El fantasma de la opera (versión mejorada)

59

el detective Hall se encontraba en las ruinas del gran teatro, el sitio estaba oscuro, cubierto por cenizas y hollín, en una mano empuñaba su arma y en la otra tenia una linterna, ambas apuntando a todas partes
-suéltame! ayuda! ayuda!!- gritaba una joven, sus gritos de terror sonaban como un fantasmal eco en ese sitio abandonado
-Merceline!- dijo el detective corriendo con arma en mano tratando de seguir el rastro pero no había nada mas que sombras... sombras que se escurrían entre las paredes y los pasillos
-por favor! alguien! ayúdeme!- gritaba la chica seguido de un grito ahogado, Hall se vio atrapado en un largo pasillo que terminaba en una puerta al fondo hecha de madera
-ayuda!!! dios mío! ayuda!- gritaba la joven, el detective comenzó a correr, corría lo mas rápido que podía y a cada paso que daba una parte del suelo se desprendía,  era como si el piso fuese hecho de carbón o maderas podridas. Por mas que el hombre apresuraba sus pasos la puerta no parecía acercarse, los gritos de horror de la chica solo aumentaban cada vez mas y aquello solo presionaba mas al detective
-Merceline!!- el hombre saltó en un intento desesperado de llegar mas rápido a aquella lejana puerta, increíblemente su cuerpo chocó en un sonido abrumador cayendo a un suelo hecho de concreto solido acompañado de astillas, cuando se puso de pie vio a aquella joven aterrada en una silla sollozando, el detective observó a su alrededor... notó que estaba en un deteriorado escenario del gran teatro, era como si un incendio hubiese ocurrido ahí
-no temas Merceline te sacaré de aquí!- dijo el hombre apresurándose adonde la chica estaba atada, ella estaba vistiendo un vestido blanco manchado de sangre, sus lagrimas no paraban de brotar
-tranquila ya nos vamos-
-cuidado!- gritó ella pero antes que el detective pudiera hacer algo una figura lo golpeo derribandolo
-no...- sollozaba la chica muerta de miedo cuando el detective se puso a pelear con el extraño enmascarado
-maldito monstro ¿Qué quieres? déjala tranquila!- el enmascarado sacó una daga con la cual atacaba amenazantemente al detective pero este logró tomar su arma, cuando el enmascarado saltó para apuñalarlo el detective disparó tantas veces como su arma lo permitió, vaciando la munición en el cuerpo que cayó al suelo. El detective solo lo observó ahí tirado cuando este comenzó a levantarse de una forma inquietantemente lenta, era como si algo tratara de emular los movimientos de un humano pero lo hiciera de una forma terriblemente mal, al final aquella figura se puso de pie, con la cara baja
-detective....- dijo con una voz grave y distorsionada- ¿quiere saber que esta bajo esta mascara?- preguntó esa extraña figura observandolo... las cuencas oscuras de la blanca mascara comenzaron a brotar un extraño liquido negro
-no esta listo....- dijo llevando una mano enguantada a la cara- 
-¿que demonios eres tu?- preguntaba el detective aterrado viendo como aquella cosa solo desprendía la mascara de su rostro lentamente dejando una sustancia oscura y viscosa, como quien quita una calcomanía repleta de pegamento
-no esta listo para saberlo detective, hay cosas... que simplemente no puede comprender!- el extraño ser dejó caer la mascara al suelo entre unas extrañas carcajadas, Hall observaba con horror que donde debería estar su cara no había nada... absolutamente nada, solo un rostro liso... como los maniquíes del centro comercial.

Hall finalmente despertó de su sueño, estaba en una cama de hospital sudando frio, su ritmo cardiaco acelerado alertó a una enfermera que se encontraba cambiando las sabanas de su cama
-¿qué.... que demonios...? donde...- intentó moverse pero su espalda le dolía como su le perforara una varilla de acero
-agh...- 
-señor aun esta muy débil, por favor no se mueva- la enfermera trató de devolverlo a su camilla pero Hall intentaba levantarse
-señorita no... no hay tiempo!- dijo el detective intentando ponerse de pie y su ritmo cardiaco solo se aceleraba por el dolor
-no señor por favor tranquilo- la enfermera y Hall llamaron la atención de quien estaba en guardia en ese momento, era el chico novato
-detective... no  no haga eso- como pudieron devolvieron a hall a la camilla-
-escucha chico... tu... no entiendes! el... va a... va a hacerle daño!- 
-¿de qué esta hablando señor?-  preguntó el joven novato y Hall lo sostuvo del uniforme de policía
-el tipo... enmascarado, muchacho! escúchame... con mucha atención- dijo el hombre, observandolo a los ojos.