Diez años después:
—¡Nadeshiko, Hien, vengan acá!—Sakura va tras los pasos de sus dos gemelos de dos años de edad, van tras una mariposa y los dos son tan inquietos—¡Son tan escurridizos!
Ambos balbucean y le ofrecen tierra mojada del jardín, hace unos días llovió y todo está mojado y húmedo. Ella sonríe al verlos así, a pesar de ser una mujer ocupada se da el tiempo para cuidar y consentir a sus tres hijos, fruto de su relación con el hombre que se ha encargado de hacerla completamente feliz.
Su empresa con el pasar de los años se ha convertido en una de las más importantes y poderosas de todo Japón, es por ello que sus ganancias y su fortuna personal ha ascendido como la espuma.
Ella y Shaoran, así como Xen y Eriol se han mantenido como los empresarios más exitosos en todo el mundo, seguido de los Smith que siguen teniendo sociedad con Shaoran. El castaño constantemente viaja a los Estados Unidos a supervisar que todo esté en orden, a la vez visita a Bella, la mujer que le hizo caso en sus consejos y que ahora está muy feliz al lado de su pareja y una pequeña niña que ambas adoran.
El señor Smith al principio persuadió a Shaoran en no ayudar a Bella pero él fue claro con él, que si pensaba intimidar rápidamente disolverian la sociedad y no le importaría pagar la millonaria indemnización. Eso a Smith no le convenía y con resignación es que dimitió de aquello.
—¡Mamá—un niño de ocho años se acerca a Sakura que acaba de llegar de la escuela, tras él una joven con una sonrisa dulce—¡Saque buenas notas en la escuela mira!
Sakura abraza a su hijo que le sonríe complacido, mira su boleta de calificaciones y sonríe con dulzura, su hijo Fujitaka es idéntico a Shaoran pero con los ojos verdes de ella. Le dio un abrazo en el que el pequeño sonrió con alegría.
—Sabía que lo lograrías, tu padre estará orgulloso de ti—le alborota el cabello achocolatado como los de él.
—¿Y cuando vendrá papá?—escuchar eso pone un poco ansiosa a la de ojos verdes—. Se ha ido hace mucho tiempo y no viene.
—Tranquilo cariño, papá está ocupado, pero pronto vendrá, lo prometo, ahora ve a vestirte que más tarde iremos a casa de tío Xen y tía Meiling.
—De acuerdo mamá¿Cuando iremos a ver a la abuela y al abuelo?—Sakura borra su sonrisa, la enfermedad de la madre de Shaoran en los últimos años ha empeorado, tuvo que ser internada en una casa de reposo, por ello ambos gemelos siempre van a verla, a pesar que ya no los reconoce y eso es un dolor para los dos, pero siempre les recibe lo que le llevan.
Incluso cuando llevaron a Fujitaka a que lo conozca se sorprendió mucho y le dijo que le recuerda bastante a su hijo menor. Las lágrimas de Shaoran ese día fueron tan lastimeras que hasta Xen término llorando junto a su hermano.
—Cuando venga tu papá iremos a visitar a la abuela, pero te advierto que…
—Lo sé mamá, no nos va a reconocer pero no importa, solo quiero verla—la de ojos verdes sonríe, la joven que llegó con ella se lleva a los gemelos para bañarlos y cambiarlos de ropa.
Ese día la hija de Xen y Meiling cumple seis años y harán una fiesta. En todos estos años cada pareja es plena y feliz en su matrimonio. Tomoyo y Eriol tienen dos hijos, Kenny de seis años y Yumi de cuatro años. Fye y Akiho tienen a los mellizos Eleni y Jang, idénticos a cada uno, ambos con siete años, ellos fueron los segundos en quedar embarazados.
Xen y Meiling tienen una preciosa hija que ese día cumple seis años llamada Mayleen que es idéntica a Meiling. Sakura entra a la gran casa que tiene en Japón, Fujitaka le pregunto por si abuelo, se trata de Masaki Amamiya, cuando ellos regresaron a China después de su descanso en las playas de los Estados Unidos recibieron una llamada que el susodicho fue capturado porque en su poder se le encontró drogas, así como estupefacientes y sustancias prohibidas no aptas para el consumo humano.
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𝔼𝕝 𝕊𝕥𝕣𝕚𝕡𝕡𝕖𝕣 𝕕𝕖 𝕞𝕚 ℂ𝕠𝕣𝕒𝕫𝕠𝕟
Random¿Que pasaría si por solo una noche por ayudar a tus amigos a cubrir los puestos de trabajo por enfermedad te cambia la vida? Eriol y Shaoran son dos jóvenes que trabajan por el día a día pero la suerte les golpea cuando son invitados a pertenecer al...