30

41 7 0
                                    

Christine caminó por los pasillos del gran teatro hasta llegar a un bello jardín trasero, sus claros ojos celestes observaban con una fuerte melancolía  una vieja fuente que estaba seca, el cielo purpura daba paso al atardecer y con ello las sombras de la noche comenzaron a crecer, de entre ellas una se levantó a espaldas de la anciana mujer
-estas aquí....- dijo ella cuando el ser a sus espaldas se manifestó
-nunca pensé volver a verte mi lady, cualquiera diría que al paso de los años tu belleza se viera marchita, sin embargo aun se puede apreciar, como si hubieras sido tocada por el fino arte de la taxidermia- al oír esas palabras Christine se sonrojó y se giró para ver aquel hombre
-no has cambiado nada.... fantasma, cualquiera diría que ahora solo serías huesos y polvo... pero... aun tu silueta se puede apreciar... como una real alma en pena del fino arte de la muerte-
-¿alma en pena dices? lo único que nos hace diferentes es que tu mi lady estas con vida-
-nunca pedí esto fantasma... todo esto no es mas que obra tuya, tuya y tu cruel maldicion-
-¿y has venido hasta acá solo para librarte de ella? ¿has tenido suficiente de la vida que me arrebataste al llevarte aquello que me pertenece?-
-tenía que detenerte, te habías convertido en...-
-¿un monstruo?- hubo un silencio, Christine pudo ver bajo la mascara una sonrisa dibujada- si quieres librarte de tu pesar, sabes lo que tienes que hacer Christine-
-me temo que aun no es posible- dijo ella apartándose un poco de él
-no soy tan ingenua como para traer conmigo la llave de tu libertada, fantasma... tu vas a quedarte en este sitio por toda la eternidad- al decir aquello fuertes vientos se azotaron derribando algunas hojas de los arbustos y pequeños arboles, el cabello blanco de Christine se revolvió en su rostro mientras el fantasma estaba ahí de pie-
-¿entonces a que has venido?- la voz del fantasma perdía poco a poco su tranquilidad y serenidad
-esos niños- dijo ella captando totalmente la atención del fantasma- se que aún tienes pensado librarte de todo lo que has hecho... y no pienso dejar que uses a esos chicos-
-no....-
-estas corrompiendo a esos muchachos-
-no vas a interferir en esto, es el curso natural de las cosas mi lady y yo no tuve nada que ver en ello- 
el fantasma avanzó hacia la anciana pero esta solo se quedó quieta sin temor a la imponente figura oscura y enmascarada-
-¿que harás fantasma? ¿matarme?- el fantasma se quedó solo quieto mientras Christine lo pensó por un momento
-te daré la llave... pero no metas a esos niños en esto fantasma... por favor, solo eso te pido- el fantasma solo se quedó inmóvil, parecía una estatua del jardín, un maniquí
-no puedo...-  respondió él finalmente
-que!?-
-ya no esta en mis manos mi lady... lo lamento-
-fantasma!- gritó ella pero él ya se había ido
-maestra, está usted bien?- dijo Eleonor acercándose a ella para tomarla del brazo
-si...- respondió con la mirada perdida- es peor de lo que creí, aunque le ofrecí darle la llave el no cambió de parecer-
-ese maldito... su rencor es peor de lo que pensé-
-te equivocas Eleonor- repuso Christine- esto no tiene nada que ver con  el rencor, así no es el, dijo que ya no esta en sus manos-
-entonces... ¿en manos de quien?-
-disculpen señoras....- dijo otra voz, ambas giraron sus miradas en dirección del emisor  Y Christine vio cara a cara a un joven guardia, su rostro era idéntico... no.... parecía calcado del fantasma antes del accidente, la única diferencia era el color de sus ojos, el rostro de Christine solo podía reflejar el asombro y esa misteriosa aura
-n-no puede ser- apenas pudo decir ella mientras Eleonor la observaba confundida
-este sitio ya esta por cerrarse y las calles son muy peligrosas de noche- 
-entendemos jovencito, gracias- dijo Eleonor llevandose a su maestra que estaba en shock- vamos señora- 
-si...- 
ambas se marchaban cuando... Clint se giró para verlas avanzar por el pasillo principal directo a la salida
-Clint!- le distrajo otra voz
-Majestad, hola- saludó el con cariño, Merceline se adelantaba a el 
-ya es un poco tarde majestad, segura que aun tendrás tiempo?-
-claro que si, pero solo unos minutos-
-no hay problema, no tomaré mucho tiempo-
-llevo tiempo esperando el tour por el sitio-dijo ella mientras ambos avanzaron por los pasillos del gran teatro.

El fantasma de la opera (versión mejorada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora