Clint cerró los ojos nuevamente y al abrirlos despacio lo primero que vio fue algo sorprendente...
1904.
ese... fue el año donde comenzó todo, el gran teatro en ciudad central ya era de por si era algo histórico, desde su apertura en 1860 presentó grandes obras y vio nacer a muchos de los mas grandes artistas, voces celestiales y rostros angelicales, las obras que se presentaban en este magnifico sitio eran tales... que ni la mas avanzada tecnología cinematográfica podrá replicar.
Mi padre era el dueño de aquél gran teatro, el señor Bogart Blezz. Bogart era un filántropo amado por todo el mundo, desde el mas perfeccionista director... hasta el jovencito con el empleo mas bajo, todos lo apreciaban... o al menos eso era lo que creía, Bogart jamás pensó que... sus verdaderos enemigos yacían en su propia familia.
En 1906, el hermano mayor del señor Bogart, Marcus Blezz tomó posesión del gran teatro por un fraude, modificó el testamento del padre de ambos y sobornó a algunas autoridades para que lo apoyaran, prometiendoles algo de la gran fortuna del gran teatro, Marcus no solo despojó a su hermano de lo que por derecho era suyo, también lo dejó en la ruina, a él y a su hijo único, dicen que Bogart se quitó la vida cuando lo encontraron muerto en su casa con un disparo en la cabeza... pero todos sabían que no era así, solo quedaba yo... su hijo único, el único cabo suelto...
12 de noviembre 1910.
-Esto no es mas que una estupidez!- gritaba Marcus Blezz en el despacho que antes perteneció a su hermano, aplastando por completo otra de las tantas cartas que había dejado el fantasma
-¿cómo es posible que aún no lo atrapen?- interrogaba molesto a sus empleados mas cercanos,
-es... demasiado rápido señor, cuando... creemos que lo tenemos acorralado, solo encontramos un cuarto vacío, un pasillo sin salida- dijo uno de ellos apenado con su sombrero en las manos
-es... como si atravesara los muros...- añadió el otro y esto hizo enfurecer a Marcus
-tonterías!- gritó golpeando con su palma en el escritorio -es solo un patético gusano! quiere arruinar lo que he construido, la gente entra a este sitio y desaparece sin razón, cada intento de inspección ha fallado miserablemente con mas hombres desaparecidos-
-señor...-
-que!-
-ha... considerado... ¿aceptar sus demandas? digo... todo lo que el fantasma pide es una cantidad de dinero anual y... el palco número 5 destinado solo a él, no es mucho- Marcus furioso se levantó de su asiento y caminó hasta el pobre hombre que había dicho su opinión
-eso... no va a ocurrir ¿entiendes? sabes lo que tuve que hacer para obtener esto y no voy a regalarlo a un extorsionador que vive y se alimenta de mi! voy a encontrarlo y hacerlo pedazos cueste lo que cueste así tenga que condenar mi alma!!!- una risa se escuchaba por la habitación, llamando la atención de los tres, mirando a todas partes
-¿condenar tu alma dices? ¿condenarla aun mas de lo que ya esta? señor Blezz, ¿a cuantos hombres mas debo matar para que comprenda? este sitio no le pertenece ni le pertenecerá nunca, no es ni un cuarto de lo que su hermano lo fue.... y le consta- decía una voz que sonaba en todo el cuarto, los dos trabajadores se miraban asustados mientras Marcus molesto miraba al techo, mas que furioso, estaba rabioso
-¿Quién eres?- dijo gritando Marcus Blezz pero la voz lo ignoró
-en cuanto a ustedes lacayos del ya condenado... les advierto... que deben marcharse cuanto antes o su destino será igual o peor que al de sus colegas muertos, es una promesa y yo... soy un hombre de palabra- al decir eso el grito de una de las actrices hizo poner a todos en alerta, los tres salieron presurosos en dirección al pasillo, una pequeña multitud estaba ahí, dos mujeres de limpieza, tres actrices y un conserje, la que había gritado era una de las chicas abrazada a sus compañeras, Marcus se abrió paso entre las personas para ver que ocurría, en el suelo estaba tirado el cadáver del ultimo hombre enviado a encontrar al fantasma, su cuello había sido limpiamente cortado, sus ojos habían sido extraídos y tenía puesto el atuendo de un soldado romano, en la boca tenía algo, un papel envuelto y colocado donde debería estar la lengua, Marcus sacó un pañuelo de su chaleco y con el en mano tomó la nota
"ay de aquellos que con ojos impuros observen la cara del ángel de la música y emisario de la muerte" -el fantasma de la opera-
-es un maldito...- dijo en voz baja Marcus mientras sus hombres aterrados se alejaban
-yo me largo de este lugar- dijo uno de ellos, mientras el resto hacía lo mismo
-esperen! hay que encontrarlo! no es un fantasma, es solo un hombre! es solo un maldito hombre!!!!- gritaba Marcus mientras el fantasma se preparaba para su siguiente movida, por desgracia no estaba preparado para lo que estaba por ocurrirle.
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El fantasma de la opera (versión mejorada)
FanfictionEl remake de mi version de esta magnifica obra, espero sea de su agrado... en caso de que no leyeras la versión anterior espero poder sorprenderte con esta nueva versión que yo considero mejora la anterior.