Hace unas horas llegué a casa de Draco, fue una pesadilla.
Caminé por muchísimo tiempo por esa carretera, los pies habían comenzado a sangrar, los autos no paraban aunque les hiciera la señal, hasta que al fin encontré una cabina de teléfono en medio de la nada, de inmediato metí las monedas requeridas y alce el teléfono ¿a quien llamo? Ale podía ser una opcion, pero no tení carro y no podría recogerme, marque el numero de Draco.
-¿Bueno?-Mi respiracion se agito al escucvhar su voz.
-D-Draco-Alcancé a susurra, mi garganta estaba rasposa y apenas podia hablar con claridad, des pues de unos segundos sin escuchar nada por el auricular, crei que no habia logrado reconocerme y no lo culparia mi voz estaba en un estado horrible, la mitad de el camino habia llorado sin parar y le gritaba los carros para que se detuvieran.
-¿Alexis?-Exclamó dudoso
-S-si, n-necesito.....que....m-m-m-e.....v-vengas a....-
-Esta bien no hables más, dime que vez a tu alrededor, ire en la moto-
Sonreí, mi mejor amigo me conocia perfectamente, siempre podria contar con él.
-H-hay á-rboles....U-una c-c-carreter-ra-
-eso no me ayuda muho ¿Hay algun cartel?-Entonces lo vi, a algunos metros habia un cartel fluorescente que indicaba la entrada a un pueblo pequeño a 35 kilómetros, le dije el nombre, 40 minutos despues estaba en la moto de mi mejor amigo, manejo con precaucion a su csa, esa noche estaba solo, su familia viajaba mucho por trabajo-Ven aquí- me cargó entre sus brazos como si fuera una princesa mientras me ponia su abrigo-Ya estas en casa- entramos y me recostó en su cama-Iré por algo de comer-
Mientras yo comía él limpiaba las heridas de mis pies, no había preguntada nada de como había llegado a ese estado y ese lugar lo cual agradecía no me sentia lista para hablar de eso.
-No te vuelvas a ir sin mi- Fue lo unico que dijo. despues de eso uso una pelicula y nos recostamos a verla, su pecho era calido y sus brazos me apretaban con suavidad y cariño.
Su olor entró en mi nariz, me relajaba demasiado, estar ahí me hacia sentir muy segura pero aún había una aguja en mi corazón que no me dejaba descansar en completa paz.
No lloraría más, ya lo había llorado ahora debo crear un plan para que se borre de mi cabeza, cada que parpadeaba su rostro estaba ahí, aunque suene loco es así. El pecho de Draco subía y bajaba con tranquilidad, al levantar un poco el rostro noté que estaba dormido, se veía muy tierno.
¿Qué estaría haciendo él en este momento?
No lo sé
Solo esperaba que no volviera para buscarme o....si.
No supe en que momento caí en los brazos de Morfeo.
-Hey-alguien me movió con fuerza, enterre mi cara en la almohada-Es hora de ir a la escuela-me removí enojada, no iré a la escuela quiero dormir-vamos, no planeas quedarte en mi cama todo el día o sí?-coloque mi almohada sobre mi cabeza en respuesta, escuché que el hombre soltaba una carcajada- Tu ganas, iré por algo de desayunar, espero que cuando haya vuelto estes despierta-escuché la puerta de la casa cerrandose, la luz me impedía dormir más, aunque no me creía capaz de levantarme, mi cuerpo estaba agotado por la extenuante caminata, me sente en la cama, en la mesita de noche junto a esta estaba el control del Xbox, lo tomé y comencé a jugar, cambiaba de juego cada quince minutos, tratando de mantener mi mente ocupada.
Mi corazón se estrujo y mi estómago se encogió cuando recordé la escena sucitada hace sólo unas horas, mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas más rápido de lo que pensé, los cerré con fuerza y sacudí la cabeza, no debía pensar en eso.
-Traje tacos de barbacoa-exclamó Draco entrando por la puerta, dí un pequeño saltito al verlo, estaba tan centrada en mis pensamientos que no escuché su llegada, me sonrió con dulzura.-ten- exclamó pasandome un plato con los manjares ya anunciados.
-Eres mi salvador-
-Vaya!, creí que te había comido la lengua el gato-me sonrió
-Cierra la boca, te escuchas como mi abuela con esas frases-soltó otra carcajada mientras yo devoraba el desayuno.
-Definitivamente sigues siendo tu-Inquirió sentandose a mi lado-¿Qué juegas?-Preguntó.
El día pasó volando, jugamos videojuegos, vimos Netflix, cantamos, bailamos, fue increíble, no volví a recordar el horrible momento que había vivido durante todo mi día con Draco.
Cerca de las 10 de la noche unos golpes incistentes en la puerta nos sobresaltaron, estabamos en el sillos recostados viendo una película y comiendo palomitas de maíz, los golpes eran fuertes y reiterados,Draco me miró como advertencia de que me quedara allí, se levantó a abrir la puerta.
-¿Dónde está?-Su voz me dejó sin aliento, instintivamente abracé mis piernas pegando mi frente a mis rodillas.
No quería verlo
No quería escucharlo
¿Por qué no sólo me dejaba en paz?-No sé de qué hablas hermano-Mintió Draco
-Ya sé que está aquí-la impaciencia se volvió visible en su voz.
-Lo siento, pero tienes que irte-Un par de golpes en la puerta me hicieron levantar la cabeza, Draco trató de cerrar la pierta y el peliplata lo había detenido.
-No me iré de aquí sin ella-Las lagrimas corrieron por mis mejillas sin poder detenerlas, las limpié rápido.
-¡Hey!-grito Draco-No puedes entrar-unos pasos se acercaban a mi, cuando entró en li campo de visión sentí que me dqban un puñetazo en el estómago dejqndome sin oxígeno, se veía igual que siempre, su cabello revuelto y una morada decidida combinaban perfecto con el tapabocas que llevaba.
Las imagenes de aquel momento se repitieron en mi cabeza.-Sal de aquí-exclamó draco claramente enfadado.
-Es importante-Dijo Kakashi sin quitar sus mirada de mi.
-Pues que sea rápido- Apuró mi mejor amigo.
-Tu padre desapareció-
Takus2010