Capítulo 4. - Murales de Spray

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-¿Por qué estaba ayer en mi casa?-pregunté con cortesía

-Tu padre me estaba buscando-exclamó restándole importancia, mientras calificaba unas tareas de mi grado, barrí el salón con la mayor rapidez pero sin olvidar ser pulcra.-Hazme el favor de trapear-inquirio con tono amable, yo asentí, mire el reloj en la pared, no me quedaba mucho tiempo, necesitaba salir de ahí rápido, trapee rápido, mis brazos me quemaron por el esfuerzo, pero logré terminar, el peliplata seguía en el escritorio, no había terminado.

-He terminado, con su permiso-Hice una reverencia antes de tomar mi mochila y dirigirme a la puerta.

-Te espero mañana a la misma hora Alexis-Pare en seco ¿Cuándo le había dicho mi nombre? Oh claro, él tiene las listas de los alumnos, me di una colleja mentalmente, obligue a mis pies a caminar con rapidez, salí de la escuela y di un vistazo hacia mi aula, para mi sorpresa no había señales del sensei, aunque hubiera querido no habría terminado tan rápido, seguí caminando con la esperanza de que mis amigos me siguieran esperando en la esquina, un escalofrío me embargó, voltee con discreción sobre mi hombro, no había nadie siguiéndome,aun así me sentía vigilada, esto me da mala espina, comencé a hacer conjeturas locas, sacudí mi cabeza tratando de deshacerme de ellas. Mi mochila estaba realmente pesada, no debí traer tanto conmigo, pero por otro lado podía dejarlo en los estantes y no cargarlos durante todo el semestre. Llegué  a la esquina, no había señales de Ale y Hector, pero Draco estaba sentado en la banqueta, con la vista perdida en las líneas del pavimento.

-Llegas tarde- me miró fríamente-Los demás se nos adelantaron, hay que darnos prisa- tomó  mi mano y me arrastró , trastabille un poco, pero en unos segundos corría a su lado, mis piernas ardieron, aun así logré  seguirle el paso, corrimos entre una multitud pasando encima de cajas y saltando algunas cercas, la falda se levantó un poco pero me dio igual, me recogí el cabello en un chongo con un listón negro, Draco se puso las piezas de sus perforaciones, 4 en las cejas, 1 en la nariz y 2 en el labio, sin contar el de la lengua y los de las orejas, se revolvió el cabello dejando ver el corte tras el gel. Todo esto lo hicimos mientras corríamos entre las calles de la acertada cuidad, buscamos la calle Westee Boo, ya estando ahí, tres árboles  después de la segunda manzana, había un callejón oscuro y estrechó, entramos con rapidez, al final de este había unas cajas de madera arrumbadas, las quitamos con cuidado, la entrada ante nuestros ojos, pasamos a través de ella, no sin antes acomodar las cajas para que nadie más encontrará la entrada escondida.

Patinetas, patines y bicicletas, fue lo primero que vimos, una pista de acrobacias llena de graffitis, las paredes del enorme lugar estaban llenas de más de ellos, el cielo azul se lograba ver detrás del toldo opaco que estaba en el techo, el lugar era del tamaño de un estadio de futbol, nos dirigimos hacia la derecha, la entrada de lo baños estaba ahí, nos separamos, entre al de las chicas, cerré con pestillo, abrí mi mochila, saque algunas prendas, me cambie, una camisa azul marino demasiado grande que amarre dejando ver mi abdomen, unos pantalones negros rasgados y unos tenis vino, me puse algo de máscara de pestañas y labial morado mate, saque un montón de piezas de piercings, el día de hoy me decidí por un pequeño diamante, lo puse en la perforación que tenía en mi abdomen, me mire al espejo, solté mi cabello y lo revolví un poco, tomé mi mochila, salí del baño. La música sonaba por encima de las voces, con la mirada localice a Draco, Ale y Rafa, todos vestidos muy parecidos a mi.

-Al fin llegas, casi empezamos sin ustedes-Me recriminó, hizo una bomba de chicle y luego la tronó-¿Goma de mascar?-me ofreció, yo negé.

-Quiero empezar-dije entusiasmada-les mostré el contenido de mi mochila, todos abrieron la boca sorprendidos

-¿¡PINTURA NUEVA?!-Dijo Rafa entusiasmado, mientras miraba las latas

-¿Cómo la conseguiste?-Ale tomo un bote de a Spray

-Digamos que un amigo las consiguió para mí-les respondí sonriendo

-¿Y qué estamos esperando?-Todos corrimos al enorme muro en blanco, tome un Spray en cada mano.

-¿Todos recuerdan el voceto cierto?-Preguntó Draco, yo había hecho el dibujo y ya lo había memorizado parte por parte.

-Si-respondimos al unísono, sin esperar más comenzamos a pintar, cuando la parte de abajo se llenó , bajamos las poleas que estaban amarradas en lo más alto, enrolle unos 60 cm en mi mano con ayuda de un gancho y escale, el dolor era casi nulo. Hace algunos meses esa hazaña era demasiado complicada, no tenía la fuerza suficiente, llegue a lastimarme el hombro y los tobillos, pero ahora, no me cansaba tan rápido, todos me imitaron y escalaron, seguimos pintando y pintando. De vez en cuando bajaba a descansar y a cambiar de brazo.

-Hey Draco-Grite por encima de la música, el ojiverde me volteo a ver-¿Si iremos mañana cierto?-sus labios se curvearon en una sonrisa, haciendo que los aros metálicos resaltarán.

-Claro, no me lo perdería por nada- exclamó-Pásame el color metálico que usas, por favor-le lance el envase al momento que el lanzaba el suyo, ambos atrapamos el envase que nos habíamos intercambiado, seguimos pintando. No llevábamos ni la mitad cuando, El sonido de nuestros Sprays golpeando el suelo y entre ellos, me sobresaltó, casi haciendo que perdiera el equilibrio, supuse que algún mal patinador había hecho un mal truco y su patineta había salido volando hacia la zona de nuestro mural. voltee para ver, los envases estaban regados en el suelo, la música paro de golpe y todas las miradas se centraron en el peliplata que me observaba fijamente desde abajo  con las manos en las caderas.

Mi Guardaespaldas/Kakashi Hatake/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora