Biiiiip
Biiiiip
Biiiiip
Un agudo ruido taladraba en mi cabeza, me puse la almohada en mi cabeza para tratar de aminorar el ruido pero fue imposible, molesta abrí los ojos, el celular estaba sonando, lo tomé y leí lo que decía en la pantalla con los ojos entrecerrados por la luz, el ventanal indicaba que aún era oscuro afuera, el brillo del celular era muy alto. En la pantalla logré
leer.ALARMA
primer día de clases¿Por esa tontería me había levantado? Dejé el celular De lado y volví a acostarme, cerré los ojos y me acomode ¿Por qué habré puesto una alarma como esa? El primer día de....¡CLASES!
Me levanté de un salto, a confirmar la fecha, si, hoy era el primer día de instituto, salí como bala de mi cama para entrar en mi armario, busque el uniforme, estaba perfectamente colgado y planchado en uno de los ganchos, agradecí mentalmente a Anamari.
Me puse la falda y los calcetines largos negros, la camisa blanca era difícil de abotonar, me puse el horrible chaleco azul oscuro y el suéter, salí de ahí. Rayos, volví a entrar me puse el moño en el cuello, realmente no me terminaba de gustar el uniforme, con rapidez me calcé las zapatillas negras, tomé mi mochila y salí de ahí, mientras masticaba mi desayuno ( Un cereal con leche) me cepillaba el cabello. Cuando temine lo dejé suelto, no tenía tiempo de sujetarlo, mire la hora, llegaría con 5 minutos de antelación justo como lo había planeado, bueno no exactamente, aún debía pasar por Ale, pero eso ya lo había previsto lo que no tenia en cuenta es que me levantaría 15 minutos tarde, después de cepillar mis dientes y alisar mi uniforme, salí por la puerta, con la mochila en una mano y las llaves del Ibiza en la otra, un lardido me sobresaltó, corrí hacia el coche, rogando por qué el pitbull no me alcanzara pero fue inútil, puso sus patas delanteras en mi chaleco manchándolo de lodo, la bajé rápido.
-Hinata-le recrimine-Shu- le aventé su juguete y entré con rapidez al auto, arranqué y abrí el portón, llegué a casa de Ale, ella ya me esperaba fuera, entro al coche. Arranque camino al instituto.
-Llegaste tarde ¿Todo bien?-preguntó tratando de que su voz sonara tranquila, pero ambas estábamos ansiosas por ser el primer día
-Si, solo me desvele anoche-explique
-¿Pintaste ayer?-preguntó
-Si¿Cómo lo sabes?-alce una ceja
-Tu cabello tiene algunas manchas de pintura-exclamó restándole importancia, rápidamente revise mi cabello en el espejo retrovisor.
-¡Mentirosa!-le di un golpe suave en el hombro
-Admite que te asustaste- dijo riendo
-No me gustaría llegar el primer día con un mal aspecto- dije mientras me estacionaba en el estacionamiento escolar, hice una mueca, tendría que tapar mi chaleco sucio con mi suéter -Ayer mi padre me contrató una niñera-solté de golpe, ella me volteo a ver con una sonrisa divertida
-Para eso está Anamari ¿No?-dijo
-Él dijo que era un "Guardaespaldas"-Inquiri haciendo comillas con los dedos.
-No podrá seguirnos el paso, tú tranqui-declaró confiada-¿Crees que estemos en el mismo salón?- preguntó mientras bajábamos del auto.
-Eso espero-dije, alise mi falda una vez más. Nos adentramos en los pasillos, los lokers metálicos se acomodaban en las orillas, los alumnos deambulaban sin ton ni son, reconocí unas caras familiares a lo lejos.
-Ahí están-exclamó Ale, caminamos hacia el grupo de chicos que sonrieron al vernos.
-Llegan tarde-exclamó Draco serio
-Alguien se levantó temprano-dijo Ale con Sarcasmo mientras me veía. Todos rieron
-Ja-ja-bufé
-Ya revisamos los horarios, resulta que todos estamos juntos en la mayoría de las clases- inquirio Rafa sonriente mientras con un brazo acercaba a Ale para darle un beso en los labios.
-Que bien-sonreí , algo asqueada por la muestra de cariño.
La chicharra sonó, avisando que restaban 5 minutos para iniciar la clase, después de ver las listas en la tabla de anuncios nos dirigimos a nuestro salón, entramos, reconocí un par de caras de años anteriores, el profesor aún no llegaba, suspiramos aliviados, los lugares de enfrente y detrás eran los que estaban desocupados, nos decidimos por los de atrás, me senté en la esquina de la ventana, Ale a mi lado, Draco enfrente y Rafa del lado de Ale. Sonó el segundo timbre, las clases había comenzado, aun así el profesor no había entrado, en todos mis años de instituto, jamás había visto que un profesor llegará tarde a la clase. Esperamos y esperamos, los minutos pasaron y el maestro no aparecía. Ale se giró para hablar conmigo.
-Que buen inicio de semestre- exclamó sonriente
-Tu siempre positiva- voltee los ojos
-Creo que-el sonido de la puerta abierta interrumpió a Ale, todos desviaron la mirada a la puerta curiosos del maestro impuntual, por la puerta entró un hombre de 1.90 de altura aprox, su camisa blanca se ceñía a su trabajado cuerpo, sus brazos resaltaban por qué estaba arremangado, sus pantalones negros hacían juego con sus zapatos del mismo color, llevaba una corbata algo alborotada, el primer botón de su camisa estaba abierto, pero nada de eso llamó mi atención, sino que el nuevo maestro, es aquel hombre que estuvo ayer en mi casa, mi supuesto "Guardaespaldas", que más bien yo consideraba una inservible niñera. ¿Estaba aquí por mi? No, no debía hacerme ideas aún, quizás aquí trabajaba. Quizás. El peliplata hizo que aterrizara de nuevo en la realidad cuando se sentó en el escritorio, así como leyeron, no se sentó en la silla como los demás maestros o ser humano en el planeta haría, se sentó en el escritorio, con la vista puesta en nosotros. Aún llevaba su tapabocas.
-Mi nombre es Kakashi Hatake seré su nuevo maestro, las reglas de clase están en su página 12...-el peliplata seguía hablando, me voltee discretamente hacia Ale.
-Psss- la castaña volteo- Él es de quien te hablé-susurré
-¿El guardaespaldas?-susurró
-Si-
-Señorita Rosales ¿Hay algo que quiero decir?-el peliplata me miraba expectante, toda la clase tenía la vista puesta en mi
-No, Gomen-me disculpe
-Puedo ver su entusiasmo por participar en mi clase, así que usted será la presidenta de la clase- decretó, aún con su rostro cubierto, sabía que tenía una sonrisa. No me dejaría intimidar por él.
-Con gusto-exclamé entre dientes
-La espero al finalizar las clases aquí mismo-mi boca no podía estar más abierta ¿Después de clases? NOOOOO grité para mis adentros, mientras lo fulminaba con la mirada-Como iba diciendo mis clases serán...-Continuó dando instrucciones durante toda la clase, suspire aliviada cuando timbraron, aún nos tocaba otra clase con el peliplata pero teníamos 5 gloriosos minutos de descanso, fui la primera en levantarme de mi asiento, algunos me imitaron, otros solo platicaron desde su lugar, me dirigí frente a Draco.
-¿Me esperarán después de clases cierto?-pregunté
-Quien sabe-su cabello rojizo le caía sobre un ojo, sonrío, pude notar la perforación en su lengua. Es nueva. Las clases continuaron, cuando sonó el ultimo timbre del día todos se fueron, el peliplata y yo nos quedamos en el salón, salí despavorida, tomé las herramientas de limpieza, suspire y entre al salón rendida. Aquí vamos.