La puerta se abrió dejando ver a Quiroga junto a Karla. El hombre comenzó a hablar.
-Lamento la tardanza, había muchos carros y-su mirada se posó en mi y luego en Kakashi, quien se subió la mascarilla.-¿Qué diablos hiciste?- inquirió Quiroga hacia Kakashi mientras cerraba la puerta.Me separé de ellos y corrí a la cocina, Kakashi fue tras de mi.
-Princesita espera-suplicó, busque rápidamente el los cajones mientras él entraba al lugar, encontré un cuchillo y lo apunté hacia él-Baja eso-me miró serio mientras levantaba mis manos con ademán tranquilizador.
-¡ALÉJATE DE MI!-grite mientras el llanto no se detenía, Quiroga y Karla llegaron unos segundos después.
-¿Que rayos te pasa?-exclamo Karla confundida.
-¡Ellos mataron a tu madre!-le grité. Me miró extrañada.
-¿De que hablas? Son nuestros guardaespaldas-trató de tranquilizarme, yo seguía apuntando el arma de forma amenazante, pero Kakashi y Quiroga no se inmutaron.
-¡Si son nuestros guardaespaldas, déjenos salir! AHORA-Grite, pero ninguno se movió, las lágrimas nublaban mi visión. Me sentía atrapada, solo quería irme muy lejos.
-Alex déjame explicarte, había muchas cosas detrás-Hablo en tono suave Kakashi.
-NO ME LLAMES ASÍ-grite, ¿Como estar tranquila en una situación así?, estaba atrapada con dos asesinos, mi padre posiblemente estaba muerto, o bueno, no es mi padre biológico.-Dios mío-susurre para mi misma, ni siquiera sabía si lo que me habían dicho era cierto.
Quiroga volteó hacia Kakashi-Arregla el desastre que hiciste, el avión sale mañana en la mañana-Se fue junto a una Karla confundida.
-Princesita escúchame-exclamo en tono sereno-baja el arma si?-pidió
-No-me temblaban las manos. Se empezó a acercar lentamente-ALÉJATE-Apunte a su dirección amenazante, pero no se detuvo-NO TE ME ACERQUES-grité, sus manos tocaron la hoja del cuchillo y me lo quito en menos de un segundo, la sorpresa fue repentina y me hizo dar un paso hacia atrás golpeándome la espalda contra los cajones y repisas. Mi respiración se aceleró, me iba a lastimar, ese hombre era un mounstro, un asesino, un mentiroso y un criminal.
-tranquila-Dejó el cuchillo a un lado-No te haré nada cariño- dijo con tono suave. Todo mi cuerpo temblaba sin parar-Jamás te haría daño-sus palabras me parecían distantes, como si no estuviera a un solo centímetro de mi, su mano trato de acariciar mi rostro y yo me encogí ante el gesto. Su mirada estaba llena de dolor-Sé que suena horrible, lo es, pero me prometiste quedarte conmigo sin importar que, solo déjame explicarte lo qué pasó después, el por que estoy aquí- acomodó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja-No venimos a hacerte daño- levantó mi rostro y limpió algunas lagrimas con su pulgar-Jamás te pondría una mano encima princesita-la calidez de su roce me tranquilizó, me sentí culpable por sentir calma ante sus palabras. Pude controlar mi respiración y verlo a los ojos.-Sé que es difícil, pero confía en mi-fruncí el entrecejo.
-Nunca fuiste mi guardaespaldas, tú me secuestraste-escupí furiosa, había pasado del miedo al enfado en un segundo-¿Qué harás ahora?!-inquiri mientras empujaba su pecho-¿¡Matarme!?-la rabia empezó a consumirme-¡Draco tenía razón, debí haberme alejado de ti!-su rostro se desfiguró en una mueca de tristeza-ERES UN MONSTRUO - grité sin parar.
-Déjame explicarte-Suplico, por cómo sus ojos me miraban, entendía que mis palabras lo herían profundamente.
-¿¡Explicarme que!? Todo quedó muy claro-era mentira, estaba confundida y llena de terror. Un foco se prendió en mi cabeza-El día ataque, que entraron a mi casa y casi te matan, ¿Nada fue real?-no lo deje responder-Te metiste conmigo por una maldita orden, me besabas y decías todas esas cosas solo
Por qué tu estupido jefe te lo pidió! Eres lo peor, OJALÁ TE MUERAS-Levanté una mano con la intención de soltar una cachetada pero el peliplata la tomo en el aire antes de que yo pudiera llegar a tocarlo-Suéltame!-exclamé desesperada mientras con mi otra mano trataba de abrir sus dedos que atraparon mi extremidad.-Ya basta-exclamo en todo serio y profundo, un escalofrío de terror recorrió mi cuerpo cuando lo escuché, tenía el ceño fruncido y los ojos se veían más claros de lo normal-Hoy vas a descansar porque mañana subiremos a un avión-Antes de que pudiera hablar me interrumpió-Y no está sujeto a discusión, iremos a Japón donde el jefe quiere verte-Inquirio para después soltarme y salir de la habitación como si nada.
Ese hombre quería verme. El asesino de mi madre, ese mounstro quería hacerme algo siniestro. Me fui recorriendo por los cajones hasta quedar sentada en el suelo abrazando mis piernas.
¿Por qué mi vida no podía ser más sencilla? Enojarme con mis padres por no darme permisos para ir a una fiesta o que exista una pandemia mundial, bueno, eso es aún más improbable que esto. Aunque Kakashi parece estar en una, con la mascarilla que lleva todo el tiempo.
Odie a mi mente por divagar tanto. La situación era irrisoria. Me sentía en una pesadilla de la que era incapaz de despertar. No sé cuánto tiempo estuvo en aquella posición, solo recuerdo caer dormida aún con lágrimas en los ojos. Pasado un rato unos brazos me cargaron hasta lo que parecía una cama muuuy suave. Abrí los ojos para notar el pesado edredon con el que me cubría el hombre.
-Me gustaría que no hubiese sido así-se sentó a mi lado mientras retiraba el cabello de mi rostro y limpiaba las lágrimas que aún estaban en mis mejillas-No dejare que te hagan daño nunca, todo saldrá bien, ya verás-
-¿Dónde está mi padre?- pregunté dejando que su mano se moviera a mi espalda dándome suaves caricias, no podía evitar sentirme bien con su contacto.
-Está bien, aquí en la ciudad-exclamo sin mucha gana, sus ojos se encontraron con los míos-No soy el mounstro que tú crees-su mano acaricio mi mano con delicadeza-Quiroga y yo no nacimos en un lugar como este-explicó refiriéndose a mi estilo de vida-Cometimos errores impulsados por el miedo y la autoridad que otros ejercían sobre nosotros, pero al crecer obtuvimos nuestros propios ideales-
-Aún así me llevarás allá-
-Pero nadie te tocará, de eso me encargo yo-beso mi frente antes de levantarse dispuesto a irse.
Sujete su mano con fuerza-¿A donde vas?-solo el pensar que se iría lejos mientras dormía me producía miedo, aunque había muchas cosas que no entendía, el trato y manera en que me lo había explicado me dejaban claro que no era todo como yo pensaba.
-Dormiré en la habitación de al lado-Me respondió. Sujete su mano con más fuerza-¿Quieres que me quede?-Sus ojos adquirieron un brillo dejando de lado la tristeza de antes.
-No sé muy bien lo qué pasó, pero sé que no hay lugar donde esté más segura que contigo-La expresión de su rostro fue inexplicable, alivio, alegria y ternura se juntaron en sus ficciones-Quédate-fue lo último que dije antes de que se acomodara en la cama conmigo, abrazándome y llenándome de su aroma.
¿Estaba loca por dejar que ese hombre durmiera conmigo?
Mmmmmm probablemente.