Capitulo 28 (Un Poco De Calma)

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---En los calabozos---

El peliverde se encuentra sentando en la soledad de esa pequeña prisión, cabizbajo, abrazando sus piernas, dejando escapar sus lágrimas, se sentía tan culpable por haber besado a Aioros, ser descubiertos.

Se sentía de lo peor, si por su causa el segundo guardián sufre ese maldito castigo, no se lo podía perdonar.

Deseaba morir... Por unos instante hubiera preferido seguir con esa vida que llevaba, después de todo con ese ritmo, moriría tarde que temprano, pero ahora no puede concebir la simple idea de ver al castaño sufriendo.

Podría hacer algo, si decidieran que solo él sufriera ambos castigos, lo haría.

Shura para este momento, se está hundiendo en esos pensamientos peligrosos, que su vida no es nada a comparación con la de los demás.

-Aioros, todo es mi culpa. Nunca debí recriminarte nada, jamás hubiera aceptado este amor en secreto- Cubriendo su tristeza con las manos que tiemblan ante la idea de perderlo –Todo sería igual, si nunca me hubieras encontrado, estarías a salvo, pero... Es mi culpa... Perdóname...-

No tardó mucho en escuchar como la puerta principal de ese lugar se abrió y escuchó unos pasos apresurados, no prestaría mucha atención, si no fuera por la voz que gritaba desesperado.

-¡¡¡SHURA!!! ¡¡¡SHURA!!! ¡¡¡¿DÓNDE ESTÁS?!!!- Gritaba por todos lados, mirando a cada celda vacía.

-¡¡¡¿AIOROS?!!!- Por haberse mantenido en esa posición por tantas horas, le dificultad el pararse, pero lo hizo solo para llegar a los barrotes y mirar a quien lo llama, sus lágrimas no se podían detener, su corazón latiendo creyendo que podrían ser malas noticias.

-¡¡¡Shura!!!- Al escuchar su dulce voz, se apresuró para llegar a verlo, no le interesa en lo más mínimo las ligeras heridas de su cuerpo, no le importan con tal de ver a su Omega.

Al llegar a su celda, verlo detrás de esos barrotes, solo quería asegurarse de que este bien, estiro su mano para tocar aquella pálida mejilla, que se encuentra algo fría por la zona -¡¡¡¿ESTAS BIEN?!!! ¡¡¡¿NO TE PASO NADA?!!!- Sus precauciones de inmediato se reflejaron.

-Estoy bien... Pero... ¿Y tú?- Sonrió, de las pocas veces que se daba permiso de hacerlo, el cabrío supo que es oportuno hacerlo, las lágrimas no se detenían en lo más mismo pues su corazón está contento de que Aioros esté bien.

-¡¡¡¿A QUIÉN LE IMPORTA ESO?!!!- Sonrió, su Omega está a salvo, pero no puede negar que odia ver esas lágrimas en sus jades.

-A mí me importa, idiota- Aun impidiéndole abrazarlo por los barrotes, estiro sus manos entre ellos, para acercarse lo más que pueda al castaño -¿Dime que vamos hacer?, ¿Qué decidieron? ¿Te van a castigar? Por favor déjame hablar con ellos...-

-Shura...- Lo llamo suave para calmarlo –Nada malo pasara, ya todo estará bien, lo prometo- Se estaba hartando de ese hierro que los separa –No puedo soportar más, derribare estas cosas-

-No lo hagas y primero explícame que está pasando- Sin dejar de abrazarlo, aun con el impedimento, necesitaba saber que terreno estarán pisando.

-Gracias a Shaka, tenemos una posibilidad de romper los votos- Sonrió, acariciando sus mejillas, atreviéndose a depositar rápidos besos en la piel del fauno.

-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿CÓMO FUE ESO POSIBLE?!!!- Se sorprendió tanto, su ceño fruncido ha desaparecido por estos momentos.

Sonrió enternecido, cada expresión que Shura lo deja ver, es algo que agradece, como desea acabar con todo este desastre antiguo y poder unirse de por vida con ese omega, su destinado.

Mi Único Deseo (ShakaXMu) YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora