Capítulo 29.- Vamos a tu cama

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-¿Puedo?-Pidió permiso para sentarse, yo asentí, me ofreció la taza de chocolate la cual tome después de darle las gracias-Lo de hace un rato fue un error-

-Quiroga...-lo interrumpí

-Déjame terminar Alexis-exclamó-Kakashi ya es un adulto y puede tomar sus propias decisiones, lo hice por qué siempre he tenido que protegerlo, soy el mayor de los dos y no siempre hemos tenido las comodidades que tenemos hoy en día, es mi hermano, aunque no de sangre, él es mi hermano y debo estar para él.

""Encariñarse contigo puede arruinar su trabajo, él debe estar centrado en eso, nuestras familias han sido así siempre, hemos protegido y nunca amado, lamento tardar en entenderte, eres solo una chica que fue sacada de su mundo y metido a la fuerza a otro, no tienes la culpa de lo que hizo tu padre, se más precavida-terminó

-¿Podré ver pronto a mi padre?-pregunte tentando el terreno

-No, eso ya no podrás hacerlo, pero tranquila seguirás yendo a la escuela como siempre una vez se calmen las cosas un poco-me sonrió

-Es difícil-

-Lo es, todos hemos tenido que hacer cosas difíciles-Pasó su brazo por mis hombros-Suerte que tú nos tienes a nosotros-Sonreí

-¿Puedo pedirte un consejo?-Inquiri, ya que estábamos siendo tan abiertos, tal vez podrá ser de ayuda con un tema que me había estado rondando en la cabeza.

-Mejor otro día-Escuche el motor de un auto-Tenemos que volver a casa, ya va a oscurecer y tú nos has comido absolutamente nada-

-El chocolate estuvo delicioso, muchas gracias, debes pasarme la receta-El soltó una carcajada.

-Tiene un ingrediente secreto-Me contó-yo no tengo idea de cuál sea, a mí me dan el chocolate ya hecho, solo lo caliento, le diré a mi novio que me de la receta para ti-Exclamó

-¿Es el chico con el que estabas en el club?-Quiroga asintió-Es muy lindo-comente

-Lo es-su rostro se iluminó y una sonrisa boba se instaló en sus labios-Hay que saludar a Karla-entramos juntos a la casa con las tazas vacías y una amistad en construcción.

-Bienvenidos-Dijo Quiroga sarcástico, sin más se perdió escaleras arriba, el peliplata se deshizo de su máscara y su gorra, Karla detrás de él se quitaba sus tacones altos de aguja, el modelito que traía esta vez era una horrible minifalda rosa chillón con un top blanco.

-Hola-Saludé tranquila

-¿Acaso ahora vives aquí? Estas más tiempo en casa de Kakashi que en tu casa-Exclamó para fastidiarme.

-¿Algún problema con eso?-Dije entre dientes y con las manos en las caderas.

-Pues tu conjunto si que es un problema, deberías vestirte mas femenina, pareces pordiosera-Apreté los nudillos recordandome que no debía matarla. El peliplata ignoraba por completo nuestra conversación, se sentó en el sillón.

-No tengo por que aguantarte nada, no eres nadie para hablarme así!-Exclamé levantando la voz- será mejor que te quedes callada cariño, por que yo ya no aguantare tus tonterías-Proclame para luego entrar a la cocina. Dejando a la mayor con cara de pocos amigos y la mandíbula por el suelo.

Revise el refrigerador y estaba prácticamente vacío. Sin otra opción subí las escaleras ignorando al peliplata que estaba en el sillón, no vi a Karla, supuse que había entrado a bañarse por que escuchaba el agua correr. Al llegar al inicio de la escalera la voz de Kakashi me detuvo.

-Eso fue agresivo-iba a replicar cuando me interrumpió-Me gustó-volteó a verme con una sonrisa en el rostro-Al fin dices lo que quieres-me guiño el ojo, voltee los ojos y subí a mi habitación, por los pasos que escuche detrás de mí deduje que el peliplata estaba siguiéndome.

Cuando iba a cerrar la puerta tras de mi el peliplata lo impidió.

-No te olvides de mi- me sonrió como si no hubiera pasado nada. Me cruce de brazos, estaba harta de perder clases, si seguía así me iban a dar de baja, mis amigos debían estar preocupados, tenía un mural en proceso y Draco me quería hacer una perforación, en vez de eso me ves aquí, en la casa de mi niñera, que es maestro de mi escuela y aún no entiendo cómo rayos falta y nadie le dice nada.

-Quiero volver a casa-Dije sentándome en la cama.

-¿Otra vez con tus berrinches?-dijo molesto

-¿Otra vez con tus secretos?-lo fulmine con la mirada

-Ya te dije por qué estámos aquí-Exclamó cerrando la puerta de mi habitación.

-Pues prefiero morir en manos de un yakuza secuestrador que pasar un segundo más contigo!- su rostro se puso serio.

-Si supieras- sonrió.

-¿Si supiera qué?-Respondí, me miro por un segundo barajeando la posibilidad de decirme lo que había en su mente.

-Olvidalo-dijo negando con la cabeza. Fruncí el ceño en un gesto de molestia.

-Ya es tarde, vete de aquí quiero dormir-Exclamé dándole la espalda.

-Apenas son las 7-Dijo divertido, pude sentir su pecho golpear mi espalda con suavidad-Mejor hagamos algo más divertido-Me susurró al oído, provocando que una corriente eléctrica pasara por mi columna vertebral.

-N-ni lo pienses-inquirí.

-Pero yo quería verte dibujar-Se quejó mientra hacía un puchero con la boca.

-No me importa-Dije desviando la mirada.

-¿Sigues enojada por lo de esta tarde?-me quedé en silencio-Perdóname princesita-con su nariz rozó mi cuello haciéndome estremecer-Me haría muy feliz hacerte sentir muy bien-Exclamó contra mi oído, se presionó contra mi trasero. Dejó pequeños mordiscos en mi cuello. No podía resistirme a sus caricias, su cuerpo y el mío eran extremadamente compatibles, sus grandes manos se colaron debajo de mi camisa acariciando mi abdomen.

-Vamos a tu cama-jadeó

Mi Guardaespaldas/Kakashi Hatake/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora