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Merceline sujetaba a Clint en sus manos, el estaba escupiendo mucha sangre
-estas a salvo...- susurró Clint con un poco de sangre brotando de su boca
-Clint... porque... ¿por qué lo hiciste?- Merceline lloraba desconsolada apoyando su cabeza en sus piernas
-de todas formas... no iba a salir de aquí con vida...- Clint hizo memoria de lo que había acordado con el fantasma a cambio de otra oportunidad
-por qué?-
-porque... el ha ofrecido su alma a este lugar- dijo otra voz, el fantasma había aparecido, el fantasma autentico, Merceline se asustó un poco al verlo
-este sitio te da otra oportunidad de vivir... a cambio de entregar tu alma por siempre para habitar aquí...  así fue como el otro Chico se levantó aun cuando tu padre le disparó-
-ayúdalo... por favor... perdónalo déjalo ir conmigo- intentó persuadir Merceline pero el fantasma la observó con tristeza
-no puedo hacer mas nada...- susurró el fantasma y Merceline entre lagrimas volvió la vista a Clint, quien aun llevaba en el cuello el lobo negro
-Clint... vuelvo a perderte...- susurró Merceline posando su mano en la mascara del fantasma 
-no...- dijo Clint sujetando su mano- este... no es el rostro que recuerdas... esta completamente destrozado... te aterrarias al verlo- Merceline nego con la cabeza apartando la mano de Clint
-quiero verte... aunque sea una ultima vez...- poco a poco comenzó a retirar la mascara del rostro y lo pudo ver, era algo impactante, marcas... suturas, parecía un muñeco de tela remendado torpemente, pero... sus ojos... aquellos ojos seguían siendo los mismos, Merceline se acercó lentamente a sus labios dejando un dulce beso en ellos
-Merceline...- susurró Clint cuando un sonido los tomó por sorpresa, la parte alta del gran teatro estaba por derrumbarse
-debes irte pronto- 
-el policia y uno de los chicos vienen en camino- dijo el fantasma desvaneciéndose
-Merceline!- dijo Hall apareciendo tras los tanques de agua junto a David, ambos se apresuraron a donde Clint
-detective! ayúdelo por favor-
-Merceline...- David se acerco a ella, ambos se sorprendieron al verla junto al fantasma
-oficial... llévesela de aquí, el edificio caerá pronto, llévensela-
no! no Clint, no me iré sin ti-
-yo ya estoy muerto detective... llévesela ahora!- 
-no! Clint!- Hall no supo que hacer, pero el chico tenía razón
-cuida bien de ella- dijo viendo a David a los ojos-
-vamos- Hall sujetó a Merceline
-No!- gritó Merceline extendiendo su mano
-Clint!!!- Hall y David se llevaron a Merceline por aquel pasadizo secreto, el gran teatro estaba en llamas, el candelabro cayó cuando el fuego venció su base, era como si la maldición del gran teatro se iba junto con él, Merceline, hall y David lograron salir a salvo, El policía novato los recibió 
-por favor, deben volver, deben ayudar a Clint-
-Merceline! ya es muy tarde, ese lugar va a caer!- 
- no, no no lo quiero perder de nuevo no! por favor... detective!-  ella intentaba ir entre lagrimas... pero hall la sujetaba con fuerza, Merceline no pudo hacer nada mas que ver con lagrimas como el gran teatro estaba derrumbándose, poco a poco hasta que pasó al cabo de unos minutos... la parte alta del Gran teatro cayó... en una nube de ceniza y polvo.
-Clint...- Merceline sentía que le faltaba el aire, comenzó a llorar... a llorar como nunca lo hizo en su vida... de rodillas frente al gran teatro.

una semana después.
Merceline esperaba al próximo tren en la estación, Le acompañaban Hall y David
-supongo que... esta es la despedida jovencita- dijo Hall quitándose su sombrero
-muchas gracias por todo detective-
-hubiese deseado ser de mayor utilidad... y haber podido ayudarlos a ambos- Merceline negó con la cabeza
-no diga eso señor, usted fue muy bueno conmigo, hizo lo posible por mantenerme a salvo, ojala todo policía fuera como usted-
-cuentas conmigo jovencita, solo debes llamarme-
-lo tendré en cuenta, gracias señor-
-Merceline... ¿de verdad debes irte tu sola?- preguntó David un poco extraño al no querer dejarla ir
-debo hacerlo, esta ciudad... no podré vivir aquí después de esto.. pero... te visitaré de vez en cuando David, además no estaré sola, tengo una amiga que vivirá conmigo- Merceline se acercó a David abrazándolo
-gracias a ti también, por todo-
-te echare de menos-  luego de eso... el tren se acercó a lo lejos, se detuvo y la gente comenzó a subir
-ya debo partir... hasta pronto- Merceline también abrazó al detective y a ambos les dejo un beso en la mejilla
-cuídate mucho jovencita-
-buena suerte Merceline- 
la joven se despidió de ambos levantando la mano
-cuídense mucho ustedes también- dijo antes de subir al tren, una vez ella se subió ambos hombres se fueron, Merceline se acercó al sitio donde le tocaba y ahí encontró a una joven chica con un mechón del cabello purpura
-que despedida mas larga- dijo la chica y Merceline le sonrió

-hola Valentine...-
-¿ya nos vamos?-
-dentro de unos minutos... supongo-
-bueno entonces cuéntame... toda la historia del fantasma de la opera-
-mhhh veras... todo comenzó... con un gigante polvoriento-.

El fantasma de la opera (versión mejorada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora