Capítulo 18

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—¡No suélteme, por favor, no me lastime!

—¡Grita todo lo que quieras hermosa cereza, nadie te escuchará, la música y la bulla son demasiado fuertes. Todo a mi favor!

—¡Porque me hace esto, déjeme ya!—la adolescente intenta empujarlo pero es inútil, la tiene inmovilizada, sus manos y su peso son demasiado.

Ya no tiene fuerzas para forcejear ni para gritar. Solo sus lágrimas caen por su rostro, mientras ese miserable, medio hermano de su padre, le quita con violencia su pureza.

No sabe en qué momento terminó, ni tampoco cuanto tiempo ha pasado. Está en shock, ausente, su ropa rota, sus cabellos desordenados, y sus partes íntimas con mucho ardor.

Intenta levantarse pero el dolor y ardor son horribles, arrastrándose entra al baño y logra bañarse y quitar toda esa mancha asquerosa que las manos y la boca de ese cerdo ha dejado en su piel.

Se frota con fuerza el cuerpo hasta lastimarse, pero no le importa solo desea borrar todo lo que su cuerpo de quince años acaba de sufrir.

Una violación.

Sakura está con los ojos aterrados, siete años de ese maldito suceso que ha intentado olvidar y como si el destino le escupe en la cara, la maldita cara del pasado vuelve.

Su corazón quiere salir de su pecho, el tipo lentamente se acerca y ella por reflejo se aleja, pero sin dejar de mirarlo con horror.

—Pero miren cómo ha crecido mi niña—la lascivia con la que habla le da asco y ganas de vomitar a la joven—. Te has convertido en toda una hermosa mujer.

—¡No se me acerque!—está por colapsar, el hombre sonríe de medio lado, a pesar de los años, no ha superado su trauma y eso le conviene.

—Oh vamos querida, estoy seguro que ni me has olvidado, te guste o no fuí tu primer hombre.

—¡Es un ser despreciable y asqueroso!—la respiración de la joven se vuelve errática, es como si en cualquier momento va a convulsionar—.¡Lo que me hizo fue un delito!

—Pero no hay testigos de ello—lleva su mano a su mentón y sonríe—. Desde que te ví, me gustaste, sabía que serías una hermosa mujer, es por eso que antes que cualquier imbécil te toque, me dije que yo sería el primero en hacerlo.

Sakura llora de rabia, impotencia, sus puños se ponen rígidos, ese tipo es un enfermo, las terapias que está llevando no son aún suficientes para enfrentarlo. Si grita y hace escándalo, Shaoran y todos los demás pueden enterarse de todo y es lo que por ahora no quiere que lo hagan.

Debe salir de ahí, pero el tipo impide la salida, sus fuerzas se le acaban, el volver a verlo la está poniendo mal, llena de miedos, recuerdos que ha querido enterrar en su interior, pero solo con verlo a revivido esa gran herida.

—Alejese de mí, si no gritaré—masculla y el hombre sonríe con burla.

—No me digas, no escuchas que la bulla está fuerte afuera, que coincidencia, se repite lo mismo de esa noche, la música fuerte, nadie puede escucharte si gritas.

Sakura está entrando en shock, no está dispuesta a pasar por lo mismo dos veces, si ese tipo la vuelve a tocar, no lo soportará y puede hacer cualquier locura.

El hombre camina con rapidez hacia ella. Sakura da un grito, y sus pies la ayudan a salir de ahí, su desesperación la obligan a huir sin rumbo, todas las luces van disminuyendo, pero ella solo quiere desaparecer y no ser tocada ni un pelo por ese maldito tipo.

𝔼𝕝 𝕊𝕥𝕣𝕚𝕡𝕡𝕖𝕣 𝕕𝕖 𝕞𝕚 ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫𝕠𝕟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora