Abrió aquellos ojos verdes lo más que pudo, llevando sus pequeñas manos a su boca por la sorpresa, incluso un leve temblor sintió en sus piernas... No era de miedo, si no de volver a ver a alguien que le ayudo tanto y podría tener información valiosa para él.
-¿Ca... Ca... Mus?- Sus palabras apenas si se articulan.
-Mu...- No lo pensó más, dejando a un lado las cajas, se acerca al pequeño pelilila, ese corderito que aprecio en ese encierro, y que desobedeció un poco las reglas por tenerlo a salvo –Lograste escapar- Asintió suavemente, acercándose a él, para comprobar que si fuera verdad su presencia.
El pelilila no lo dudó ni un segundo más y abrazo al omega con fuerza, le alegraba verlo, algo dentro de él le decía que significa una buena señal, pero también una terrible noticia.
Para Camus, aquellas demostración física de afecto y más en público, es algo que no le agrada en lo más mínimo, pero... No rechazaría al menor, sabía lo que sufrió, las peripecias que debió padecer, encontrarlo con vida le alivio, pero igual le preocupo pues... Conocía el odio de Saga.
-Mu, ¿Cómo lograste escapar de Saga?- Lo sostuvo de los brazos, aunque se apartó del abrazo, aún mantenía contacto con el menor, mirándolo a esos ojos verdes, siempre le ha gustado el contacto visual para hablar.
Aquel nombre... Le atemorizó en solo volver a pensar en aquella noche, temblando un poco, pero cerro sus ojos, pero no, esta vez no se pondría a llorar.
Desvió la mirada levemente al suelo, apretando los puños, respirando profundamente.
-Camus...- Levanto su mirada, aquellos ojos se plantaron en los violentas del peliaguamarina –Mi padre... Esta...- Temblaban sus labios, la duda tenia respuesta que concia, pero necesitaba que se la confirmaran.
El otro Omega no pudo seguir sosteniendo la mirada al menor, la respuesta no podía ni siquiera pronunciarla, más cuando fue el único que contemplo su muerte en aquel oscuro lugar que fue el encierro de ambos por años.
-Mu... Lo siento... Tanto...- No sabía que decir, que hacer o como explicarle la situación.
Esa es la razón principal por la cual Camus prefería mantenerse al margen de relaciones con otras personas, no queriendo generar empatía, pues nunca ha sido bueno en estas situaciones.
Y allí estaba el de cabellos aguamarinos, diciéndole la peor noticia que le puedes dar a un niño, que se ha quedado solo en este mundo lleno de crueldad.
Las lágrimas comenzaron a hacer, machando las suaves mejillas, los labios temblorosos, sujetando con puño su ropa, tratando de callar el dolor en su tierno corazón.
-¿Mu?- Aunque estuviera hipnotizado por el Omega que se encontraba delante de él, al ver al pequeño pelilila en ese estado, se acercó... Tratando de no tocarlo, sabía el sobresalto del menor ante un Alfa.
-¿Esta bien? Milo... ¿Quién es el pequeño Fauno?- La joven Beta, que permaneció tan callada y ajena al espectáculo que se daba en su tienda, por fin hablo.
-¿Quieres volver con Shura?- Puede que busque el amor, pero le tenía tanto aprecio al menor, que sabía que es mejor opción ir de regreso al gremio.
Negó con su cabeza, limpiando sus lágrimas, no quería seguir haciendo una escena, en el fondo sabía que la muerte de su padre fue eminente, pero ahora ya no tenía la mínima esperanza de que lo encontrará.
-¿Fue... Esa... Noche...?- Aun trataba de controlarse, pero el dolor le impedía hablar correctamente.
Asintió, con los ojos cerrados –Si...- En un acto rápido, acaricio los suaves cabellos del Corderito –El solo quería que salieras con vida de ese lugar, era el único deseo que tenía desde el día que naciste- Pensando que dedicarle esas palabras serviría para tranquilizarlo.
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Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
FanfictionUna raza de de seres vivos que son considerados como escorias para algunos, otros les tienen lastimas, otros se aprovechan de ellos y así se puede repetir todo de manera sin fin, considerados como Faunos y con la jerarquía de Alfas, Betas y Omegas...