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La noche estaba en su punto medio, una leve corriente de aire entraba por la ventana, una rata merodeaba con curiosidad un trozo de pan envenenado y... Clint torrance andaba por el pasillo principal con su linterna en la mano, poco a poco avanzó a una parte oscura, cuando sus pies estuvieron a punto de pisar la sombra la corriente de aire se detuvo de pronto, había un increíble e inquietante silencio, tanto que sus oídos comenzaban a delirar sonidos, pedazos de conversaciones, risas que se disolvían con rapidez, pasos, estornudos incluso. encendió su linterna y el clic del interruptor sonó estruendoso entre tanto silencio, el as de luz se movió por el lugar, había algo que el chico no comprendía, era solo un pasillo oscuro y silencioso, pero... parecía algo mas, la boca del lobo, era como si múltiples señales de alerta invisibles estuvieran a su alrededor, era como si su instinto de supervivencia se activara, de pronto una voz desde su interior surgió en un aterrador grito mudo, su cerebro le gritaba corre! al momento que el veía la rata muerta junto al trozo de pan, pero esta parecía llevar semanas muerta, Clint dio un paso atrás,su pisada sonaba como dejar caer una bola de acero en el rechinante suelo de madera, de pronto algo lo hizo volver la vista al frente, algo que lo llamaba sin producir palabra alguna, Clint observó frente a él una sombra, una silueta comenzaba a formarse frente a él. Cerró los ojos fuertemente, lo máximo que su cuerpo le permitiera y comenzó a hiperventilarse, esta pasando de nuevo pensaba...
-esto es solo otra situación como la de aquella vez, no es real... no es real Clint- se decía a si mismo y abrió los ojos esperando dispersar aquella sombra pero... no fue así la sombra seguía ahí y comenzaba a tornarse mas nitida, esto asustó mas a Clint que solo quería correr, salir corriendo de ahí pero no podía, sus piernas  no respondian, parecían estar hechas de plomo solido
-n-no es real Clint, no lo es... esto es (peor que) como aquella vez- se repetía a si mismo aterrado, tembloroso intentó apuntar su linterna a aquella silueta pero esta comenzó a fallar hasta apagarse
-le aseguro joven Clint, esto no es ningún delirio ni alucinación, le pido por favor mantenga la calma- dijo una voz, parecía venir de aquella sombra aun mas oscura que la de la habitación, era difícil expresarlo, aquella voz sonaba a la de un hombre educado, había modestia en ella, había cortesía pero a la vez autoridad, no sonaba intimidante pero tampoco a algo que considerarías inofensivo
-¿Quién eres?- preguntó el chico 
-¿quién soy? no es un quien si no un "que", ¿qué soy es la pregunta correcta y aún con eso... la respuesta es mas que un enigma, soy parte del todo y nada a la vez, soy un ser adimensional olvidado en el mundo terrenal, sin descanso, sin reposo y sin perdón, soy la sombras, soy la humedad en la oscuridad, soy pena, soy lamento -

dijo la sombra mientras poco a poco comenzaba a avanzar de entre las sombras en dirección a Clint, las alertas en Clint comenzaron nuevamente, él quería irse pero su cuerpo parecía de piedra, los pasos de aquél hombre al principio ligeros, apenas se podía sentir que alguien avanzaba pero conforme mas pasos daba mas peso comenzaba a sentirse en el piso de madera y escucharse al pasar

- me han llamado... monstruo, demonio, angel, espectro, demente, insano, loco, enfermo, maestro...-

continuaba hablando hasta que Clint pudo notar que la silueta era la de un hombre alto, delgado y caminaba con mucha elegancia llevando sus brazos cruzados en la espalda
-no puede ser...- apenas pudo decir Clint conforme aquél hombre avanzaba pudo notar algunos detalles, detalles que le helaban la sangre, aquél hombre vestía un antiguo frac negro, se notaba tan pulcro y limpio, los botones, el cuello y las mangas que lograban asomarse eran de un blanco tan impecable como la nieve, por ultimo un moño rojo a la altura del cuello que resaltaba en ese impecable traje, sus zapatos negros muy bien lustrados brillaban con la tenue luz de luna que se metía por la ventana, llevaba también una capa que le cubría la mitad del cuerpo, por dentro era roja y por fuera negra atada con un cordón a la altura del pecho

-nada mas alejado de la realidad joven Clint, soy el misterio, soy el enigma, asi como tambien soy un músico, un artista y un colega tuyo -

continuó aquel hombre avanzando lentamente acercándose a la luz de la luna que entraba por la ventana clint pudo ver mas, unos guantes que parecía estaban hechos de seda, llevaba en la cintura una espada de esgrima enfundada

-soy el fantasma de la opera-

concluyó aquel hombre posandose finalmente ante Clint, por ultimo su rostro estaba cubierto con una mascara blanca, lo único que se podía ver era la parte del mentón y la boca, la mascara estaba atada con un listón, el blanco resplandecía como la luna misma, era impresionante pero lo era aun mas las cuencas en los ojos, eran tan oscuras como un cielo nocturno sin estrellas, Clint sentía que se perdería si miraba fijamente a esas cuencas
-que es... ¿qué es lo que quieres de mi?- preguntó el chico cuando el fantasma ya estaba frente suyo

-es simple, joven Clint- el fantasma puso su mano sobre la frente de Clint- debo prepararlo para el show-.

El fantasma de la opera (versión mejorada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora