Desvié el rostro hacia el suelo.
-Por cierto ¿De dónde conoces a Takeshi?-Pregunté mientras me deshacía de los anillos y pulseras que llevaba.
-Es una larga historia-Exclamó tratando de restarle importancia al tema.
-Tenemos mucho tiempo-Dije
Era obvio que quería evadir el tema, siempre que trataba de hablar sobre él o de su vida, me lo impedía, no me había dado cuenta hasta ahora, pero mi cabeza estaba llena de preguntas.
La noche que me atrapó escapando de casa, antes de tomar el camión ¿A quien esperaba?
El día que me quede en su casa ¿Que había en aquel cuarto rojo?
¿Que está pasando con mi padre?
¿Que relación tienen Kakashi y Karla?
¿Por que se volvió mi guardaespaldas realmente?
¿Por que le tiene tanto miedo a Takeshi en verdad?
¿Quien es Kakashi?Al verme tan pensativa, despidió responderme.
-Es un amigo de mi infancia, cuando llegué de Japon lo conocí-dijo sin más. Espere a que hablara pero no dijo nada más.
-¿Eso es todo?-Pregunté, traté de quitarme un liguero pero me fue imposible, el broche estaba muy ajustado. Bufé molesta ¿Por qué diablos tuve que ponerme esto?!
-Te ayudaré con eso, ven aquí-Escuché que decía el peliplata mientras se sentaba en la orilla de la cama, el solo pensar que levantara mi vestido para quitarme eso, hizo que mis mejillas se pintaran de un rojo intenso.
-N-no g-gracias, puedo hacerlo s-sola-Volví a intentarlo, pero fue inútil.
-Ven rápido princesita-Se quejó Kakashi, con la cabeza baja y mi cuerpo temblando me coloque delante de Kakashi, me miro fijamente a los ojos-Levanta tu falda-Me ordenó, tomé el vestido bajandolo aún más, el peliplata frunció el ceño. Con un rápido movimiento colocó mis manos a mis costados. Atrajo mi cuerpo hacia el suyo, jalando mi cintura. Me apoyé en sus hombros para no caer.
-¿Por qué tan nerviosa?-Sonrió jugueton.
-S-solo hazlo r-rápido, quiero dormir-Exclamé mientras desviaba mi vista. Antes de poder siquiera tocar el vestido, su celular, que en ese momento descansaba en el colchon a su lado-¿V-vas a contestar?-
-No quiero- me atrajo más hacia él, haciendo que me sentara en su regazo. Mis mejillas ardían y mi corazón latía como loco, sus manos de colocaron en mi cintura, las orbes negras que me observaban fijamente me hacían sentir nerviosa, una inmensa llamarada de calor me invadió cuando saco su máscara y dejo un húmedo beso en mi cuello haciéndome estremecer, todo mi cuerpo tembló ante su roce. Sus labios se acercaron a los míos con la intención de poseerlos, cuando podía sentir su respiración chocando en mis labios su teléfono celular sonó. Esta vez con un tono diferente, de inmediato Kakashi se separó de mi y contestó.
-¿Si?-Habló el peliplateado.
-Hay alguien que quiero que conozcas, ven rápido-Dijo alguien al otro lado del teléfono, me pareció escuchar la voz de Quiroga.
-Voy el 5 minutos-Contestó el peliplateado.
-Te veo en la barra sur, por cierto trae a Alexis-segundos después el hombre frente a mí colgó el teléfono.
-Debo irme princesita-Kakashi dejó un suave beso en mis labios, fue corto, pero sentí la corriente eléctrica que cruzó todo mi cuerpo. Al separarse de mi, me sonrió y subió su máscara. Aún no entendía la utilidad de esa cosa.
-¿Por qué?-Pregunté
-Quiroga y Takeshi quieren verme-Me separé de él, aprovechó para colocarse los zapatos y su saco.
-Haces todo lo que ellos te dicen-Me cruce de manos molesta.
Parecía un perro faldero, si alguno de esos dos idiotas silbaba, Kakashi aparecía meneando la cola y dando la pata. Físicamente es más fuerte que ambos ¿A que le tiene miedo?
-Hago lo que quiero-Me lazo una mirada fulminante, sabía que estaba molestándolo, pero no era quien para quejarse. Me había traido a este lugar, con esta fea ropa solo por qué uno de ellos se lo dijo-Ahora debo irme-
-¡¿Quieres salir de esta habitación y dejarme sola aquí?!-Le grite furiosa
-¡Si!-Se levantó de la cama, dirigiéndose a la puerta-Solo eres una niña, no podrías entender los problemas de los adultos, te vas a quedar aquí hasta mañana, yo volveré en unas horas, así que ponte cómoda-Abrió la puerta. La ira inundó mis venas, haciéndome exaltar. ¿Niña?!
-¡Vine hasta aquí por qué tú me lo pediste, y ahora ¿Vas a dejarme aquí sola?!-
-¡Para empezar tu nos metiste en esto, así que no me puedes reclamar nada!-Alzó la voz, mientras su mirada me perforaba como cuchillos.
-¡Si tú hubieras llegado antes de que yo me encontrara con Takeshi nada de esto estaría pasando, ese es tu maldito trabajo!-
-¡No cambies las cosas, tú tuviste la culpa por haber ido ese bar!-Volteo los ojos y se cruzó de brazos.
-¡Si no hubieras aparecido en mi vida, yo sería feliz, te odio!-Grite con todas mis fuerzas, el peliplata no dijo nada, su rostro no expresaba emoción, solo se dio la vuelta saliendo por la puerta, para después cerrarla con llave, dejándome encerrada en esa habitación.
Que pelea más estúpida, que más da ya se le pasará. Ahora debo ingeniármelas para salir de aquí. El cerrojo es sencillo con dos pasadores podría abrirlos, toque mi cabello en busca de pasadores, para mi suerte los encontré con rapidez, minutos después la puerta estaba abierta. Camine entre la gente, este lugar es realmente asqueroso, podía ver a gente teniendo sexo en los costosos sillones, algunas personas miraban la escena mientras se masturbaban, me dieron nauseas, camine otro poco, hasta que me fue imposible, quería salir de ahí lo más pronto posible, lo mejor sería volver a la habitación...
Si no hubiera perdido el camino de regreso.