Aunque me tomó por sorpresa, dejé que mis labios se acoplaran a los de él. Su lengua entró a mi boca mientras sus manos me acariciaban la cintura, subiendo y bajando por mi columna. El calor invadía los lugares que él tocaba. Lo estaba besando y no podia detenerme.
Sus dientes atraparon mi labio inferior y lo jalaron sensualmente, nos separamos por la falta de aire. En su rostro había una sonrisa de lado. Mis sentidos estaban nublados, como mi razón, me abalance a sus labios, el siguió el beso esta vez undiendo sus dedos en mi cabello, sólo para jalarlo con firmeza y separar nuestros labios, mi cabeza cayó hacia atrás, el peliplata aprovechó para besar mi cuello y morderlo a su gusto, no me queje, mordi mi labio inferior con fuerza para evitar gemir aunque fue inútil, el peliplata aceleraba cada que yo gemia, su tibia lengua me causaba corrientes eléctricas. Moví mis caderas a propósito recibiendo un gruñido por parte del hombre. Le sonreí juguetona.
-Alex-Exclamó en tono de gruñido, lo bese para callar sus réplicas, el sonrió gustoso, volví a mover mis caderas sobre las suyas, enterré mis dedos en su sedoso cabello mientras mis caderas hacían movimientos circulares, el bajó sus manos, a estas en un firme intento de que dejara esos movimientos. Aunque fue inútil. Él gruño y me mordió con fuerza cuando me moví una vez más.
-No hagas eso-Jadeo, para llevarle la contraria volví a hacerlo esta vez pude sentir lo duro que estaba, un gemido escapó de su boca-No es divertido-Me reclamó. Me acerqué a su oreja, la cual mordí y lamí con una lentitud mortal.
-Tu cuerpo no está de acuerdo-Los ojos del peliplata se abrieron de par en par. Puso sus manos en mi nuca atrayendome a él. Atesore los momentos que estuvimos tonteando y provocando al otro, sus manos acariciaban mis piernas y mi espalda. La lluvia cesó.
-Debemos ir a tu casa-Exclamó con los labios inchados y una mirada encendida. Yo asentí quitandome de encima suyo, encendió el motor. Como de costumbre puso su mano sobre mi muslo y se puso en marcha. La sensación de calma que había en el automóvil era muy relajante, el peliplata acarició mi mejilla y recogió un mechón de cabello detrás de mi oreja mientras me sonreía, mis ojos comenzaron a sentirse pesados.
No supe en que momento me quedé dormida, sólo se que me desperté por el movimiento de mi cuerpo. Un aroma embriago mis sentidos, supe de inmediato que estaba en brazos del peliplata, sonreí levemente aún con los ojos cerrados, me dejó en una superficie suave supuse que era mi cama. El cansancio me venció y preferí dormir sin importarme la luz de día.
El molesto sonido de mi celular me despertó, efectivamente estaba en mi habitación. Desbloque el teléfono y vi los mensajes, todos de Draco. Me dio flojera leer y preferí llamarle por teléfono, contestó al segundo timbrazo.
-¿Alexis?-Escuche su voz del otro lado de la línea. ¿Cómo podía estar tan despierto a éstas horas de la mañana?
-Soy yo-dije aún somnolienta.
-¡¿DONDE TE HAS METIDO?!-Gritó-Te hemos estado buscando como locos-
-Es una larga historia-escuché como bufó
-¿irás hoy? -
-¿Estarás ahí? -me tallé los ojos.
-Si-
-Ahi estaré-me levanté de la cama.
-No tardes-corte la llamada para vestirme y poner mi ropa en una mochila. Llegaría un poco más temprano para que Kakashi me diera mi uniforme. Me detuve en el espejo del baño, toque mis labios y sonreí como tonta frente al espejo recordando la noche anterior y el cuerpo del peliplata tan cerca del mío, nuestros alientos mezclandose.
Terminé de alistarme y baje a desayunar, para mi sorpresa encontré a Karla ahí.-Al fin llegas-volteo los ojos-Prepara algo de desayunar-ordenó, me crucé de brazos y me quedé en medio del comedor-¿Y ahora qué? -
-¿Y papá? -Pregunté
-Dormido en su habitación, ahora alimentame-dijo mientras revisaba su celular, hice algo rápido sólo corte fruta y le puse yogurt con granola, Karla comió en silencio y cuando ambas habíamos terminado salimos hacia nuestros autos o al menos eso creía por que se subió en el mío-Hoy no quiero manejar-Explicó, pero yo sabía que no quería gastar su mesada en gasolina, prendí el motor y me dirigí a casa de Ale. Cuando estuve enfrente le mandé un mensaje. A los pocos minutos salió y se subió al asiento trasero.
-Estuviste desaparecida dos días-me replicó-Draco casi hace carteles de "se busca"-ambas reímos-Debes contárselo todo-Yo asentí.
-Cierra la boca arpía me estresas-Soltó mi hermana con un tono de fastidio. Desde que se conocen, Karla siempre molesta a Alme y a diferencia de mi, ella no se deja.
-Puedes salir del auto ahora mismo, a menos que tengas miedo de que se arruine tu manicura por abrir la puerta-Yo contuve una risa.
-¡Cierra la boca perra! -le lanzó un manotazo.
-Atrévete a tocarme y te mató zorra-los gritos aumentaron.
-Chicas calmense por favor-dije en tono bajo.
-¡No entiendo como Héctor sale contigo!-Gritó mi hermana
-Por que jamás saldría con una zorra como tu-Ale lanzó cuchillas por los ojos.
-¿¡Entonces por que sale contigo?!-Frene el automóvil de golpe haciendo que Karla se golpeara la cabeza al igual que Ale.
-¡Ya dejen de pelear! -grite molesta, ambas me vieron con enojo pero no volvieron a pelear, una vez que llegamos al Instituto, bajamos y Karla siguió su camino, Ale y yo nos dirigimos a nuestros casilleros, al llegar Draco y Héctor nos esperaban con cara de pocos amigos.