las cenizas del fénix

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Esa misma noche soltó una fuerte lluvia, las hojas del otoño caían pesadas por el agua, Hall estaba en su auto dando las ultimas caladas a su cigarrillo, por su mente pensaba que todo esto no era mas que una locura, pero algunas piezas estaban sueltas, ¿será posible que el chico estaba vivo?, pero si el detective vio con sus propios ojos el cadáver en el hospital, en dado caso... si por algún milagro el chico había logrado sobrevivir... solo había una persona que lo sabría.
Hall bajó del auto a la morgue de ciudad central, luego de una charla con la recepcionista pasó a visitar al doctor que se supone había hecho la autopsia de Clint, el doctor Méndez. Hall y Méndez eran grandes amigos, pues ambos habían empezado a trabajar al mismo tiempo y con su ayuda había logrado resolver varios crímenes desde entonces
-Hall, amigo - saludó Méndez desde su  área de trabajo, por suerte ya había terminado su trabajo ese día, por lo que solo había quedado un rastro de sangre en la mesa metálica, Méndez  le saludó solo levantando la mano pues aun estaba manchado de sangre
-si es por el cadáver del matón... amigo lo siento, el jefe dio ordenes de mantenerte al margen de todo esto, no quiero problemas con el y tu también deberías evitarlos-
-no, aunque quisiera patear el culo al jefe me temo que esta vez no es por eso, esta vez tiene que ver con el chico que murió en el hospital hace ya mas de un mes- dijo el detective notando la vista de Méndez pero esta se mostraba tranquilo aún
-¿necesitas los archivos al respecto?-
-entonces... esta muerto- 
-solo entran muertos a este sitio, amigo- Hall observo con un poco de temor que su amigo se estaba poniendo algo nervioso
-Méndez, si ese chico no esta en el cementerio a tres metros bajo la tierra... tu me lo hubieras dicho ¿verdad?-
-Hall ¿acaso has perdido el juicio? yo solo he visto entrar gente muerta a este sitio, ¿comprendes? solo gente bien muerta-
-uno comete errores de vez en cuando-
-pues cometes un gran error al pensar que ese chico esta muerto-  Méndez comenzó a sudar, su voz temblaba, era evidente lo que pasaba...
-imposible... entonces... el chico esta...-  Hall no podía creerlo, todo apuntaba a ese chico, mientras Méndez de un pequeño estante sacó una pequeña botella metálica con licor, dio un trago y limpió el sudor de su frente una vez se quitó sus guantes
-cuando recobré la cordura... supuse que nadie creería lo que acababa de ver- dijo el doctor con la mirada puesta sobre la mesa donde vio el cadáver de Clint por ultima vez- la noche en la que charlé con un cadáver.-

-esa noche el chico había sido dejado en esa misma mesa, a donde llegan todos, al quitar la manta y remover los vendajes de su rostro pude ver que su cara se había intentado reconstruir lo mas que se pudo, pero el trabajo era demasiado tosco aun para un medico, era notable el poco interés en ese joven, sabían que no sobreviviría, era imposible, numerosos golpes en la garganta, espalda, traumatismos... era simplemente un desastre. durante años en este trabajo es evidente las señales de un cadáver, la piel pálida, labios oscuros, cuerpos fríos... ese era un cadáver... al menos cuando entró, yo preparé mis instrumentos,  me puse mis guantes, mi mascarilla y cuando estuve a punto de hacer la primer incisión... su mano helada me sujetó con una fuerza anormal, era como si mi mano se hubiese atascado en una maquina, casi me da un infarto en ese momento, mis ojos estaban puestos en su rostro... parecía una especie de Monstruo Frankenstein adolescente o algo así,  entonces... él abrió los ojos... no podía creerlo pensé que me estaba volviendo loco- Méndez sujetaba su muñeca derecha como si el dolor de ese apretón volviera, luego de eso volvió a beber de su licor y continuó
-comenzó a levantarse para sentarse en la mesa, comenzó a hacer leves balbuceos, como si fuese a vomitar, hasta que logro articular una frase
-mi ropa...-  fue todo lo que dijo, su voz sonaba entrecortada, yo temblando de terror solo señalé  bajo la mesa, el giró lentamente la mirada a abajo, le pedí que por favor me solara y él lo hizo, abrió su palca como si fuera un gancho metálico, de bajó de la mesa y al no poder abrir la bolsa solo la desgarró haciendo un desastre en el piso, comenzó a vestirse, parecía un niño que apenas aprende a hacerlo, vistiendo los harapos rasgados y algo manchados de sangre, como pude recobre la compostura... e intenté hablarle
-¿Cómo es que estas vivo?  tu cuerpo está helado... y no tienes pulso- ese joven zombie me miró estirando su brazo a mi, toqué su muñeca y entonces pude sentir leves pulsaciones,  rápidamente toqué su cuello, su pecho, si... había latidos... leves latidos que poco a poco comenzaban a volverse constantes y estables
-increíble.... tu estas...-
-doctor... necesito hablar con usted... necesito que me ayude...- eso dijo, poco a poco sus palabras y expresiones volvían a ser algo mas coherentes, conversamos gran parte de la noche luego de eso puse vendas limpias en su rostro, lo ayude a escabullirse y salir por el alcantarillado, luego de eso... solo puse la basura en el ataúd que sepultaron... de todas formas iba a estar cerrado...- sorprendido... Hall solo se frotaba la sien, no podía creer todo, simplemente era una locura
-Méndez...  ¿Qué le dijo ese chico... exactamente?-.

El fantasma de la opera (versión mejorada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora