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Al dia siguiente el escuálido de Maurice llamó a un grupo especifico de empleados, solo aquellos quienes no tenían quejas, aquellos que no habían sido atrapados consumiendo algún tipo de droga, entre ellos Clint y Robert
-les he llamado a ustedes cinco porque anoche las dos personas que hacían guardia durante la noche han... dejado el trabajo sin avisar, esta mañana encontramos el sitio vacío; como ustedes ya se imaginarán esta es una falta terrible, deben haber dos personas cuidando este sitio durante la noche, no olvidemos que estamos en una situación de crisis, hay gente allá afuera que cree que es mas sencillo robar lo que pueda sin tener que trabajar-
-es fácil para ti decirlo escuálido... tu tienes un buen trabajo como besa traseros pero sin eso... harías mas que solo robar para seguir comiendo-pensó Clint mientras Maurice hablaba
-entonces ¿quienes son los que se tomarán el puesto de guardias nocturnos?- hubo un largo silencio, era claro que nadie estaba capacitado para ese tipo de trabajo, pero... había algo mas, los otros tres empleados además de Clint y Robert se miraban las caras entre ellos con una expresión preocupada, demasiado aun sabiendo que el trabajo de guardia era un poco mejor pagado, uno de ellos cruzó mirada con Clint, su rostro trataba de esconder algún... ¿miedo? 

-nosotros tomaremos el puesto- Dijo Robert llamando la atención de todos, el rostro de Maurice trataba de verse serio
-bien, esta vez vamos a necesitar mas datos de ambos, identificaciones, domicilio, etc.-
-no hay problema-
-comienzan esta misma noche-.
La luna se hizo presente el el oscuro cielo sobre ciudad central, la noche era nublada por lo que aquella luna apenas parecía un manchón luminoso en una nebulosa tela en el cielo, ambos amigos se encontraban en aquél oscuro edificio, los dos estaban en la oficina de la primer planta, un sitio donde se podía ver casi todo, ambos tenían que hacer al menos 4 recorridos por noche
-este es un lugar algo espeluznante ¿no crees Clint? nos dejan encendido el 35% de luces del lugar para economizar electricidad... mientras nosotros debemos andar por ahí a oscuras con una simple linterna, al menos tenemos un arma- dijo su amigo mientras este acomodaba unas cajas de madera y sobre ellas un par de mantas usando su mochila como almohada, mientras Clint solo observaba desde la ventana
-¿no notaste algo raro en los otros compañeros Robert? se miraban preocupados o... temerosos de algo-
-no los culpo, lo dijo nuestro escuálido jefe, son tiempos de crisis... las personas desesperadas por algo de dinero son capaces de lo que sea con tal de conseguirlo... aunque sea un poco-
-pero... no parecían preocupados por eso, era como si ellos supieran algo que nosotros no, ademas piensalo un poco Robert, ¿recuerdas a los dos guardias que estaban aquí?-
-si, uno era un tipo enorme y calvo, el otro era un tipo de cabello cano pero igual corpulento-
-así es, escuché que ambos eran guardias en el centro comercial desde hace treinta años, ambos capacitados para este empleo, ¿solo se fueron? ¿así sin mas?-
-tal vez nuestro jefe escuálido hizo algo que no les pareció, tal vez el salario era demasiado poco para dos tipos de su talla, por eso estamos nosotros dos aquí hermano- Clint lo pensó un momento cargando la linterna en su chaqueta
-como sea,  saldré a dar mi primer ronda-
-bien, yo... tomaré una siesta, me despiertas cuando me toque mi turno- Robert se acomodó en aquella cama improvisada cuando Clint estuvo por salir
-oye Clint- 
-¿si?-
-no olvides... tu medicina, me parece que ya es hora de que la tomes, no queremos tener problemas... ya sabes que pasa cuando no duermes bien-
-es verdad...- Clint regresó y buscó entre sus cosas un frasco naranja, ahí dentro estaba su medicamento, el ver la etiqueta en el frasco le produjo un leve malestar, pequeños destellos de sus recuerdos punzaban en su espalda, no lastimaban pero... si se sentían, Robert estaba acostado dándole la espalda y Clint se llevó dos píldoras a la boca
-llevo ya un año y dos meses sin un incidente... estare bien- se dijo a si mismo y salió a dar su ronda por el lugar.

El fantasma de la opera (versión mejorada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora