Pasaron los días necesarios para que llegaran ambos líderes, siendo recibidos de una manera tranquila, dando su reporte, aunque ellos necesitaban primero ver aunque fuera de lejos a quienes amaban en un profundo secreto.
Siendo aún un joven corderito, sus instintos, su cariño a veces podría hacer que se dejara llevar y más por los concejos bien intencionados de Afrodita.
Cuando logro ver al rubio, hizo la reverencia que todos debían por respeto, pero su sonrisa estaba presenté, obviamente quería darle un abrazo, pero aún estaba el miedo en su ser.
Mas sabemos que Shaka no lo dejaría pasar y actuó, después de todo lo que había pasado y tener su celo ya bajo control, se logró acercar a él y darle un abrazo, tal vez no fuera tanto, pero significaba todo para el rubio.
Y esta vez Mu, logro sentirse tranquilo, no quedándose estático, el miedo desaparecía en esos brazos que había pensaba que era una zona segura de todo mal.
Shura quisiera tener la valentía de hacer lo mismo que ese niño, pero no lo haría. Pues jamás quisiera que algo malo le pasara a Aioria y este a su vez pensaba lo mismo.
A la distancia, separados, podrían ver que aun siendo jóvenes, el pelilila y el de ojos azules, tenían un poco más de valentía de demostrarse de alguna forma algo de ese dulce amor que pensaran no existía en el otro, se podía observar.
Tenían que ayudarlos entre las sombras, para que nadie pudiera verlos.
Pararon los días, ya hacía casi tres meses que Mu había llegado, y se acostumbraba muy bien al entorno, no dejaba n un día en pensar de su progenitor, pero sentía que a poco su corazón lo estaba asimilando, la muerte de él.
Aunque Shaka le quería mantener la ilusión, compendia que es más doloroso tenerla, mas quería mantenerse ocupado.
Así que se interesó en una de las labores bastante importantes, pero solo tenía a un ser que las hiciera y era cansado para ella.
-¿Estás seguro que Shura te dejara hace esto?- La mujer de cabellos rubios cenizos atados en una coleta alta, ojos color celeste, y unas alas de grulla en su espalda.
-Mmmh- El pequeño lo pensó, sabia más o menos como era la reparación de las armas en este gremio, y sobre todo lo que se debía hacer para que lograran extra perfectas, tener que dar un poco de su sangre, por cada reparación.
-Con eso me has dicho todo- Ella volvió a su labor, bastante seria como era cuando estaba ocupada –Sera mejor que realices otra tarea pequeño, no deseo enfrentarme a la ira de Shura, que de por sí está enojado por llevarte a la ciudad la otra vez- Suspiro cansada, se daba cuenta de cómo el peliverde oscuro sobreprotegía al corderito, pero no podía hacer más.
-Pero... Yo... Quiero ser más útil... Por favor...- Suplicaba, en verdad quería ser de mayor ayuda al gremio que lo acogió, cuando estaba asolo pero sobre todo, deseaba ayudar más que nada al rubio, pues había que las armas de este se encontraban en reparación desde hace unos días, por el trabajo acumulado.
-Sera más útil en la cocina o ayuda a Afrodita a sus pantas, porque aquí... Tendrás que hacer trabajo más pesado y aun estas muy pequeño para eso- Podría parecer una fauno bastante amable y lo era, pero también sincera, reparar esas armas no era cosa de cualquiera.
-Por favor señorita Yuzuriha... Quiero... Reparara las armas del señor Shaka, para que este a salvo- Dijo su verdadero motivo, cerró sus ojos, y sus manos en puño, estando nervioso por decir aquello.
A ella le tomo de raro ese interés en ese Alfa humano, sabía que el corderito temía a estos, pero no con el rubio, al contrarió tenía una hermosa sonrisa a su lado.
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Mi Único Deseo (ShakaXMu) Yaoi
FanfictionUna raza de de seres vivos que son considerados como escorias para algunos, otros les tienen lastimas, otros se aprovechan de ellos y así se puede repetir todo de manera sin fin, considerados como Faunos y con la jerarquía de Alfas, Betas y Omegas...