Capitulo 39 (A Salvo Y El Peligro)

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Al llegar a la puerta principal, la nota cerrada, como si estuviera trabada por dentro.

Golpeando fuertemente, sin importar destrozarla, ya después se ocuparía de cualquier daño, pero Camus está en peligro, eso no lo puede permitir.

Sus instintos de Alfa se intensifican, enfureciendo porque cualquiera llegue a tocar a su Omega.

Solo unos minutos bastaron para derribar esa puerta, dándose cuenta que había algunas macetas y flores haciendo de bloqueo, no lo pensó más, busca con la mirada a su hermoso peliaguamarino.

Pero sin mucho éxito, mas sintió ese aroma, uno que es demasiado seductor y... Que de inmediato reconoce, y lo pone de mayor alerta.

-Camus... Eso... ¿Es su celo?- Parecía palidecer, sus pupilas dilatadas, por la fragancia que siempre deseo sentir, pero no en este momento.

Siguiendo el aroma, que lo conduce así a la parte trasera, pero antes... Mira con horror que la joven Helena se encuentra en el suelo del otro lado del mostrador.

Pensaba en ir a ayudarla, pues nota la sangre alrededor de ella.

Sin embargó, la misma castaña, abre sus ojos, algo cansados, que al verlo dedico una sonrisa de alivio, sin pronunciar palabra alguna le indica de inmediato la parte trasera de la tienda.

Mostrándose desesperada, y haciendo una seña de silencio, para que no fueran capaces de huir aquellos malditos, y no ser alertados.

---En la parte trasera de la florería—

-Creo... Que estás listo...- Su sonríes lasciva, esa mirada que solo demuestra una locura a punto de ser consumida.

Para este momento, el indefenso de Camus se ha dado por vencido, creyendo que nadie lograra salvarlo, que al final de todo cayo en las peores garras, no importando nada, sus propios sentimientos o deseos se fueron a la basura.

Sin fuerzas para moverse, sintió las manos de ese hombre recorrerlo, igual sus labios y la asquerosa lengua, no importa cuántas lagrimas pudo derramar para este punto, las que tendrá que contener a partir de ahora.

Se odia por reaccionar de una forma que no desea, el maldito celo nubla todo, pero aún está consciente de que esto no es lo que quiere, no con él.

Cierra sus ojos, deseando no volver a ver nada.

-No importo cuanto huiste, me pertenecerás a mí- Su miembro expuesto, listo para profanar la virginal entrada del Omega, relamiendo sus labios, creyendo que su deseo insano se va a cumplir.

Mas no contó con la oportuna llegada de alguien que no se tentara el corazón de asesinarlo allí mismo.

Sin importarle nada más, que salvar a su destino, entro a esa bodega, destrozando cualquier cosa que le impida avanzar.

El peli cerúleo, no necesita luz en absoluto para poder ver lo que ocurre, sus ojos son capaces de adaptarse rápidamente a la penumbra.

Su sangre hirviente, sus puños apretados, sus ojos denominando un gran odio, lista su cola de escorpión para inyectar el veneno más toxico que pudiera producir, en ese maldito hombre que hoza tocar a su Camus.

-¡¡¡ALÉJATE DE ÉL!!!- No le importa tener que luchar contra quién sea, incluso matar, nadie toca a quién ama y se sale con la suya.

Tuvo que abrir sus ojos, escuchar esa voz que conoce bien, aunque sea de poco tiempo, le hizo sentir unos sentimientos extraños... Le provoca alivio y miedo.

Para el pelirrojo, esa interrupción no significa nada, aún tiene bajo su poder al peliaguamarino y es lo único que piensa hacer.

-Si quieres tu turno con él, puedes tomarlo después de mi- Creyendo que solo era otro Alfa buscando acostarse con un Omega en celo.

Mi Único Deseo (ShakaXMu) YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora