Capítulo 49

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Shaoran:

Después de conversar con ella me sentí mucho más miserable, cuando más me necesitaba le di la espalda, la trate peor que una cualquiera y ella nunca se mereció ese trato. Cuando nos vimos listos para irnos de ese lugar la tomo por sorpresa abrazándola por la espalda, siento que se tensa pero no puedo evitarlo, la he extrañado demasiado.

—¿Qué estás haciendo?—me pregunta en un susurro.

—Solo quiero sentirte un momento así, detener el tiempo por un largo tiempo y no dejar que vuelvas a irte de mi lado—aspiro su olor a cerezas y fresas que tanto me gusta, lentamente la suelto y da la vuelta para mirarme—. Sé que tendré que hacer mucho para ganarme tu confianza nuevamente, pero no me daré por vencido.

—Estás comprometido, nunca me metería en una relación, más aún si ella estuvo entrometida en la nuestra—hago una mueca de disgusto, ella tiene razón, inconscientemente deje que Susy Mei se entrometa con nosotros—. Vámonos de acá.

Se va a la salida y suspiro lleno de impotencia, está dolida conmigo y me lo merezco por ser tan imbécil. Salimos y subimos al auto, pero al momento de prender el motor un estornudo junto con congestión nasal me sorprende.

—¿Estás bien?—me pregunta con preocupación, la miro y asiento para no preocuparla—. Tenemos que ir para que un médico te vea.

—Estoy bien, llegaré a casa y tomaré algo caliente, descuida—hace una mueca con sus labios, arranco el auto y en todo el camino mi cuerpo comenzaba a temblar y dolerme, mis ojos comenzaron a lagrimear y mi cabeza en verdad me dolía como si hubiera pasado un tráiler encima.

Llegamos a su departamento, veo que baja de mi lado pero antes de irse la tomo del brazo y me planto un beso que quise darle antes de salir de la casa, me empuja un poco y en su rostro hay preocupación y dolor.

—¡Shaoran estás ardiendo en fiebre!—me toca la frente y en esos momentos todo lo veía borroso y sentía que flotaba—¡Voy a llamar a Meiling!

Para ese tiempo ya no escucho nada y solo siento que caigo en un vacío, en mi delirio veo a mi amada con su bella sonrisa girando a mi alrededor y yo tratando de alcanzarla, pero siento que se aleja y otra mujer se atraviesa en nuestro camino, sus ojos celestes me descoloca y siento incomodidad.

—Sakura, ven, no te alejes de mí—trato de alcanzarla pero es inútil, intento tocarla pero la otra mujer se entromete—¡Aléjate de mí, no me toques, Sakura te amo, no me dejes!

•••••

Sakura:

Trato de tocarlo pero ¿me está confundiendo con alguien o de verdad está es la realidad? Cuando estoy cortando la llamada lo que escucho me deja congelada en mi lugar.

—¡Sakura te amo, no me dejes!—siento que estoy a punto de llorar, voy hacia el departamento y busco agua caliente para bajar la fiebre mientras Xen y Meiling vienen a llevarnos al hospital. Comienzo a desesperarme y sentirme culpable, no debí echar el agua fría encima, está temblando y puede tener una convulsión peligrosa.

—¡Por favor Shaoran, resiste por favor, lo siento por hacerte esto!—pongo las compresas calientes y ruego que haga efecto hasta que lleguen los demás—¡Debes estar bien, no puedes hacerme esto!

—Sakura—susurro—. Mi amor.

En otras circunstancias lo llenaría de besos, pero debo controlarme, sigue tiritando, un claxon al fin me indica la ayuda. Un auto rojo se estaciona tras de nosotros, Meiling corre a vernos y al ver a Shaoran lleva las manos a su boca, Xen también se congela en su lugar.

𝔼𝕝 𝕊𝕥𝕣𝕚𝕡𝕡𝕖𝕣 𝕕𝕖 𝕞𝕚 ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫𝕠𝕟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora