🐺CAPÍTULO DOS🐺

453 74 19
                                    

Pasada la medianoche y sumado al cansancio de arrastrar mi barriga por todos lados, caigo rendido a los brazos de mi amado Alfa. Que suelta leves ronquidos con silbidos y no sé si duerme o está componiendo en medio del sueño, una de sus ingeniosas letras.

Hace tiempo atrás, dio rienda suelta a su pasión oculta (oculta para mí) ya que me sorprendí un día de escuchar su hermosa voz entonando una bella melodía mientras el agua recorría sus fortificadas nalgas de una manera que debería considerarse pecaminosa. Y la cuestión fue, si dejar de mirar deseando tocar o seguir disfrutando con todo mi autocontrol de su armosiosa voz.

Y por supuesto, no me pude resistir y después de decirle que su voz era angelical con un fuerte agudo de a momentos, me arrojé con presteza contra esos cachetes que demandaban mi nalgada con suma devoción...

Y pensándolo mejor, capaz fue ese día concebida la princesa, porque fue tanta la lujuria que despertó en mi interior que aparte de pedirle que me cante reiteradas veces, probamos asiduamente cada rincón del baño, y también del hogar.

Observo el techo de la pequeña habitación de invitados perdido en un punto de mi memoria, recordando que con el pequeño Dong-yul no estaba tan excitado, sin embargo, ahora no puedo mirar el cuerpo de mi Alfa sin desear que me consuma de la forma más hambrienta y cruda.

Agarro mis pelos rezongando para mis adentros... "Tómalo con cuidado, Omega" dijo el doctor. Y no sé si se refirió a cuidarme exagerado como hace mi protector Alfa o que continúe con mis alocadas sesiones de amor "Tomándolo con cuidado." Me aguanto una sonrisa que nace desde mi endiablada consciencia.

—Pequeña, si naces con un pelón no será mi culpa, dijo el doctor que son las benditas hormonas de mi estado —le comento entre murmuro a mi tripita que por suerte está, levemente, inquieta.

¡Pero quién me manda a mí! A observar de soslayo al adonis que tengo por marido.

Mientras se remueve entre las sabanas dejando al descubierto su marcado pectoral, mis ojos se clavan como mira telescópica en una incipiente línea fina de vellos que -entre relieves- mueren en el comienzo del avivar de esa protuberancia que remarca ese bendito slip leopardo.

—Tú tampoco colaboras conmigo amor —susurro entre mohines al detectar que se balancea un par de veces manoteando su apenas dormida entrepierna.

Mi lobo y su lobo se estremecen... Y por supuesto, yo me cachondeo sintiendo mi cuerpo lubricarse lentamente.

¿Será que si lo tomo de improvisto seguirá con su disco rayado de "nada de postre cariño"?

El reloj de la mesita de luz marca más allá de la una de la madrugada... Y mi reloj biológico designa el comienzo de mi hora divertida, llevando entre pasmos mi temblorosa mano por mi sensible piel estremecida.

Cada centímetro que recorro con la yema de mis dedos quema a fuego lento en un desgarrador infierno que grita desaforado ser apagado por su tacto, por sus besos, por su lengua y por su corazón...

Mi mitigante respiración escolta cada movimiento de mi ser entre imperceptibles jadeos y debo deshacerme de mi vestimenta porque el sofoco es tal, que todo mi cuerpo quema.

Relegando mi cabeza en lo profundo de la almohada, presiento mis ojos blanquear, abrumados por mis pensamientos y sensaciones adquiridas.

Entonces, un prolongado gemido escapa de mis fauces al tocarme descaradamente en lo recóndito de mi cavidad...

Cuando vuelvo del letargo que me provoca mi obscena consciencia, atisbo que dos renegridos y profundos ojos no se pierden detalle del suceso.

Y en cuanto nuestras miradas conectan, mi cuerpo estalla de placer gritando a los cuatro vientos que le pertenezco ahora y siempre solo a él...

Boqueando por recuperar algo del aire que no entra y luego del magnífico orgasmo antecesor, observo al majestuoso movimiento de su mano sobre su exquisita dureza.

Y aunque estemos en plena oscuridad, el brillo de su goteo lamentero invita a mi golosa boca a sucumbir en el intento de tragar toda su imponente hombría.

—Lo quieres, cachorro... —susurra entre jadeos profundos con su gruesa voz derritiendo cada fibra de mi cuerpo a su merced.

Y perdido en mi nube pos clímax de satisfacción, solo asiento levemente con mi cabeza y mis ojos brillosos, empañados de lujuria por su piel.

—Solo acomoda una almohada entre tus rodillas y así estarás más cómodo, cariño. 

Observo como se levanta sin abandonar sus eróticos movimientos, rodeando la cama como un depredador hasta llegar a mi costado...

—Todo tuyo, pequeño lujurioso —y como hipnotizado y sediento por su espesor, me arrodillo acomodando la almohada por delante de su cuerpo.

Percibir mi ofrenda ante su solemne ser, me calienta sobremanera. Y acariciando sus miembros inferiores (desde sus fornidos gemelos) sigo un tortuoso camino por sus piernas mientras me impregno de su aroma al punto de sentir mi desfallecimiento.

—Estás demasiado cachondo... cariño —jadea entre susurros inspirando -profundamente- mis feromonas de excitación —. Trataré de ser gentil, pero necesito que te tragues todo...

Y como un maldito animal hambriento, relajo mis mejillas amoldando en lo profundo su caliente y venoso miembro mientras toma mis rubios cabellos con un toque nada sutil.

Presos de una vehemencia compartida y embriagados con nuestros aromas, nos amamos piel con piel por minutos que semejan horas en la frígida madrugada, mientras me pierdo en el calor de su cuerpo y él, maldice entre gruñidos que debe controlarse sin adquirir demasiado éxito.

🐺👶👩‍🦲🐺

—Eres toda una cosita hermosa y libidinosa cariño, me vuelves loco aunque no quiera —comenta mi Alfa entre medio de caricias a mi hombro en la penumbrosa pieza.

—El que avisa no traiciona... Y yo, te vengo avisando desde temprano amor mío —digo risueño, depositando efímeros toques sobre su tatuado brazo al cual me aferro.

—¿Avisar? No tienes cara —articula entre sonrisas mientras me regala un dulce beso sobre mis rubios cabellos —Despertar porque en sueños percibía jadeos y observarte así... Creo que no morí de combustión espontánea porque mi lobo es un condenado guerrero

Estallamos en sonoras risotadas que inmediatamente acallamos para no despertar a nadie más que a la princesa, que dicho sea de paso se envalentonó en sus proezas.

—Si está inquieta, no es para menos cariño.

—¡Shh! Calla y ven Alfa, a darle besitos que con tu tacto se relaja.

—¡Claro! El api se entusiasma y luego papi todopoderoso, debe calmar la tempestad —refunfuña mientras se desliza en dirección a nuestra princesa.

—Toda tuya amor —le digo acomodando mi almohada risueño para luego acariciar sus renegridos cabellos.

—¡Espera! —levanta de repente la voz incorporándose sobre mi rostro —Me olvidé de un pequeño detalle antes de conversar seriamente con nuestra amada cachorra.

Y tomando mis regordetas mejillas entre sus manos se desliza virtuoso regalándome la calidez de sus besos acompañada de su ensoñada mirada que me profiere cuando me siento alabado y amado por sus brillantes ojos.




























HAW🥺 NO SÉ USTEDES, PERO ESTE PAR A MÍ ME PUEDE😍

LEÍ POR AHÍ QUE UN OMEGA EMBARAZADO NO TIENE SEXO, PERO COMO ES MI HISTORIA, HAGO LO QUE QUIERO😝🤣

GRACIAS POR ESTAR♥️

♡ "𝑫𝒆𝒗𝒐𝒕𝒐 𝒂 𝒕í" ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora