, las lágrimas salieron de mis ojos con dolor. Me preocupaba Gabriel en todos los sentidos, estaba herido por dentro y por fuera.

—No eres un asesino —le aseguré, sabía que tendría estas luchas internas, sabía que la culpa desaparecía en algún punto. Me miró y sus ojos oscuros, tristes y desesperados se relajaron al verme.

—Saldremos de esto.

Comenzaba a morir de miedo, un miedo que nunca antes había experimentado, la muerte de mi mamá fue rápida y dolorosa, fue imposible que la pudiera salvar. Pero la situación de Gabriel me desgarra. Está luchando, está muriendo lentamente y sigue sin perder la fe, en esta ocasión si puedo hacer la diferencia, pero me siento más inútil que nunca.

Está muriendo, y no puedo hacer nada...

—¿Ya decidiste? —me preguntó Andrea comenzando a caminar hacia mí, con una expresión extraña, musitó un cállate para sí misma y me sonrió una vez que consiguió callar sus pensamientos esquizofrénicos.

—¿Qué quieres decir con eso? —fruncí el ceño.

—¿Vives conmigo o mueres con él? —inquirió mirándome directamente a los ojos. Pero yo enmudecí, acepto que tenía miedo, miedo porque ya tenía mi respuesta; moriría con él, pero me atacaba el horror de esta tragedia, me dolía el pecho y me llenaba de tristeza; vería morir al amor de mi vida, deseando por lo menos un poco de tiempo, una oportunidad más para hacer todo lo que nunca pudimos, una oportunidad para él, para verlo sanar, acabar su carrera, convertirse en padre, aunque fuera sin mí, prefería mil veces que él sobreviviera.

Miré a Gabriel, él me observaba fijamente y sabía lo que sus ojos me gritaban, sabía con exactitud lo que ésos ojos café chocolate me decían sin la necesidad de usar palabras. Negué con la cabeza en su dirección y él soltó una maldición.

—Se va contigo —soltó él sin quitarme los ojos de encima, con una debilidad en su voz que me agrietó el corazón.

—No —solté yo, desviando la mirada de él hacia Andrea—, me quedo.

Y Andrea se rio—. Piénsenlo un poquito más en lo que les cuento otra fantástica historia —emitió con una sonrisa perversa y sombría mientras sacaba un arma.

—Guarda el arma —musitó Gabriel, débil—, no hace falta.

Ella se carcajeó y miró a Gabriel—. Cállate angelito —espetó y dicho eso dio unos pasos a Gabriel—. Yo estuve con esos tres idiotas en el "asesinato" de Trevor, yo también lo asesiné, así como tú Gabriel, y me ordenaron largarme de aquí después de eso, cosa que no hice. Entonces apareciste tú —sonrió en grande—, el amigo leal que cualquiera desearía tener, buscando respuestas hasta por debajo de las piedras —emitió con falso tono de afecto mientras su mano acariciaba el pómulo de Gabriel—, sin embargo, no supiste descifrar las cartas que te envié, te ayudé a que descubrieras a la zorra de tu novia, y la ayudé a ella deshaciéndome de tu papá —mis ojos se abrieron grande y un dolor me atravesó el pecho, Gabriel hizo un movimiento brusco con el que alejó la mano de ella—. Y nadie me da las gracias —se quejó Andrea dando un paso atrás, ahora su rostro no mostraba diversión, mostraba una cólera perturbadora—. Que tus malditos amigos hipócritas estén muertos es por Baxter y por mí, él simplemente esparció su mierda y yo solo la saqué a la luz, yo le quité su medicamento a Nora, yo les avisé que tú buscabas evidencias, yo le informé a Joey que Ariel estaba en el bar, yo asusté tanto a Beatriz que la tuve a mi merced —se rio a carcajadas, una carcajada retorcida, demente y oscura, nos miró con un destello de fascinación—. Felicidades marionetas, me presento ante ustedes, tuvieron a T.B en sus narices todo este tiempo y jamás lo descifraron. Y no, nunca fue Trevor Baxter porque Trevor Baxter era diariamente torturado, sin capaz de salir de un búnker.

ASTARTEA. [1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora