Capítulo 21.- Un amigo cercano

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Al abrir la puerta, admiré una modesta casa residencial, con un pequeño patio.

Nos dirigimos a la puerta, el peliplata la abrió sin siquiera tocar, por dentro estaba impecable, los muebles blancos y el piso de madera daban una sensación de calides, antes de dirigirnos al interior había un espacio de dos metros aprox antes de un escalon, Kakashi sacó sus zapatos.

-Debes quitarte los zapatos-Inquirió burlon, yo incliné mi cabeza sin entender-Es una casa de un Japones muy tradicional, solo hazlo-sin pensarlo más lo hice quedando en calcetas largas-Por educación el extremo trasero del zapato se coloca pegado al escalón y la punta en dirección a la puerta-Explicó haciendo lo antes dicho.

(Esta imagen representa como Kakashi acomodó los zapatos)

-Los japoneses son muy raros-Al escuchar mi comentario Kakashi rió

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-Los japoneses son muy raros-Al escuchar mi comentario Kakashi rió.

-Llegamos-Exclamó en voz alta. De inmediato unas pisadas se acercaron con velocidad, una pequeña apareció en el pasillo, sus dos coletas rubias con moños rosas se columpiaban al correr, tendría unos seis años a lo mucho, la pequeña se lanzó a los brazos del peliplata quien la cargo.

-Onichan!-Grito feliz la niña-Anata ga inakute sabishīdesu (Te extrañé-La pequeña se aferró del hombre, quien se encaminó a lo que parecía la sala de estar.

Las sillas eran almohadones y la mesa era sumamente bajita, todo era muy extraño, los orientales vivian de forma muy diferente.

-¡Quiroga!-Gritó Kakashi algo molesto de esperar.

-¡Cállate!-Un fuerte grito retumbo por la casa.

Al tiempo en el que aparecía un hombre de cabello negro y ojos ambar. Si cabello estaba revuelto solo vestía unas bermudas y una camisa gris. Se tocaba la cabeza en un claro signo de dolor, lo que más llamó mi atención no fue la cruda que tenía sino el parche en su ojo derecho-No grites, la cabeza me va a explotar-Se sentó en las extrañas sillas-¿Qué quieres?-El hombre pareció reparar en mi presencia-¿Que hace ella aqui?-pronunció sin dirigirme la palabra.

-Estamos en un problema y necesitamos tu ayuda-Inquirioóel hombre bien vestido-Ten-El peliplata le extendió al de cabello azabache un vaso de agua y una aspirina ambos nos sentamos en los almohadones-Te hará sentir mejor-Cuando el tal Quiroga abrió la boca para tomar la pastilla pude observar una pieza de perforación en su lengua.

-¿En qué problema te metiste?-Preguntó, una vez que  la pequeña se fue a jugar al patio-Espero no sea relacionado con Karla-Levantó una ceja.

Karla esto, Karla aquello, eso que tenía que ver.

-No es así, es solo que alguien-volteo a verme sin disimulo-provocó a Takeshi y ahora quiere vernos esta noche en tu club, juntos-Los ojos de Quiroga se abrieron ante la sorpresa.

-Es una niña-le recriminó el azabache.

-Lo sé, pero fue una invitación directa de él-Explicó Kakashi.

-Pues recházala-Interferí en su conversación con la respuesta más coherente que cruzó por mi mente. El ojigris estalló en carcajadas.

-Es demasiado estúpida-Exclamó sonriente, se recargó en la mesa quedando a unos 30 cm de mi rostro-No sabes nada-me acusó.

-Pues explicame-Me apoyé en la mesa quedando a unos 10 cm de su rostro, con una sonrisa burlona.

-Ya basta-el peliplata jaló mi camisa, regresandome a mi posición anterior a su lado-Debes prestarnos el smotie-Quiroga hizo una mueca.

-Lo intentaré-Se cruzo de brazos.

-Eres el dueño del club, no debe ser tan difícil-Le recrimino Kakashi.

-Mejor cierra la boca y deja de meterte en problemas-Ambos hombres se levantaron-Si necesitan ropa, compré nuevas prendas, estan en tu habitación-Exclamó hacia Kakashi, quien asintió, sin más que decir subió seguido por mi, entró a uno de los cuartos, lo que más me sorprendió era que la cama estaba en el suelo, no habia más muebles solo, una pared entera era un armario. Al abrir las puertas observamos lo abarrotadas que estaban de ropa masculina y solo ropa masculina, no había ni una prenda de mujer.

-Tu ven conmigo-Exclamó el hombre el la puerta. Voltee a ver a Kakashi quien asintió. Seguí a Quiroga hasta un cuarto continuo, abrió el armario lleno se vestidos y maquillaje-Todo lo que necesitas está aqui-

-Gracias-Dije sin más-¿Puedes explicarme que RAYOS está pasando?-Grité exasperada, lo había estado callando pero ya, fue demasiado, no tengo idea de que esta pasando, me siento nerviosa y los dos hombres hablan como si nada.-¿Ropa? ¿Un club? ¿Smotie?-me crucé de brazos. El pelinegro sonrió burlón.

-¿Por qué mejor no se lo preguntas a Hatake?-exclamó sonriente, esté hombre definitivamente me desespera, es fastidioso-¿O es qué a caso la señorita necesita que un mayordomo la atienda y le explique?-Me miraba desde arriba. Apreté los puños y dientes molesta-¿Le traigo algo de tomar en lo que espera princesita?-El apodo que utilizo para nombrarme terminó por colmar mi paciencia. Con brusquedas tomé su cabello, jalandoló con fuerza hasta que su rostro estuvo a mi altura.

-ESCUCHAME IDIOTA, ME VAS A EXPLICAR A DETALLE QUE DEMONIOS PASA AQUÍ, Y SI ES QUE QUIERES MANTENER TUS OJOS EN SUS ORBITAS NO VUELVAS A LLAMARME PRINCESITA, ESO SOLO PIEDE DECIRLO MI ESTÚPIDA NIÑERA ¿ENTENDIDO?-Grité a todo pulmon. El hombre asintió con miedo en los ojos, lo solté al momento de escuchar la voz del peliplata.

-¿Por qué hay tantos gritos?-El rostro de Kakashi se asomó por la puerta.

-Tu acompañante quería que le explicara como te la vas a coger en un club frente a todos por meterse con uno de los yakuzas más poderosos del área-Sonrío.

Mi Guardaespaldas/Kakashi Hatake/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora