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El auto de el detective Hall estacionó en un viejo parque abandonado,  en él solo estaba una oxidada base que se supone tenía dos columpios, pero solo colgaba una vieja cadena de uno de ellos, los sube y baja estaban destrozados, corrompidos por el tiempo y el oxido, ese viejo parque parecía un cementerio de incontables infancias abandonadas en el tiempo, el detective bajó del auto usando una gabardina marron oscuro, los vientos de noviembre soplaban fuerte, de entre los juegos una figura alta sobre salio levantando las manos, poco a poco se acercó a donde estaba Hall
-no estoy armado- dijo el tipo cuando se comenzó a notar un hombre maduro y fornido, de manos gruesas y voz ronca, usaba una camisa de manga corta y pantalones oscuros con botas cortas, hall solo sacó una nota de su bolsillo mostrándosela

-usted si es un veterano, trabajando para la sede de la mafia en ciudad central, no solo eso, el que se encarga de los trabajos sucios para Faustus Dant... se que usted está armado... y si hubiese querido aniquilarme no hubiera tenido ningún problema en hacerlo-

Josepe  solo sonrió ante las palabras de Hall algunas líneas se formaron y hall continuó

-la verdadera pregunta aquí es... ¿por qué aun no lo ha hecho? -

-porque... pienso irme de esta ciudad... de este país, y si lo aniquilo mi escape será mas complicado, estoy seguro de que si le doy la información que necesita... no tendré ningún problema con el único detective desquiciado que se esta metiendo con uno de los hombres mas poderosos de ciudad central-

-por otra parte si me aniquilaras... acabarías con el único problema de tu jefe,  dime... ¿acaso ya no te llega al precio?-  

el rostro de Josepe se puso serio un momento
-Faustus no es solo mi jefe... él era mi amigo, desde la mas tierna infancia, ambos... jugábamos de niños en este mismo parque, yo tomé un camino distinto, usted sabe muchas cosas de mi pasado, no por nada... era solo un novato cuando el auge de la mafia en esta ciudad estaba a flor, sin embargo señor... yo tengo una única regla a la hora de trabajar y es.... no mujeres ni niños- el hombre sacó sus cigarrillos fumando uno de ellos ofreciendo uno  a hall, este negó sacando los suyos, así que Josepe continuó
-nunca he roto esa regla y no pienso hacerlo ni por un amigo, yo perdí a mi esposa e hijo entre los desastres de la mafia, a mi esposa la violaron hasta matarla detective.... y a mi hijo bueno...- el hombre solo fumó de su cigarro
-hace tiempo Faustus me pidió siguiera a su lacayo... Maurice, me dijo tomar nota de cada cosa en él para según esto despedirlo, encontré varias cosas, incluso el consumo de mandrágoras,  ya sabe esas drogas de la elite aunque las que consumía ese pequeño marica solo eran unas imitaciones baratas... usted y yo sabemos lo reducidas que son esas Mandrágoras, bueno.. cuando le mostré el informe lo que mas me sorprendió fue que ignoró lo que yo consideraba mas apropiado para botar a ese pequeño bastardo, pero el solo tomó de excusa el hecho de ser un marica- Josepe le dio otra fumada a su cigarrillo- una cosa mas... hace no mucho, la mujer de Faustus se fue de la casa, el personalmente me encargó traerla de vuelta, yo acepté pero había algo en su mirada, algo que yo hacía años que no había visto, logré ver a aquella mujer en el aeropuerto... llamé a Faustus para confirmar aun estando indeciso pero... lo que dijo después me inquietó un poco, me dio la orden de matarla aun sabiendo que no mato mujeres ni niños, yo... solo fui a donde esa mujer pero no la maté, ella está a salvo en alguna parte de Europa supongo.. lejos de los Dant, esto molestó a Faustus.... me amenazó pero luego noté que estaba ebrio, estaba por irme pero algo llamó mi atención, Faustus comenzó a hablar solo, dijo algo de perseguir a la chica, a su propia hija, entonces recordé que fue el mismo quien se hizo cargo de su primogénito-

Josepe solo terminó su cigarrillo y lo tiró al suelo pisándolo para apagarlo soltando el ultimo suspiro de humo
-yo no pienso formar parte de esto, no quiero verme involucrado de ninguna forma, por eso se lo estoy contando, no voy a declarar nada, no tengo evidencias que le sirvan mas que mi palabra y advertencia, cuide a esa chica, Faustus... no es un hombre cuerdo, al menos ya no desde que puso en marcha la restauración de ese maldito lugar... ah porque claro que lo está esta maldito-

Hall solo asintió y agradeció la ayuda a Josepe 
-ah! y otra cosa- Josepe se dio la vuelta para ver  a Hall antes de irse- la ultima vez... vi a un hom...- pero dos disparos acallaron al hombre antes que terminara la frase, esto tomó por sorpresa a Hall quien observó al hombre caer, justo a espaldas de este una figura se hizo visible, un hombre con mascara blanca, frac negro y guantes blancos, comenzó a disparar a hall pero este logró escabullirse ente los juegos viejos del parque que se agujeraban con las balas, Hall contó 8 disparos luego de esto un breve silencio
-un cartucho de 8 balas- dijo y seguido de ello salió observó al tipo en el muro del parque dispuesto a escapar
-oh no lo haras!- dijo Hall y disparo dos balas acertadas en el pecho del enmascarado que vio caer tras el muro, rápidamente Hall corrió a donde debía estar el cadáver, no  había nada... solo los cartuchos de bala
-maldito... fantasma....- dijo Hall a regañadientes.

El fantasma de la opera (versión mejorada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora