En una de las tormentosas noches lluviosas de ciudad central Merceline se despertó en mitad de la noche, ella revisó su reloj despertador luego de ponerse sus gafas, las 2:30 de la madrugada, Merceline se sentó un momento en la cama para luego notar el ventanal del balcón abierto, esto la confundió un poco y seguido de ello se levantó a cerrarla. Una vez con la ventana cerrada pudo contemplar mejor el sepulcral silencio de su casa, luego algo mas llamó su atención, la puerta de su habitación estaba entre abierta con los pies descalzos la chica se acercó para cerrarla pero notó algo mas.... había un rastro húmedo en el suelo, ella intentó encendiendo la luz pero no hubo respuesta, sin electricidad.... Merceline fue al buró junto a su cama y tomó una linterna para ver mejor aquél extraño rastro en el suelo, era una especie de liquido marrón acompañado de un poco de tierra, quizás lodo... Merceline abrió la puerta lentamente apuntando al pasillo que daba a las escaleras
-¿mamá? ¿papá?- dijo ella pero no hubo respuesta, al apuntar la luz de la linterna al suelo pudo notar nuevamente aquellas manchas húmedas que tomaban forma de pisadas.
El extraño rastro llegó hasta el pie al final de las escaleras, Merceline algo asustada intentó encender las luces de la sala o el comedor, nada... simplemente no había electricidad
-¿quién está ahí?- dijo ella pero como respuesta solo el silencio abrumador de la oscuridad en su casa, Merceline dio un suspiro de alivio y se dio la vuelta para volver a dormir, pero entonces... algo sonó a sus espaldas, el sonido de una guitarra, una muy desafinada.... Merceline se quedó inmóvil por el terror, pero luego aquella guitarra desafinada comenzó a sonar entonando una muy desafinada melodía, como si las cuerdas de aquella guitarra estuvieran muy deterioradas, la chica entonces armada de valor se dio vuelta lentamente con la linterna en las manos pero esta comenzó a fallar hasta apagarse, solo pudo ver una silueta reposando sobre el sofa, una silueta que sostenía una guitarra
-¿q-quien eres tu?- dijo Merceline aterrada, la silueta continuaba tocando esa espantosa melodía
-Majestad...- dijo una voz rasposa y ahogada, como si le estuvieran asfixiando, Merceline comenzó a entrar en pánico, esa voz.... de pronto un relámpago cayó y pudo ver por unos segundos a quien estaba frente a ella, un cuerpo sucio cubierto de tierra, lodo, sangre...
-no... no puede ser- dijo ella cuando la luz de su linterna comenzó a parpadear encendiendo nuevamente y Merceline pudo notar con terror aquello, ese era el cuerpo de Clint vistiendo como la ultima vez que lo vio, solo que su ropa estaba destrozada, su piel era muy pálida y putrefacta, aquella escena era aterradora, peor aun cuando aquél zombie de Clint tocaba su guitarra que igual estaba deteriorada, trozos de piel en sus dedos se desprendían al rozar con las cuerdas metálicas oxidadas
-es.,... una canción especialmente para ti majestad...- dijo aquél zombie putrefacto, Merceline temblaba aterrada mientras negaba con la cabeza
-no Clint... tu no..-
-¿por qué me dejaste solo Merceline...? la noche en que morí... tu tenías que verme-
-no pude Clint... yo estaba...- sus ojos comenzaron a nublarse por las lagrimas cuando Clint zombie dejó caer su guitarra
-tenías que verme.... tenias.... que...- poco a poco la voz de Clint comenzaba a convertirse en algo grotesco y deformado Merceline retrocedió para darse media vuelta y correr entre lagrimas
-lo siento.... lo siento...- gritaba llorando mientras sentía los torpes pasos del zombie de Clint persiguiéndola y tropezando
-regresa Merceline.... no me dejes.... no me dejes!- gritaba Clint en una voz grave y distorsionada.Mientras los padres de Merceline se despertaron en mitad de la noche confundidos por tantos gritos, encendiendo las luces se levantaron en dirección a la habitación de su hija, esta estaba en cama con los ojos cerrados
-lo lamento Clint... lo siento.... lo siento.... yo no quería dejarte solo!- gritaba entre lagrimas
-Merceline despierta, Merceline!- intentaba decir su madre tomándola de los brazos pero esta no dejaba de moverse, mientras Faustus Dant observaba todo con seriedad, extrañado por el comportamiento de su hija
-Faustus!- gritó su mujer sacándolo de aquél extraño trance- tiene fiebre y no para de sudar, rápido llama al doctor!!- dijo la mujer, mientras el señor Dant salió en silencio para ir a llamar al doctor familiar sin dejar de pensar en ese comportamiento
-Merceline... te necesito ahora mas que nunca- dijo finalmente.
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El fantasma de la opera (versión mejorada)
FanfictionEl remake de mi version de esta magnifica obra, espero sea de su agrado... en caso de que no leyeras la versión anterior espero poder sorprenderte con esta nueva versión que yo considero mejora la anterior.