Capitulo 16 (Ciudadela)

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Los días pasaron, el clima frió comenzó a intensificarse.

Aquellos ataques de esas bestias se habían calmado, estaban intentando resolver el pergamino, que tenían por todos los fragmentos de cada gremio principal.

Estaba completo, podrían lograr hacer una mejor barrera, para defenderse, y acercarse al nido principal.

Si solo tuvieran una oportunidad, pero siempre existía la posibilidad de riesgo.

En el gremio de Hades o inframundo como gusten llamarle, lograron evitar que esos seres de sombra retrocedieran, pero entendían que sería temporal, si el numero seguía avanzando de esa manera, podrían dañarlos a ellos, tomando aquellas tierras del norte.

Era cuestión de tiempo y el miedo, no ayudaría a controlarlos.

Todo esto rondaba la mente del segundo líder, tenía noches de desvelo absoluto, pensando y resolviendo cada parte que hacía falta, todo cobraba sentido.

Su concentración, y habilidad de lenguas antiguas era algo beneficiosos, siempre tan centrado, pero ya tenía otros motivos, no solo el defender el gremio y lograr encontrar a quien le arrebato a su familia.

Ese corderito deseaba protegerlo, puede que esa pequeña luz era lo que hacía falta en su vida, para que limpiará los rastros de las sombras de antaño que solo causaban que su corazón se contaminara de odio.

Aun durmiendo tan tarde, y recibiendo regaños del castaño, se las arreglaba para poder ver al pelilila, no negaría que pasaba más seguido por la herrería.

Esa sonrisa que le compartía a la joven Beta, como se sorprendía por aquellas habilidades que aprendía, todo lo que veía en el simplemente adorable.

Cuando aquella arma de su pertenecía fue arreglada, le sorprendió lo tan preciosa que había quedado.

Verlo dársela, sin duda la cuidara más, para que el no diera su sangre, por que ver aquellas vendas en sus muñecas le molestaba tanto, pero cumplía el menor la promesa de que solo ese líquido vital seria usada en ellas.

Notaba algo extraño cada día que pasaba en Mu, pero no se atrevía a preguntar, podría no ser nada, su imaginación o sus tontos miedos.

Ese corderito tenía algunas ojeras, que las notaba más cada día.

No podía quedarse a solas con él y peguntarle, pues desde aquella vez, en donde uno de los ancianos le advirtió que aquello que estaba haciendo, debiera pararlo si no quiera que ese Omega sufriera.

Fue eficiente para helarle la sangre.

Por eso trabajaba sin parar, había estado pensando seriamente en esa idea que lo rondaba cada vez.

Si en ese gremio no permitirían su amor, olvidaría todo.

Pretendía ayudarlos, lograr controlar a los Shadow's, mas al acabar esa tarea, se retirara de ser el segundo líder renunciaría, sin dar más explicaciones y tomaría a Mu para irse lejos de allí.

Puede que su padre fuera parte del gremio Ateniense desde que nació y que el igual tenía ese mismo origen, pero aquel que le dio vida, no pertenecía a ese lugar.

Conocía que tenía otro hogar que lo esperaría, y sin importar nada, cumpliría su deber con el corazón.

Solo rogaba que Mu, estuviera de acuerdo con esto, si no su sufrimiento aumentaría, mas no se separaría, aguantaría en el gremio en silencio entonces, con la intención de cuidarlo toda la vida.

-Hoy es noche vieja, ¿Ya saben que harán?- El peli celeste tan feliz, platicando con los otros dos Omegas amigos.

-Solo quiero dormir, no me siento muy bien- Cruzaba sus brazos, suspirando cansado.

Mi Único Deseo (ShakaXMu) YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora